El pasar de los días ocurría tan de prisa que resultaba difícil no notar el cómo transcurrían las noches de invierno. Estamos a pocos días para que la navidad se celebre y con ella, el baile a cargo de los estudiantes del agua; un día antes de la víspera de año nuevo.
Nuestro grupo de amigos luego de estar una hora eligiendo cómo celebraríamos este día, nos decidimos por una acogedora cena. Muchos se pueden preguntar, ¿por qué tanta dificultad para organizar un plan navideño? Bueno, somos seis personas con costumbres totalmente distintas. Todos celebramos estas fechas de diversas formas.
Era viernes por la tarde. Luego de acabar las clases de criaturas, en donde conocimos un poco más sobre los dragones, nos dirigimos a la clase elemental, pero el profesor Brice nos dio la tarea de ir al pueblo feérico y encontrar criaturas que nos ayudaran con el baile de invierno; por ende, nos dejó la tarde libre, y Kang y yo aprovechamos para hacer las compras de la cena.
Todos los estudiantes del elemento del agua, nos dirigimos a la aldea la cual en mi caso tan solo he ido una vez y esa fue para comprar un poco de ingredientes y alimentos para poder cocinar en el Dair.
Éramos unos quince estudiantes caminando al mando de Erick, un chico de tez morena y cabello oscuro, el cual ama siempre ser el centro de atención.
—¡Bienvenidos a Spell Town! El pueblo dedicado al comercio del bosque Boreal —exclama el chico con orgullo.
—Lo dice como si ninguno de nosotros haya venido aquí antes —susurro a Kang y a él se le escapa una pequeña risa.
—Vamos a separar las tareas —indica una chica de cabello marrón muy claro como la miel.
Así inicia la división de la lista de tareas brindadas por el profesor Brice, algunos se encargaron de buscar a elfos que nos ayuden con la música, algunos otros se encargaron de comprar ingredientes y decoraciones para el salón y al último grupo —en este me encontraba yo— le tocó ir a buscar a un grupo de guardianes o alguna criatura que brinde su servicio en la cocina, ya que alguien debe encargarse de los aperitivos de dicha noche.
Junto a Kang y otros compañeros, nos dirigimos a varias cafeterías y comedores —restaurantes del mundo feérico—, en busca de la mejor opción de bocadillos.
Spell Town es el lugar que todo efímero imagina cuando se le habla de una aldea mágica. Pequeñas casitas de piedra rodeadas de plantas y con decoraciones en madera que toman la función de mercados, en los cuales se comercializa artículos de hechicería, plantas para pócimas y brebajes, negocios de alimentos, tiendas de ropa y un local monetario. Este último es el «banco» del lugar, solo que es de un tamaño bastante menor que a los de nuestra realidad.
Algo que me resulta divertido de este lugar, es que puedes adquirir productos sin necesidad de tener dinero, ya que muchos realizan intercambios de artículos. Claro, solo si dicho objeto es de interés para el vendedor. La primera vez que vine a este lugar cambié un muy antiguo reloj por una caja de mentolines —chocolates con relleno de menta— y un libro sobre criaturas mágicas. Hacer el intercambio no fue difícil, ya que el mercader se trataba de un duende y a esas pequeñas criaturas se les puede cambiar cualquier cosa, mientras sea brillante.
ESTÁS LEYENDO
The Elements College | Terminada
FantasyDespués de cincuenta años de espera, el Colegio de los Elementos, vuelve a abrir sus puertas. Jóvenes de todas las partes del mundo serán convocados a tomar sus papeles como guardianes de la naturaleza. Sin embargo, algunos sucesos extraños y una an...