—Despierta, Tayshell —exclama Sophie en voz alta—. Tenemos la clase de pócimas y no hemos terminado la tarea —añade preocupada.
—¿Qué hora es? —cuestiono aún somnolienta.
—Faltan treinta minutos para entrar a clases —alerta Kang quien ya se encuentra haciendo la poción Verum.
Con rapidez tomo mi kit de pócimas y comienzo con la creación de esta; siguiendo al pie de la letra, la receta en la página 35. Corto con gran facilidad los hongos silvestres y las hojas del árbol Straif, las cuales recolectamos ayer luego de salir del colegio. Una vez cumplido este paso, coloco algunos trozos de ambos ingredientes en uno de los frascos, el cual ya tiene varias gotas de rocío en su interior y, por último, coloco una pizca de escarcha de nieve.
—Al fin —digo en un suspiro de alivio. Dejo la pócima sobre mi cama y corro al baño para poder tomar una ducha y posterior a ella, vestirme.
—Llamaré a cada uno de ustedes para poder probar que tan efectiva es la pócima que les dejé como tarea —indica la profesora Sabrina—. Hunter, serás el primero. Ven acá —habla ella. Mi amigo castaño se levanta y se encamina al frente de la clase, acompañado de su Verum—. Bébelo —dice. Él asiente y bebe la pócima.
—Listo —comenta el chico con repulsión al tomarla.
—Bien, ahora te preguntaré sobre algo —añade la profesora para luego quedarse unos segundos pensando dicha pregunta—. ¿Experiencia que jamás olvidarás?
—Fallecimiento de mi madre —responde él con rapidez y sin pensarlo, pero al escuchar su propia respuesta baja de forma inmediata su mirada al suelo.
—¡Oh, cariño! No tuve que preguntar eso. Discúlpame —expresa Sabrina muy avergonzada. Hunter tan solo se queda mirando el suelo, toma su pócima y vuelve a su asiento. Ya quedó más que claro que su poción fue todo un éxito.
—¿Cuándo tarda el efecto? —pregunta él en un tono casi inaudible.
—Tan solo unos pocos minutos —responde ella en voz baja. Es imposible ignorar el ambiente cargado de tensión—. Seguiré haciendo las preguntas de forma privada. Hunter, nuevamente, discúlpame.
Luego de eso, todos somos sometidos a una pregunta para saber si en verdad logramos conseguir la elaboración de dicha pócima. Claramente, las preguntas no deben ser fáciles de responder, pero bajo el efecto de dicha bebida mágica decir aquello es algo muy simple.
—¿Mayor miedo? —pregunta la profesora, luego de haberme sentado en una silla junto a su escritorio.
—Muerte y arañas —respondo con rapidez, lo cual me asombra, ya que nunca suelo decir la palabra «muerte» tan fácil.
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The Elements College | Terminada
FantasíaDespués de cincuenta años de espera, el Colegio de los Elementos, vuelve a abrir sus puertas. Jóvenes de todas las partes del mundo serán convocados a tomar sus papeles como guardianes de la naturaleza. Sin embargo, algunos sucesos extraños y una an...