Tomo mis patines y los coloco dentro de mi maleta junto a mis prendas de vestir. Es increíble lo rápido que pasó todo; hace tan solo dos días yo tenía un trabajo normal como ama de llaves, hace un día llegó el extraño profesor Dark para poder hablar con mi padre y Mason sobre el mundo feérico, y ahora me encuentro haciendo el equipaje para irme a vivir a un lugar, el cual desconozco por completo.
—Al menos ya no tendré que traumarme más con cosas que encontraba en las habitaciones del hotel —expreso con repulsión al recordar. Tan solo llevo seis meses en ese trabajo, pero me he encontrado más preservativos en las habitaciones que en una farmacia. Varias veces me llegué a preguntar si eso era un hotel o un motel.
Cuando finalizo de empacar todas mis pertenencias, tomo mi equipaje y me retiro de mi habitación, no sin antes darle un último vistazo lleno de nostalgia.
—¿Lista, hermanita? —menciona Mason, revolviendo mi cabello oscuro.
—Por supuesto, estoy emocionada de no volver a encontrarme con tus prendas íntimas —exclamo riendo.
—Mason, ¿quieres explicarme? —cuestiona indignado mi padre a Mason.
—No le hagas caso —responde él mirándome con odio—. Te voy a extrañar, Tayshell —añade mi hermano mayor mientras me brinda un cálido abrazo—. Ahora todas las galletas serán mías —susurra a mi oído.
—Puedo volver por las noches a robar tus preciadas galletas —respondo en voz baja mientras continúo abrazándolo.
—Mi linda, princesa. No sabes cuanta falta me vas a hacer —expresa mi padre rodeándome con sus brazos—. Estoy orgulloso de ti, hijita. No todos lo días sucede algo así —añade besando con ternura mi frente.
—Te voy a extrañar demasiado y a ti también, Mason —exclamo con los ojos llorosos. Estos dos hombres siempre han estado conmigo, no puedo imaginar mi vida sin ambos—. Hasta la próxima —digo despidiéndome de ellos con mi mano derecha.
Camino junto a mis maletas y la piedra mágica en mi mano hasta llegar al árbol de aquella extraña noche. La coloco en el mismo lugar y el túnel una vez más aparece de la nada y entro en él.
Permanezco caminando por aquel oscuro pasadizo hasta que poco a poco percibo la suave luz del bosque.
—Bienvenida de nuevo, Tayshell Sáenz —exclama Shine, la directora de cabello marrón.
—Gracias —respondo desconfiada. Me resulta muy extraño que esta señora sepa el nombre de cada uno de los jóvenes que hay aquí.
Me quedo parada en donde me encuentro, ya que no soy muy buena socializando. Así que decido quedarme en silencio pretendiendo que no soy nadie.
—Sería genial ocultar mi vida asocial con mi celular —susurro con frustración, ya que nos prohibieron traer celulares y computadoras, tan solo podíamos traer un reproductor de música.
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The Elements College | Terminada
FantasíaDespués de cincuenta años de espera, el Colegio de los Elementos, vuelve a abrir sus puertas. Jóvenes de todas las partes del mundo serán convocados a tomar sus papeles como guardianes de la naturaleza. Sin embargo, algunos sucesos extraños y una an...