El sábado al fin llegó y algunos de mis compañeros ya se habían marchado a sus hogares a excepción de Valentina, Kang, Ethan y Hunter.
En mi caso, como mi padre está fuera del pueblo y mi hermano en sus prácticas de fisioterapia, no tengo otra opción que quedarme en este lugar, lo cual no me desagrada. Por ende, me tiendo a levantar una hora más tarde, ya que no tengo nada que hacer.
Después de haberme bañado y de vestirme con una falda en color negro y un abrigo algunas tallas más grandes a la que pertenezco, en tono gris. Decido ir a la cocina para poder prepararme algo de desayunar.
Si se preguntan por qué visto de esta manera a la mitad de otoño, la respuesta es simple. Pienso ir al lago a patinar y el uso de una falda facilita en gran parte muchos de los movimientos, o por lo menos, ese es mi caso.
Al adentrarme en la cocina, decido colocar un poco de música en mi reproductor para poder olvidar la relación de odio que tengo con la preparación de comida. Tomo los ingredientes necesarios para cocinar algunas arepas con coco, es de las pocas recetas que me salen bien, ya que siempre que voy a casa de mi abuela, la hacemos. Lastimosamente, no la volví a ver, ya que el mudarnos implicó no solo alejarnos de la ciudad sino también de nuestra pequeña familia.
Cuando tengo los ingredientes en una taza de madera, comienzo a mezclarlos mientras tarareo la canción que tengo de fondo.
—¡Volvimos! —grita Vale al ingresar al Dair, ya que yo me encontraba sola. Vale y Kang había salido a hacer algo, Ethan fue a caminar por el bosque y Hunter decidió leer un poco al aire libre—. Amo esa canción —exclama en voz alta, a los pocos segundos se encuentra bailando en la cocina. Ella mueve las caderas al ritmo de la canción animadamente, y luego de robarme unas cuantas arepas de forma descarada, abandona la cocina para terminar de alistar su maleta y volver a Argentina.
—Hasta el lunes, Tayshell —expresa Kang. Yo salgo de la cocina y me dirijo hacia él y hacia Vale que ya se van para poder despedirme. Ambos salen del Dair y en ese mismo momento tanto Hunter como Ethan vuelven del exterior.
—Tayshell, necesito tu ayuda —comenta Hunter un poco alterado.
—Depende —respondo—. ¿Qué sucede?
—¿Nos acompañas al pueblo élfico que hay cercano aquí? —cuestiona él.
—¿Qué? —replico con el ceño fruncido y vuelvo a la cocina para poder tomar las arepas que preparé hace algunos minutos.
—Yo quiero una —dice Ethan entrando a la cocina.
—No —respondo quitando el plato de sus manos—. ¿Me quieres explicar, Hunter?
—Quiero recopilar información y sucesos importantes de los últimos días de cada criatura, quizás así logremos averiguar qué está sucediendo —explica él.
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The Elements College | Terminada
FantasyDespués de cincuenta años de espera, el Colegio de los Elementos, vuelve a abrir sus puertas. Jóvenes de todas las partes del mundo serán convocados a tomar sus papeles como guardianes de la naturaleza. Sin embargo, algunos sucesos extraños y una an...