Capítulo 26

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Despierto con el sonido estridente de la alarma. Estoy agotada. Nunca creí que diría esto. El sexo me tiene agotada. Miro hacia el otro lado de la cama. No sé porque tenía la esperanza de que el estuviese ahí durmiendo. Me siento y me estiro antes de levantarme e ir hacia el baño.

Cuando abandono la habitación estoy vestida y arreglada para un nuevo día de trabajo. No hay señales de Alex por todo el apartamento. Pero allí está listo el desayuno y junto a él, una nota. Despego la nota mientras leo lo que dice:

Debo decir que lo de anoche, superó mis expectativas. Nunca imaginé que castigar a alguien fuese tan placentero.

Alex.

¿Le gustó castigarme?

Me siento en el taburete mientras comienzo a desayunar lentamente. Cierro los ojos por un breve instante. No puedo negarlo. Lo de anoche había sido, nuevo, sí. Excitante, en extremo, desde luego. Y deliciosamente torturador. Sonrío. Nunca creí que pudiese disfrutar del sexo como lo estoy disfrutando con Alex.

¡Por dios!

Alex se fue con las fotos que le hice ayer entrenando.

Termino de desayunar y busco mi teléfono. En cuanto miro la pantalla tengo un mensaje de texto.

"Te envié las fotos al correo, espero que te sean útiles"

Sonrío mientras guardo el teléfono en el bolso y salgo hacia el trabajo.

Hoy tengo un día ajetreado y he llegado más temprano que de costumbre. A las 10:00 am tengo la reunión con Men Fitness. Espero que les guste la propuesta que les tengo preparada.

Entro en mi oficina y enciendo la computadora. Ahí tengo un e—mail de Alex con las fotos que le saqué ayer. Las descargo y las mando a imprimir. Y después las acomodo en una carpeta para mostrárselas a los de la revista.

Tengo todo listo y aún es temprano. Laura aún no ha llegado. No vi el auto estacionado afuera. Así que salgo y me apresuro hasta el Starbucks de la esquina por su café matutino y otro para mí. Aún necesito espabilarme.

Cuando estoy de regreso veo el auto estacionarse frente a la oficina. Solo de ver el auto mi respiración se acelera. Casi tropiezo y caigo al suelo tirando los dos cafés, cuando veo la puerta abrirse y a Alex, elegantemente vestido bajar del auto.

Lleva unas gafas de sol puestas mientras le da la vuelta al auto, y abre la puerta del otro extremo. Le tiende la mano a Laura que se baja del auto mostrándole una sonrisa igual de radiante que la de él. Alex le sonríe de regreso mientras ella se sostiene de su antebrazo para bajar.

Me quedo congelada mientras observo la escena. Ninguno de los dos me ve. Alex cierra la puerta del auto y ella lo mira fijamente mientras sube una mano hacia su mejilla. Él le sonríe aún más mientras ella se la acaricia tiernamente.

¿Qué está sucediendo aquí?

Laura se inclina hacia él, se pone en punta de pies mientras él acerca su rostro al de ella y se despide de Alex con un beso en la mejilla antes de entrar a la oficina.

Observo a Alex, con una sonrisa idiota en el rostro, mientras se recuesta al auto y la observa caminar hacia el interior de la oficina. Frunzo el ceño. Me dijo que no iba a mirar a más ninguna mujer. Reanudo mi camino hacia la oficina. Intento ignorarlo a toda costa, pero a medida que me acerco al auto, él deja de mirar hacia la oficina y se percata de mi presencia.

—Buenos días Lia. —me saluda con una radiante sonrisa.

La misma sonrisa que le ha brindado a ella.

Seducción©  ✔️(+18)#1 LentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora