『Capítulo 12』

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     Los días pasaron e incluso algunas semanas también y no tuvimos noticias ni pistas nuevas sobre el tema de la profecía

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     Los días pasaron e incluso algunas semanas también y no tuvimos noticias ni pistas nuevas sobre el tema de la profecía. Hasta que, en medio de un gélido viernes de noviembre, luego de salir de clases de transformación nos encontramos con la sorpresa de que había algunas cartas para Hunter. El chico las tomó de forma disimulada y las comenzó a leer a espaldas de Emily, ya que ella aún era sospechosa.

—Iré a caminar un rato —indica la chica de ojos grisáceos tomando su suéter y desapareciendo por las escaleras que llevan al exterior.

—Che, ahora que no está, ¿qué dicen las cartas? —exclama Vale, quien llevaba entre sus manos un mate recién preparado.

Todos tomamos asiento en la cama de Hunter y nos disponemos a poner atención a las cartas que fueron enviadas para él.

—Bueno, ¿por dónde empiezo? —exclama él mientras pasa sus dedos por su castaño y sedoso cabello—. Dirla, iniciemos con ella —añade tomando dicha carta—. Ella se tomó la amabilidad de interrogar a los duendes; ellos aún mantienen intacto su símbolo de paz, pero ya han sucedido dos situaciones extrañas, así que no pueden decirnos a ciencia cierta, quien es el sospechoso —explica detalladamente—. Bueno, la primera situación fue una pelea que sucedió porque un duende rompió una especie de trato que habían hecho días atrás. —Suspira—. La segunda sucedió cuando un duende decidió robarle algunas joyas a un efímero en medio de la noche, ya que para nadie es un secreto que los duendes son caracterizados por su gran codicia.

—¿Ahora qué haremos? —pregunta Sophie con voz suave.

—Solo se me ocurre ir a su pueblo e intentar indagar más en ambos casos. Tal vez podemos ir este fin de semana —exclama Hunter.

—¿Qué dice la carta del elfo? —cuestiona Ethan.

—Claro, Kalian. Él dice que logró hablar con los vampiros y hombres lobo, lo cual nos facilita mucho el trabajo —dice Hunter—. Los vampiros; ellos perdieron su símbolo de paz, además, según leo en la carta dice que uno de los vampiros acabó matando a una chica efímera, esto se supo ya que otro de sus compañeros lo vio. Recuerden que los vampiros al igual que nosotros y los hombres lobo compartimos mundo y sangre tanto efímera como mortal. Retomando el tema, en una noche de pasión, mordió a la chica y no pudo desistir al líquido rojo —expone él—. Así que la acabó matando —añade tragando grueso.

—Pobre, chica —dice Sophie en tono apagado—. ¿Y el hombre lobo?

—Sucedió algo parecido —exclama Hunter—. Los hombres lobo aún no pierden su símbolo de paz. Hace algunas noches atrás, fue luna llena así que sus instintos se vuelven desenfrenados, el sospechoso esa misma noche fue a visitar a su familia, pero al caer la luna su impulso de hambruna lo llevó a morder a su hermana, por suerte ella se logró liberar y él escapó al bosque —comenta él—. ¡Esto es horrible! —añade dejando caer su cabeza hacia el respaldar de su cama.

The Elements College | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora