Despierto ante un intenso y punzante dolor proveniente de mi mano y para mi sorpresa me encuentro con alguien o algo frente a mí, junto a mi cama. Su rostro estaba cubierto por la misma túnica negra que vestía; por ende, dicha criatura era irreconocible.
Miro mi brazo y me percato que en ella hay una cortada de tamaño promedio, bastante cercana a mi muñeca. Observo como la criatura comienza a pronunciar algunas palabras extrañas, provocando que de la herida la cual ya me dolía, comience a arder con fulgor e intensidad.
La sangre no tarda en correr por mi brazo, intento gritar y alejarme, pero no puedo hacer nada. Aquello era como una especie de parálisis del sueño, pero mucho peor.
Derramo algunas lágrimas por el dolor, las cuales son recolectadas y enfrascadas por la criatura encapuchada, de igual forma hace lo mismo con un poco de mi sangre. Luego de eso, desaparece.
Me levanto de un salto de la cama con la respiración muy agitada. Enciendo de forma inmediata la luz de la lámpara de mi mesa de noche y no hay nadie junto a mí. Todos mis compañeros se encuentran en un profundo sueño.
—¿Qué fue eso? —pregunto en un susurro. Observo mi muñeca, pero en ella no había rastro de sangre, tan solo había una pequeña cicatriz, la cual nunca antes había tenido—. ¿Entonces eso fue real?
Ante esa idea que lograba que un fuerte escalofrío recorriera mi cuerpo entero, decidí quedarme sentada en mi cama, sin intenciones de caer en un dulce —o no tan dulce— sueño. No iba a dejar que lo que fuera eso, me volviera a atacar. No iba a ser tan ingenua.
***
Desconocía por completo la hora exacta en la cual me encontrada y el estar en una habitación bajo el suelo no ayudaba, ya que los tenues rayos del sol de la mañana no lograban atravesar los inexistentes vidrios de las ventanas.
Pero, sin importar qué; seguí esperando a que el día iniciara.
—¡Buenos días, Tayshell! —exclama Sophie con voz ronca, pero a los pocos segundos de pronunciar aquellas palabras, se queda congelada—. Espera, ¿te despertaste antes que los demás? —pregunta asombrada.
—Se podría decir que he tenido mejores noches —respondo y procedo a levantarme para ir al baño, no aguanto esperar un segundo más en esta cama. Es insoportable la espera para alguien impaciente como yo.
Tomo unos pantalones ajustados negros y una blusa en el mismo color, además de mis botas pequeñas, esto ya que, según mi horario rotativo, hoy jueves tengo una vez más, clases de Combate y por obvias razones, nadie asiste a dichas clases con el uniforme diario del colegio.
Con la idea despejar mi mente de aquella pesadilla vivida hace tan solo algunas horas, intento tomar una ducha caliente.
Luego de pasar algunos minutos en la bañera, cubro y seco mi cuerpo con una de las toallas blancas e intento hacer una trenza con mi cabello oscuro. Por último, me visto con las prendas la cuales poseen una sola tonalidad oscura y una vez lista, salgo del baño.
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The Elements College | Terminada
FantasíaDespués de cincuenta años de espera, el Colegio de los Elementos, vuelve a abrir sus puertas. Jóvenes de todas las partes del mundo serán convocados a tomar sus papeles como guardianes de la naturaleza. Sin embargo, algunos sucesos extraños y una an...