Capítulo 14

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Llegamos al edificio pasadas las 8:00 pm. Salimos del ascensor y caminamos hacia el apartamento. Alex lleva la camisa y la americana colgando en la mano. Yo camino a su lado, pensativa. Lo miro de reojo. Tiene la camiseta manchada de grasa por algunas partes.

Trago saliva e intento bajar el nudo que se ha formado en mi garganta mientras el abre la puerta del apartamento.

Estoy exhausta. Alex va hacia su habitación y yo hago lo mismo hacia la mía. Necesito un relajante baño en la tina. Entro al baño y la pongo a llenar vertiéndole las sales y la espuma. ¿Por qué mi habitación tiene tina y la de él no? Quizás fue cosa de Beth. Me la puedo imaginar recostada en la tina durante horas. Sonrío mientras me quito la blusa y la falda y recuerdo la crema que Alex tomó del baño anoche. Regreso hacia la habitación por ella.

—Crees que pueda utilizar...

Me giro rápidamente hacia la puerta al escuchar su voz. Ahí está el. Congelado. Mirándome fijamente. No solo me está mirando. Está deslizando su mirada por todo mi cuerpo. Y yo me encuentro en bragas, ajustador y tacones en medio de la habitación. No sé si debería cubrirme, pero al igual que él, no me puedo mover de mi lugar. Lo observo fijamente. Su mirada depredadora. El me desea con la misma intensidad que lo deseo yo. O más. Su rostro está manchado de grasa y no puedo evitar reír.

Puedo sentir la tensión sexual en el aire. El deseo que me atrae hacia él y me impulsa a caminar en su dirección.

Y eso es exactamente lo que hago. Camino con paso firme y decidido hasta detenerme frente a él olvidándome por un segundo que estoy en sujetador de encaje y un tanga, de encaje también. Alzo la mirada hacia su rostro. Levanto una mano y deslizo la lengua por el pulgar antes de llevarlo a su rostro y limpiarle una mancha de grasa.

—Tienes grasa en el rostro. —le digo con una sonrisa.

—¡Humm! —es lo único que consigue articular en ese instante mientras sus ojos se quedan fijos en los míos.

Creo que he logrado dejarlo sin habla. Sonrío para mis adentros.

—Te aviso cuando termine para que lo uses. —le digo mientras doy media vuelta y camino hacia el baño apartándome de él.

Mientras camino hacia el baño me siento sensual y atrevida. Una idea pasa por mi mente y cuando llego a la puerta me giro hacia él y le sonrió.

—O si quieres puedes acompañarme en la tina. —le digo mientras entro y dejo la puerta abierta.

Termino de desnudarme y me meto en la tina con la respiración acelerada. Y me quedo con la vista fija en la puerta del baño abierta. En lo único que puedo pensar mientras el agua y la espuma cubren todo mi cuerpo es en que él entre por esa puerta y se meta aquí conmigo.

Cada segundo que pasa, es como una tortura. Mientras el tiempo corre, sé que él no va a hacerlo. Así que aparto la mirada de la puerta, me giro hacia el lado y cojo la esponja del suelo.

—Permíteme. —me dice mientras sus dedos rozan los míos y me quita la esponja de la mano.

Puedo sentir mi corazón acelerarse con ese simple contacto. Me le quedo mirando fijamente mientras los músculos por debajo de mi vientre se tensan en deliciosa anticipación. Pero cuando me fijo bien en él, sé que me llevaré una decepción.

Aún está vestido mientras se sienta detrás de mí a un lado de la bañera y coge el gel para echar en la esponja.

—¿No te vas a meter aquí conmigo? —le pregunto mientras lo siento reír a mi espalda.

—Si entro ahí contigo Lia, no creo que pueda resistir la tentación de tomarte exactamente como deseo y terminaré haciéndote daño. —me dice mientras comienza a deslizar la esponja por mis hombros.

Seducción©  ✔️(+18)#1 LentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora