Capítulo 17

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La puerta se abre y entramos a un recibidor donde hay diversos pares de zapatos acomodados.

—Quítatelos. —me dice Alex mientras lo observo quitarse los de él.

Hago lo mismo con los míos y los coloco al lado de los suyos. Pero entonces lo veo quitarse la camisa y colgarla en un perchero donde hay más ropas colgadas.

—¿Debo quitarme la ropa? —le pregunto mientras mi mirada se pierde en sus abdominales perfectamente definidos.

—Solo si deseas hacerlo. —me dice mientras se queda mirándome.

—No, no me apetece.

—Bien, entremos. —me dice mientras toma mi mano entre la suya nuevamente y abre la otra puerta.

Y entonces, como en una película, todo transcurre en cámara lenta. Parpadeo varias veces porque mi cerebro aún no procesa lo que mis ojos están viendo. Lo primero que noto es que está ambientado como si fuese un apartamento. Tiene la sala de estar con varios muebles incluido un sofá, varias butacas y una mesita en el centro, la cocina con la encimera, en un extremo una enorme cama y en el otro un baño completamente de cristales, con ducha y tina.

Pero todo eso pasa rápidamente a segundo plano. Porque el primer plano está ocupado por tres parejas distribuidas en diferentes lugares, desnudas, teniendo sexo en las diferentes superficies del apartamento. Alex no ha soltado mi mano, pero se detiene al ver que no me muevo de la puerta de la habitación.

Y no me puedo mover por la sencilla razón que lo sonidos que inundan la habitación han hecho que mis pies se peguen al suelo. Hay una leve música de fondo, pero los gemidos se escuchan altos y fuertes, nadie se está conteniendo. Todo el mundo está expresando lo que siente. Y el olor a sexo. Eso creo que es lo que me tiene pegada al suelo. Alex se acerca a mí, suelta mi mano y coloca sus dos manos en mis mejillas obligándome a mirarlo a él.

—Olvídate de todo a tu alrededor, solo piensa en mí, en el calor de mi mano envolviendo la tuya. —me dice mientras yo me pierdo en su mirada.

Y él tiene razón. Pensar en el calor de sus manos tocando mi cuerpo hace que me olvide de todo a mi alrededor. Al menos por un momento.

—¿Como pueden estar así desnudos delante de los demás? —le pregunto en un susurro.

—Esta habitación es para eso Lia. No tienes idea de la excitación que se siente al ver otras personas practicar sexo frente a ti.

Él tiene razón. No tengo ni idea.

—¿Tu lo haces? —le pregunto temiendo la repuesta.

—Sí. Aunque llevo un tiempo sin participar. El BDSM si no lo practico desde hace años.

—¿Cuánto tiempo llevas sin sexo exactamente? —quiero saber la respuesta a esta pregunta.

—Varios meses.

—¡Alex! —le grita un hombre mientras camina en nuestra dirección.

Alex suelta mi rostro y se gira hacia donde proviene el grito y yo hago lo mismo. En nuestra dirección viene un hombre, tan musculoso como Alex, aunque no trae el pelo largo. Puedo ver en su mirada deseo. Bajo la vista por su cuerpo hasta sus abdominales bien formados y después aparto mi mirada de él hombre que camina en nuestra dirección. Está desnudo y entre sus piernas cuelga una enorme erección.

—Te estaba esperando. ¿Qué te hiciste en el rostro?

—Necesitaba causar una mejor impresión.

—Ya era hora, el estilo vikingo ya no te asentaba, aunque las chicas se volvían locas por ti. —le dice mientras ambos ríen a carcajadas.

Seducción©  ✔️(+18)#1 LentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora