—Hasta el lunes —decimos todos al unísono, antes de entrar a nuestros túneles elementales por última vez dentro de un próximo lapso de tiempo. Todos se encontraban con sus maletas y en el caso de Hunter, llevaba varios libros para devolver a su habitación. Oh y casi lo olvido, Vale se encontraba con su mascota el Señor Galletas, ya que debía dejarlo en Argentina... no podía dejarlo en este lugar por un tiempo indeterminado.
Atravieso todo el pasillo de madera hasta llegar finalmente a mi tropical hogar. Salgo del árbol por aquella extraña grieta que se forma al contacto de la magia y luego de suspirar el cálido aire del pacífico, me encamino a mi cabaña.
Camino unos pocos minutos por el bosque hasta que finalmente observo mi hogar y a mi pequeña familia esperándome en él.
—¡Te extrañamos tanto, princesa! —exclama mi padre para luego rodearme con sus brazos. Este es de los detalles que más voy a extrañar cuando ambos mundos estén separados.
—Y yo a ustedes —respondo y me alejo de mi padre para abrazar a mi hermano, Mason.
—No vas a creer quien vino a visitarnos —comenta Mason entre risas.
—¿Quién?
—Tayshell, querida —grita mi tía desde el pórtico de la casa, ella sale corriendo hacia mí y me abraza fuerte. Muy fuerte—. Tenemos que hablar sobre tanto —dice ella emocionada.
—Tía, soy tan afortunada por tenerte aquí —respondo, alejándome de ella con una sonrisa.
—¿Qué necesitas? —pregunta riendo. Mi tía Celia me toma del brazo y juntas entramos a la cabaña.
—¿Cómo sabes que te iba a pedir algo?
—Te conozco muy bien; por eso sé que jamás te emocionarías tanto por verme —dice dirigiéndose a la cocina, la cual tiene tonos claros y está perfectamente amueblada por mobiliario en madera. Toma un vaso y se sirve un poco del agua fría del grifo—. ¿Qué quieres? —añade y toma un sorbo de la bebida.
—Eso sonó como si fuera la peor persona del mundo —respondo, cruzando mis brazos.
—No eres la peor persona del mundo, pero tampoco eres la más afectuosa.
—En eso tienes razón —contesto riendo—. Bueno, tía, para nadie es un secreto que eres una increíble costurera. Así que... —digo haciendo la última vocal más larga de lo que es—. Necesito que me hagas un vestido. —Mi tía se comienza a reír.
—¿Estás haciéndome una broma? Hace mucho no hago prendas como vestidos.
—Emm no —respondo—. Necesito un vestido para un baile de invierno.
—¿Invierno? Pero si en estas fechas hay calor. —Me regaño mentalmente por olvidar que el Elements College no queda en mi país y según toda mi familia, yo estoy estudiando en una universidad cerca de la zona.
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The Elements College | Terminada
FantasyDespués de cincuenta años de espera, el Colegio de los Elementos, vuelve a abrir sus puertas. Jóvenes de todas las partes del mundo serán convocados a tomar sus papeles como guardianes de la naturaleza. Sin embargo, algunos sucesos extraños y una an...