En una larga noche de insomnio se resumen las siguientes horas que transcurrieron, luego de saber la teoría de Hunter; la cual poseía mucha veracidad en cada una de sus palabras. Por ello, nos resultó casi imposible lograr dormir por más de algunas horas seguidas.
Una vez que logramos recobrar nuestra realidad, intentamos analizar sobre cuál sería nuestro siguiente paso, pero nadie —ni siquiera Hunter— tenía idea de cuál podría ser. Teníamos información que resultaba bastante prometedora, pero no podíamos ver si era real; de igual forma, no había nada más que hacer que vivir el día a día y ver que otra pista o circunstancia se nos podía atravesar en el camino.
Todos al no dormir tan bien, nos levantamos muy de mañana y comenzamos a alistarnos para nuestro día lectivo.
Me levanto de la bañera y rodeo mi torso con la toalla, así mismo comencé a pasarla por mi cuerpo en busca de eliminar todo rastro de humedad. Observo de reojo el espejo para luego centrarme en la herida que aún yace en mi brazo. Por suerte, disminuyó su tamaño y ya no se encuentra tan desagradable con ayer.
Enfoco mi mirada en el vestido que llevo como uniforme y me dispongo a cubrir mi pálida tez con él. Mi cabello decido atarlo en una coleta con mi flequillo y algunos mechones sueltos que enmarcan mi rostro.
Salgo del baño y me encamino a mi cama en donde alisto mis cuadernos para el día de hoy, pero percibo que alguien se sienta junto a mí.
—¿Cómo seguiste? —pregunta Ethan observándome fijamente.
—Bien, ya... ya se ve mejor —respondo un poco extrañada por la reciente preocupación del rubio.
—¿Quieres volver a cubrirla? —dice tomando mi brazo con cuidado.
—Creo que con el Sanitatem bastará. —Él asiente y se dirige a su cama, y al volver, trae consigo dicha pócima. Quita el corcho que evita que el líquido se derrame y junto a una pequeña toalla coloca un poco de ella en mi brazo. Esperamos alrededor de treinta segundos y la herida disminuye aún más su tamaño, llevándome a pensar que hoy quizás desaparezca; si vuelvo a colocar un poco más en algunas horas—. ¡Gracias! —añado en un suspiro casi inaudible. Él me brinda una pequeña sonrisa para luego ser rodeados de silencio completo, ambos nos quedamos mirándonos por algunos segundos, hasta que somos interrumpidos por mi coreano favorito.
—Hey, ya nos vamos —indica Kang desde la puerta, intentado ocultar una risa. Ethan se levanta y se dirige a la salida del Dair.
—Claro —respondo, sacudiendo ligeramente mi cabeza intentando dejar atrás la escena pasada. Tomo mis cuadernos y pluma de cristal, y me encamino a la salida, en donde Kang me estaba esperando con una sonrisa maliciosa—. No digas nada —amenazo pasando delante de él e inicio a subir las escaleras.
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The Elements College | Terminada
FantasyDespués de cincuenta años de espera, el Colegio de los Elementos, vuelve a abrir sus puertas. Jóvenes de todas las partes del mundo serán convocados a tomar sus papeles como guardianes de la naturaleza. Sin embargo, algunos sucesos extraños y una an...