Capítulo 19

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Mientras lo observo desaparecer, mi cerebro piensa a toda marcha. No quiero que se marche. Lo necesito. Necesito su mirada sobre la mía, necesito el toque de sus dedos en mi piel. Necesito sentir esa conexión que nunca antes he sentido con nadie.

—"No pienso verte teniendo sexo con otra persona Lia..."

Sus palabras regresan a mi mente una y otra vez.

—"...si fueras mía, no te compartiría con nadie..."

Alex tiene sentimientos por mí. Sentimientos mucho más profundos de lo que me ha confesado. Solo una persona que haya entregado su corazón, sin la otra saberlo desde luego, puede hablar de esa forma. Como si le doliera verme con alguien más.

Aparto los pensamientos a un lado, estoy pensando en tonterías. Cojo una toalla y me seco rápidamente mientras me pongo el vestido y lo sigo hacia afuera. Cuando llego al recibidor, ya ha desaparecido.

¡Mierda!

Cojo los tacones en la mano y salgo afuera. No hay señales de Alex por ninguna parte. Quizás está en la oficina. Me encamino hacia allí mientras las personas me miran raro, como si estuviese loca.

Claro, acabo de salir de una ducha y estoy aun mojada completamente, en todo el sentido de la palabra, mientras llevo los tacones en las manos. Llego a la oficina y abro sin tocar. Allí está él, sentado en la silla de cuero negro con la cabeza entre las manos.

—Dije que no me molestaran. —dice con voz derrotada sin alzar la vista.

Cierro la puerta suavemente y me recuesto a ella. Lo observo desde allí. Aún no se ha percatado de mi presencia. Así que aprovecho la oportunidad para mirarlo y para pensar en todo lo que ha sucedido en las últimas 72 horas.

Alex me ha impresionado y me ha dejado estupefacta, en más de una ocasión. Y sé que sus palabras son sinceras cuando dice que no podría verme con otra persona. Mientras lo observo siento una extraña sensación. Como si perteneciera a él en verdad. Y la necesidad por sentirlo en mi interior, crece a cada segundo que lo miro. Y entonces sonrío para mis adentros. No hay una sola forma de conocerme a mí misma, hay otra variable que a él no se le ha ocurrido, y acaba de venir a mi mente. Pero primero, necesito arreglar las cosas.

—Lo siento. —le digo muy bajo.

Alex alza la cabeza y me mira sin poder creer que yo esté aquí parada.

—Márchate por favor, quiero estar solo. —me dice mientras aparta la mirada de mí.

—Alex, discúlpame por herir tus sentimientos...—le digo mientras camino en su dirección. —...creo que esta noche bebí demasiado, y cometí una estupidez. —termino deteniéndome frente a él.

—¿Cuál fue la estupidez que cometiste Lia?

—Fueron varias, principalmente lo que te dije. —hago una pausa. — Sé que no soy quien para criticar lo que haces con tu vida privada.

—¿Entonces porque lo hiciste?

—Porque, aunque te dije que no quiero una relación, no puedo dejar de pensar en ti. —le digo mientras sus ojos se abren de la sorpresa.

—¿Qué es lo que quieres de mí?

—Me dijiste que la única vía para conocerme a mí misma es a través del BDSM.

—Sí.

—Y también me dijiste que solías practicarlo, que eras un amo.

—¿A dónde quieres llegar con eso?

¡Dios! No sé ni cómo hacer esto. Pero como lo que conozco de este mundo es por las novelas que he leído, pues, no me queda otra. Suelto los zapatos y me arrodillo frente a él colocando mis manos en las piernas y agachando la cabeza.

Seducción©  ✔️(+18)#1 LentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora