Melodías de Verdad

Extrañas Palabras procedentes de la Nada

En ese momento la Nada al percatarse de todo lo cual contra ella se planeó, inmediatamente actuó, cumpliendo su única intención al corromper aquello que representó al Eterno Creador, ya que todo lo surgido de su Existencia en Algo mucho mayor se convirtió, por ello realizó lo mismo que la Voz de El que Todo lo puede contemplar al acercarse y hablarle a cada Ancestral; ellas recibiendo las mismas palabras procedentes de un lugar que no les era permitido admirar, pero por causa de la curiosidad comenzaron a prestar atención en la voz que les pidió dejar de exaltar al Eterno Creador, más dichas esencias al no reconocer aquella petición, decidieron no hacer caso y continuaron con su constante adoración, sin embargo a pesar de la Luz que les conformó, lentamente algo en su interior cambió, lo cual en tiempos posteriores como naturaleza se conoció, provocando ello que algunas comenzaran a tener mayor atracción hacia la voz en comparación a las demás, pero de esto ninguna Ancestral se atrevió a preguntar a la Existencia del Eterno Creador que sobre todas siempre se encontró; por lo cual  a la Existencia previamente concebida por El que Todo lo puede contemplar se dedicaron a exaltar, mientras en su interior un enfrentamiento contra sí mismas inició, algo que toda creación deberá afrontar cuando estuviese lejos de la Verdad y esto es: Encontrarse constantemente en el dilema de hacer caso a su naturaleza ó a la eterna Existencia.
A pesar de sus constantes fracasos, entre las doce Ancestrales la Nada continuó deambulando, ello para tratar de persuadir esa parte en cada una que yacía lejos de El que Todo lo puede contemplar y la cual podría ser vuelta a semejanza de lo que ésta era, acercándose a una de las doce Esencias que poco a poco le escuchó y en sus palabras prestó atención, sin embargo a pesar de sus constantes intentos por persuadir a la Ancestral, la Nada ningún cambio real consiguió realizar, ya que la Esencia tuvo curiosidad por escuchar a la extraña voz pero no intenciones de obedecer lo que la Nada le pidió; siendo éste el motivo que impulsó a la corrupción para alejarse de la Ancestral que continuó adorando con sinceridad a El que Todo lo puede contemplar, dando paso a un tiempo prolongado de tranquilidad el cual fue interrumpido por la corrupción que repentinamente ante las doce Ancestrales se presentó, mas ésta permaneció oculta a su visión, empleando en esa nueva ocasión palabras no ajenas ó contradictorias a la encomienda brindada por el Eterno Creador, sino alterando un poco el propósito que en el Principio a las doce esencias les brindó, susurrando palabras a esa Ancestral que mayor curiosidad mostró hacia la extraña voz, pues aquel sonido habría sido considerado como Verdad, pero ésta resultó ser algo mas tras haberle sido agregado una porción a las Palabras del Eterno Creador, convirtiendo la absoluta Verdad en algo extraño y diferente a la misma Eternidad; pero esto no fue comprendido por la Ancestral que escuchó con atención aquella voz: —Como una creación surgida de la Existencia que yace sobre ésta Eternidad, debes cumplir tu encomienda y siempre adorar a El que Todo lo puede contemplar, más si lo haces continuamente y con mayor devoción, ello al Eterno Creador le parecerá mucho mejor, y para ti con esa sabiduría que la Existencia desde el Principio te otorgó, te será sencillo comprender que mis palabras son verdad y no algo diferente a lo declarado por El que Todo lo puede contemplar —Y tal como la Nada le compartió, sus palabras en apariencia el propósito de la esencia no alteró, más esto no fue del todo verdad, ya que había agregado al final: —. Si adoras a la Verdad mucho más que las demás, Ésta te llegará a recompensar, pero debes recordar que tal acción realizarás porque tu propósito es exaltar a El que Todo lo puede contemplar, Quien al final sin duda te retribuirá, porque tú serás más en comparación a las demás —Y así lo hizo aquella Ancestral, adorando con mayor intensidad a la Verdad, Ésta siempre derramada por la Existencia procedente de El que Todo lo puede contemplar, provocando que las once comenzaran a observar a su igual, llenas de esa llamada curiosidad que poco a poco creció en su interior y de la Verdad les alejó.