El Principio de una amena relación

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Después que El Todo les habló fue más fácil para toda Creación el establecer de manera paulatina una amena relación, la cual se fortaleció en el instante que Tikvah le confesó a Iaverah cada motivo y razón que le hubo llevado a decidir apartarse del lugar en donde le concibió El que Todo lo puede contemplar, seguidas sus Palabras por las de Iaverah que relató los primeros tiempos al lado de su igual, siendo la corrupción en ambas historias algo primordial, pues mientras en una, la razón de su separación fue la codicia y curiosidad por saber más, la otra Esencia había padecido un terrible malestar cuando su igual le hubo despreciado al encontrar a alguien más al sentirse insuficiente para formar una Hejad, concluyendo su unión en el instante que la Creación concebida con Iaverah se alejó y nunca regresó, ello al ser engañada por el deseo en su interior que le había impulsado a retirarse en busca de otra Creación, la cual según su propio criterio, fuese más apropiada que la Esencia apartada como su igual, sin embargo durante incontables tiempos viajó por el Caos hasta que finalmente su tiempo se cumplió y no logró realizar el anhelo de su interior, ya que la corrupción completamente le dominó, desapareciendo en la oscuridad ante la incauta Creación ahora llamada Iaverah que le había seguido hasta el final, por lo que le fue posible contemplar desde la lejanía cómo su igual se desvaneció mientras  la que fuese su última Ubraia emitió; una canción llena de tristeza que a Iaverah conmovió, ello al culparse por no haber sido suficiente, pues de haberle brindado lo necesario a su igual, no se habrían separado y hubiesen creado una próspera Hejad, mas en cambio solo la tristeza y el dolor en ese tiempo conoció, una pesada carga que permaneció sobre la Creación hasta que El Todo le habló y liberó su interior de aquella angustia fortaleciendo la corrupción, llegando la Verdad que a Iaverah le ayudó para reconocer la realidad, pues si su igual se perdió fue por su propia decisión, lo cual le permitió a la Creación tener tranquilidad, la indispensable para seguir adelante y esperar el encuentro con su próxima igual, parte de una promesa procedente de la Eternidad otorgada para que nunca llegase a olvidar la Verdad y solamente en ésta llegase a confiar, ya que grandes cosas debía realizar, por ello la Esencia se fortaleció y aquella extraña voz no le convenció ó perturbó su interior aún cuando en ocasiones le habló sobre la sensación que Tikvah le provocó, la cual encontró similar a la emitida por su anterior igual; mas Iaverah esto decidió ignorar al confiar en El que Todo lo puede contemplar, Quien tras indicarle esperar al lado de esa Creación que si bien en el principio de ésta percibió una sensación de rencor hacia quien fuese su igual, conforme avanzaron los tiempos disminuyó todo resentimiento y dolor, no desapareciendo totalmente del interior de Tikvah, pero le ayudó para comenzar a olvidar lo hecho por Tavh, ya que en Iaverah encontró otra oportunidad para ser Alguien y con esto evitar que los lejanos Birkath tuviesen un terrible final.
Los tiempos transcurrieron en total normalidad mientras Tikvah evitó mencionar a Iaverah cualquier detalle ó palabra relacionado a la oscuridad, pues la Creación consideró que otros detalles merecieron su atención, además que aún a pesar de haberle hablado respecto a la corrupción, Iaverah no hubiese logrado comprender completamente la situación, ó ello Tikvah creyó, pues hubo, hay y siempre existirán cosas difíciles de explicar; quizás algunas fáciles de expresar y recibir por toda Creación dispuesta a afrontar las consecuencias de la importante decisión al optar adorar a la corrupción, algo que Iaverah desde hacía tiempos atrás se había negado a realizar, provocando el fracaso de la Nada en sus intentos por corromper el interior de la brillante Creación, esto al ser mucho mayor en ella la presencia de la Verdad, desarrollando la Esencia lo cual en tiempos venideros como Convicción le llegarían a nombrar.
Tras el pasar de los tiempos, en apariencia resultó ser esa certeza y valor ante la corrupción lo que distinguió a cada Creación, ello además de la intensidad en cuanto al resplandor que Tikvah ó Iaverah logró provocar, mas a pesar de las diferencias, finalmente se unieron ambas Esencias por medio del propósito que El Todo les otorgó cuando les concibió, siendo éste el motivo que impulsó a Tikvah para en un momento determinado comenzar a relatar a su similar aquellas inquietudes y emociones que no dejó de sentir desde hacía tiempos atrás, llegando inclusive a revelar todo lo hecho desde el instante que se alejó de ese lugar en donde fue originada al lado de Tavh, omitiendo todo lo relacionado a esa extraña voz la cual no hubo hablado a su interior, por lo que decidió no detener su historia hasta llegado con los Birkath, dando detalles minuciosos relacionados a los objetos que había dejado atrás, provocando en Iaverah una preocupación que le hizo dudar respecto a unirse con Tikvah y así establecer una Hejad; añadiendo a la conversación que esa le pareció ser la única manera de ayudar a los Birkath para protegerlos de la oscuridad, mas Iaverah en silencio permaneció y antes de brindar una respuesta a su similar, le pidió a Tikvah que la llevase a ese lugar en donde yacían aquellas figuras llamadas Birkath, pero en cambio la Esencia insistió en recibir una contestación, la cual pronto Iaverah le concedió aunque no resultó lo que su compañera esperó, pues Iaverah no dejó de percibir en Tikvah algo diferente que le hacía dudar, un detalle similar a lo provocado en su interior por la Esencia que en el Principio le acompañó y más tarde le rechazó al ser dominada por la corrupción, ello como consecuencia de la codicia que finalmente le consumió, sin embargo de igual manera como así aconteció, seguiría sucediendo a toda creación morando en el Caos y su oscuridad; más a partir de en ese momento Iaverah comenzó a padecer inseguridad, ya que con el transcurrir de los tiempos se percató que Tikvah demostró sincera preocupación por los Birkath y su prosperidad, lo cual pareció justo ante la perspectiva de Iaverah, mas lo que hizo dudar a la brillante Creación fue aquella incómoda sensación transmitida por el interior de Tikvah, siendo ésta la razón que motivó a Iaverah para comenzar a emitir constantes Ubraia dirigidas hacia El que Todo lo puede contemplar con la intención de recibir dirección, además de alejar de su interior todo aquello que pudiese alterar la Promesa que en el Principio le otorgó el Eterno Creador, pues a pesar de sus sentimientos nunca sintió a Tikvah como su igual pero de esto prefirió no hablar, así como tampoco mencionó que pese al rencor al cual la Esencia se aferró, en sus palabras siempre expresó tristeza, dolor e incluso cierta preocupación hacia que fuese su igual, lo cual le indicó a Iaverah, Tikvah se rehusó a olvidar todo lo relacionado a Tavh, pues muy en el fondo de sus emociones y sentimientos tuvo la esperanza de volver a su lugar para formar una Hejad con la Esencia que había sido apartada como su igual; comprendiendo Iaverah que El que Todo lo puede contemplar le había enviado para ayudar a Tikvah con el propósito de evitar que ésta se llegase a perder en la oscuridad como así sucedió con su igual, quien que a diferencia de Tikvah, aquella creación rechazó y olvidó completamente la Verdad lo cual provocó su final, mas su acompañante aún recordaba a Tavh, siendo esto lo que motivó la confianza en Iaverah, porque pese a la situación, no quiso que Tikvah fuese envuelta por la oscuridad.
Aprovechando la tranquilidad y el pasar de los tiempos mientras ambas existencias permanecieron en aquel solitario lugar, Tikvah comenzó a compartir el conocimiento que la Nada le otorgó, ello esperando que Iaverah confiase en ésta un poco más, pero en cambio ninguna palabra escuchó al permanecer mayormente adorando al Eterno Creador, pidiendo sabiduría y dirección a través de cada maravillosa Ubraia, ello con la finalidad de poder tomar la mejor decisión y así evitar un futuro error, mas fue la curiosidad lo que motivó a Iaverah para continuar en ese lugar, el cual ambas Esencias tuvieron que dejar atrás después de haber accedido Tikvah a la petición de Iaverah, quien constantemente insistió en contemplar aquellos Birkath que su similar tanto mencionó con anterioridad, no porque dudase de las palabras de la Creación, sino porque su intención fue conocer el motivo de la decisión por parte de Tikvah, pues fue el saber que ésta quería ayudar para que los Birkath pudiesen prosperar, causó en Iaverah una inexplicable tranquilidad, ello a pesar de ser aquella opción algo que en apariencia contradecía al propósito que el Eterno Creador les brindó; atribuyendo éste desvío a esa turbia sensación que su similar le compartió, pues lo cierto fue que si Tikvah no se hubiera sujetado al rencor hacia su igual, la presencia y el calor emanado por la existencia de Iaverah hubiesen sido suficientes para desvanecer la corrupción dominando el interior a la Creación, pero en cambio la Esencia no dejó de pensar en Tavh, quedando de ésta manera revelado ante Iaverah el rencor que Tikvah aún guardaba hacia su igual, ocurriendo en la Creación una lucha interna que hasta ese momento no prosperó, enfrentamiento que sería catalogado como correcto en tiempos venideros, y aquello considerado como necesario, ya que a pesar de la corrupción en su interior, aquella Creación jamás dudó en alejarse del propósito que se otorgó, aún sabiendo que esto le pudiese ocasionar el desaparecer en la profunda oscuridad, pues yacía firme en su decisión, incluso dispuesta a ofrecer su propia existencia a cambio de la prosperidad en aquellos Birkath que había dejado atrás, pues en estos había logrado captar una sensación que le ayudó a rememorar los tiempos cuando en el Principio permaneció al lado de Tavh disfrutando algo que la Última Ancestral nombró Felicidad.

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