Max y Stella ✓

Capítulo 30

Stella Baker

No me esperé que Max fuera al pub a buscarme, mucho menos que me viera con Andrés. Tampoco me esperé que supiera toda la verdad sobre Jaden y que él fuera Tumejorlector001. Aunque, lo admito, debí haberlo intuido con ese nombre de usuario. Lo bueno es que me ahorré contarle esas dos cosas. Me quité un gran peso de encima.

Al mirarlo recuerdo lo que pasó ayer después de hablar e ir a mi cuarto. Estoy en clase, es mejor no acordarme de eso ahora. Pero sí, pasaron varias cosas entre nosotros. Me hizo pagar lo de Andrés. Aunque, más que un castigo, fue un gran premio.

—Alumnos, hoy os daré una gran tarea, es bastante importante para este curso —nos dice la profesora de psicología criminal, Dana—. El trabajo será en parejas para que aprendáis a trabajar en equipo con más personas y también, para que os resulte más fácil hacerlo. Debéis buscar un caso no resuelto que os llame la atención. Si es antiguo, mucho mejor. —Miro a Max al escuchar que será por parejas, él me mira a mí también. Con esa mirada, decidimos hacer el trabajo juntos—. No os digo que resolváis el caso, sino que hagáis un perfil psicológico de ese asesino e intentéis sacar una conclusión de todo lo que pudo pasar en la escena del crimen. Valen casos de asesinato, supuestos suicidios —al escuchar esas dos palabras, me tenso—, y desapariciones.

A simple vista, el trabajo parece muy entretenido y fácil. Investigar sobre un caso que nos llame la atención, es para eso que quería estudiar criminología. Estudiar casos de asesinatos, intentar averiguar qué fue lo que pasó y quién puede ser el supuesto asesino.

—¿Cómo vamos a investigar el caso? —pregunto.

Porque necesitaremos algún tipo de ayuda para más información.

—Hablé con un par de amigos míos policías —contesta Dana, despreocupándonos—. Ellos os facilitarán muchas cosas, pero, no os darán toda la información. Tan solo la precisa para que os hagáis una idea.

—¿Cuánto cuesta este trabajo? —se atreve a preguntar Julie.

—Tan solo diré que es muy importante —sonríe Dana—. Tenéis hasta fin de curso para terminarlo. Quien no lo entregue, suspenderá mi asignatura.

—¿Y si dieron el caso por cerrado, pero tú crees que hay algo más detrás de lo sucedido? —pregunta un chico.

—También me vale. Quiero que investiguéis un caso por pareja, un caso... extraño y que vosotros creáis que podéis llegar al fondo del asunto. Sé que es difícil, porque si no lo averiguó la policía... ¿unos alumnos de primero de criminología lo averiguarán? Probablemente no, pero vosotros intentadlo. Es la primera vez que hago este trabajo, así que, si sale bien, lo haré en más cursos.

—¿Y qué debemos hacer? ¿Un informe con todos los detalles? —cuestiona Max, medio adormilado.

Él todavía no es persona a estas horas de la mañana. Se entera de lo justo.

—Exacto, con el nombre de la víctima, familiares, sospechosos... Vosotros echadle imaginación. Tenéis varios meses, no os estreséis, pero tampoco os relajéis. Tranquilos, pero no lo dejéis para último momento —nos advierte la profesora—. Ahora que ya está explicado, podéis formar las parejas.

Camino hasta la mesa de Max, apoyando mi trasero en su pupitre. Sus manos están metidas en los bolsillos de su sudadera y sus ojos, están entrecerrados. Se mantiene despierto a duras penas. Luchando contra el sueño que tiene.

—¿No te parece raro? —pregunto, logrando que me mire a los ojos.

—¿El qué?

—Este trabajo en sí. Investigar un caso, cuando apenas hemos comenzado la universidad.