『Introducción』

879 64 71
                                    

      Las olas de mar acompañadas de espuma marina llegan a mis pies

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las olas de mar acompañadas de espuma marina llegan a mis pies. Observo con una gran sonrisa reflejada en mi rostro, el cielo tintado de colores cálidos los cuales se entrelazan formando un atardecer digno de admirar.

Despego mi vista del paisaje para centrarme en la pantalla de mi celular y me percato que en pocos minutos el autobús que me llevará devuelta a mi hogar, saldrá. Así que a grandes zancadas llego al árbol en donde dejé mi bolso hace tan solo algunos minutos.

—Hasta el martes. —Se despide Isaac, uno de mis compañeros de trabajo. Respondo lo mismo y tomo rumbo a la parada de autobuses.

La brisa es un poco fría a pesar de que me encuentro en las costas del pacífico, pero creo que es algo lógico, ya que mi vestimenta consta de tan solo una falda playera de flores y una blusa corta en color negro. No crean que este es mi uniforme de trabajo, lo que sucede es que el hotel para el cual trabajo como ama de llaves, me permite pasar la tarde junto a las olas de océano, mientras que no utilice el uniforme.

Cuando el autobús finalmente llega, subo a él y busco un asiento en el cual sentarme, y por suerte hay uno desocupado.

Mi casa no queda realmente lejos, pero siempre que tengo que trabajar debo viajar del pueblo al hotel, además, de que debo caminar algunos minutos para poder llegar a mi hogar, ya que este está entre las montañas. Dicha localización permite tener una de las mejores vistas del mundo.

Una vez en mi parada, bajo del autobús y emprendo camino hacia mi hogar. El pueblo es realmente pequeño, pero cuenta con todo lo necesario. Un supermercado, varias tiendas, escuela y una iglesia, son las infraestructuras principales que componen este pequeño poblado.

Cuando finalmente me estoy acercando a mi hogar, recibo un mensaje de Mason, mi hermano mayor, quien me suplica que tarde algunos minutos más en llegar, ya que estará con su novia, Emma.

Ruedo los ojos ante el mensaje, pero decido seguir su juego, porque más tarde podré negociar con él, las deliciosas galletas de chocolate que horneó ayer mi padre.

—¡Genial! —reprocho mirando el cielo estrellado, pero al bajar mi vista, puedo observar una piedra extraña, la cual tiene un símbolo el cual me resulta desconocido. Me dispongo a tomar la roca, pero al hacerlo aquel dibujo extraño de lazos que forman cuatro esquinas, comienza a emitir luz la cual parpadea cada cierto tiempo—. Ahora si voy a necesitar un psiquiatra —exclamo confundida.

Camino algunos pasos y observo como el parpadeo suele ser más recurrente, entonces por instinto decido seguir aquella pista y ver a donde me lleva, ya que la curiosidad siempre suele ganar o por lo menos, en mi caso, así es.

—Esto debe ser una broma —digo al ver que la rara piedra me ha guiado a un tronco de árbol—. Bien, ¡caí! —añado en voz alta y mirando mi alrededor—. Ya pueden salir los camarógrafos y darme un cheque por varios colones. —Pero, tal y como lo pensé nadie salió a mi llamado.

The Elements College | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora