La Eterna Promesa

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El transcurrir de los tiempos no se detuvieron después que la última Ancestral finalmente desapareciera de la Eternidad, dejando totalmente sola a la Esencia que su propósito no dejó de realizar, provocando en aquella fiel Ancestral una serie de emociones y sentimientos los cuales lentamente consiguieron perturbar su tranquilidad, ello al rememorar constantemente el desinterés por parte de las demás, quienes permitieron a la corrupción consumir su interior, demostrando con ello cada Ancestral que no fue la Nada lo cual provocó el que no pudiesen morar en la Eternidad, sino las mismas esencias al permitirse dominar por aquellos pensamientos y emociones que les alejaron de la realidad, y los que solo algunas de ellas trataron de cambiar antes de llegado su final, sin embargo su error no lograron enmendar por la falta de sinceridad, lo cual sucedió porque la corrupción había dominado totalmente su interior, mas esto fue la voluntad de cada Ancestral al haberse permitido dirigir por la falsedad que ellas mismas fueron capaces de crear, acontecimiento que provocó un cambio en la única Esencia delante de la Existencia del Eterno Creador, pues ésta repentinamente detuvo su exaltación, pues le fue difícil disfrutar cuando los constantes recuerdos le provocaron un terrible malestar, una incómoda sensación que a pesar de estar acompañada por la Existencia de El que Todo lo puede contemplar, constantemente sintió intranquilidad, dando origen a lo cual sería conocido como Soledad, motivo por el que tras incontables momentos la Voz se dirigió a la Ancestral para compartirle sabiduría que resonó en la Eternidad: —Tú que me has acompañado desde el Principio, ahora lo cual has decidido llamar como Soledad te comienza a dominar, pero no debes olvidar lo que es la Verdad, esto es necesario que lo puedas recordar para no dejarte llevar por la contrariedad, esa Nada que no se debe ser considerada, pues así como las otras fueron engañadas, de igual manera muchas caerán y se perderán antes de llegado su final, todo por causa de eso nombrado como Soledad; esto sucederá porque convertirán a ello sin importancia para Mí, en algo relevante para ti, olvidando que la corrupción es solo una imitación de lo cual es la Existencia surgida de mi Interior, siendo esto tu mayor preocupación, esa lucha en tu interior surgida por el remordimiento tras haber cometido ese supuesto error, pero no debes dejar que tus pensamientos y emociones te alejen de la Verdad. ¿Acaso no fui Yo, Quien ha creado todo lo que puedes sentir y contemplar? ¿Acaso no confías que todo lo he visto antes de ocurrir? Porque lo cual todo lo considerado como tiempo yace debajo de Mí y por tal motivo todo me es fácil predecir, pero mis decisiones no son para ser comprendidas ó toda creación en contradicción terminaría, pues mi visión a la suya no es la misma, y el tratar de entender Mí decisión solo les conducirá hacia la frustración —La última Ancestral delante de la Existencia de El que Todo lo puede contemplar, continuó escuchando con atención la Verdad, ello conforme luchó por no recordar aquellos instantes cuando contempló a las demás desaparecer de la Eternidad: —Yo Soy El que Soy, fui y siempre seré; el Principio y el Final, lo Primero y aquello Último que llegarán a considerar, esto en todo tiempo será, porque Yo fui antes de cualquier creación y de igual manera seguiré mas allá de éste final, más tú me serás por Voz para toda creación que estén dispuesta a escuchar, y aún cuando muchas decidan rechazar aquello que tu les puedas brindar, jamás debes olvidar la Verdad, pues ésta te permitirá permanecer en la Eternidad, por lo cual no te debes preocupar de quienes no quieran escuchar, porque contigo estaré cuando te envíe a toda creación aferrada a la corrupción, cegada por su orgullo y obstinación; por ello escucha muy bien, presta atención con la grandeza de tu interior... Lo que has llamado tiempo yace debajo de Mi Existencia al igual que tu Esencia, por eso he aquí te considero mi Mensajera, la última creación que a la extraña voz no escuchó, y por esa razón yo te usaré para terminar con la corrupción, porque tú mi primera creación surgida de la Existencia que es mi Voz, serás la causa que buenas cosas lleguen a pasar, pues de ti surgirán muchas más, algunas se mantendrán firmes y otras ante la Nada caerán —La Existencia del Eterno Creador habló a la pequeña Esencia que con libertad se movía constantemente en la Eternidad, mencionando grandes promesas y detalles que la última Ancestral atentamente escuchó de aquel intenso resplandor que sobre ella se encontró, y el cual resultó mas intenso en comparación a la Luz que le rodeó: —Pero tú no debes tener preocupación, pues de ti muchas surgirán, quienes nuevamente aquello perdido delante del Eterno Creador reunirán, pero en cambio, cuando ese tiempo llegue a pasar, ya ninguna se desvanecerá, porque la Nada no les volverá a engañar ni ellas se alejarán de la Verdad; esto sucederá porque la Mensajera las reunirá y aquella corrupción desaparecerá, pero de la misma forma como de las doce solamente una resistió, así muchas se perderán antes de llegado el Final, pero solo quienes estén dispuestas a aceptar la Verdad con sinceridad, éstas se unirán a Mi Existencia y por siempre brillarán —La Voz de El que Todo lo puede contemplar resonó con gran fuerza en la esencia de aquella única Ancestral, una maravillosa melodía que le brindó fortaleza para continuar y así pudiese olvidar toda preocupación que gran aflicción le provocó, ayudando para que todos los pensamientos llenos de corrupción como tristeza y desesperación se perdieran conforme escuchó a la Existencia del Eterno Creador, Ésta mencionando que conocía su interior y por ello las razones de su preocupación, pero no había motivo para prestar atención a los pensamientos, emociones y sentimientos surgidos de la corrupción, pues así como fueron doce al Principio, de igual manera lo serán antes del Final, y esa fue la Promesa hecha a la última Ancestral: De esta última Esencia incontables Bayith, Birkath y toda clase de creaciones surgirán, las cuales tendrán un propósito, y éste será el purificar lo que en el Principio creó la Existencia de El que Todo lo puede contemplar, retirando la Nada de toda existencia y así, ésta finalmente desaparezca; realizando tal acción en un lugar apartado de la Eternidad, en dónde la Nada tendrá gran fortaleza y llegará a prosperar, pero pese a todo lo cual ocurrirá, al final fracasará porque la corrupción nada siempre será.
Al escuchar esto, la última Ancestral comenzó a agradecer al Eterno Creador por toda Palabra que recibió, y mayor fue su alegría al continuar con su atención en la Voz, captando lo cual se le compartió, disfrutando de su sabiduría y libertad mientras El que Todo lo puede contemplar le observó presente en toda la Eternidad, y esto aconteció conforme una nueva encomienda a la Esencia se le brindó, un acto que demostraría y revelaría su confianza hacia el Eterno Creador, pero más aún, ello permitiría que todo fuese como en el Principio cuando las doce yacían en la Eternidad, siendo esto el motivo que hizo a la última Ancestral hablar y dirigirse hacia la Existencia de El que Todo lo puede contemplar: —Todo aquello que sea en beneficio de la Verdad estoy dispuesta a realizar, pues soy consciente que ello traería prosperidad, sobretodo a quienes surjan de mí interior, y llegado su tiempo le brindarán constante exaltación al Eterno Creador —Mencionó la Esencia a la maravillosa Existencia que prontamente le contestó, mientras la última Ancestral prosiguió con su adoración a la Verdad que tanto respetó: —Quienes una vez estuvieron delante de Mí, nuevamente volverán, todas regresarán porque aquello que surge de Mi Existencia no se perderá jamás; cada una en éste lugar se presentará mientras su propósito logre realizar, y la única manera de poder esto concretar, es entregar todo lo que tienen de libre voluntad a alguien más, pero tú seguramente preguntarás: ¿Cómo podré compartir si no tengo a nadie más, si solo estoy ante el Eterno Creador y su grandeza es tal que todo ha surgido de su Voz? Pero en cambio Yo te responderé porque a ti te usaré, pues la Promesa que te daré jamás la cambiaré; esto sucederá porque tales Palabras serán para ti y alguien más, ya que todo lo compartirás a toda creación dispuesta a escuchar, y éstas incontables regresarán al lugar de dónde surgirán, todas ellas unidas como Hejad, sin embargo para regresar la total prosperidad que en el Principio hubo en la Eternidad, es necesario no ser menos sino más, dejar de ser simplemente algo para convertirse en alguien capaz adorar siempre la Verdad —Cuando la última Ancestral preguntó qué debía realizar para que a toda creación le fuese posible permanecer en la Eternidad y ahí ser capaces de prosperar, en todo tiempo ante la Existencia de El que Todo lo puede contemplar; la Voz pronto le respondió a su Creación: —Debes escucharme con atención y permitir que la Nada more en tu interior, entonces Yo te ayudaré, por lo cual jamás desaparecerás, no serás nada como lo fueron las demás; pero deberás convertirte en algo más, sin embargo antes es necesario que dejes la Eternidad —Estas palabras las cuales la última Ancestral pese a no comprender en su totalidad le brindaron tranquilidad, siendo esto de fortaleza para no detenerse sino continuar, ello antes de llegado su final, dedicando su atención en proseguir adorando con maravillosas Ubraia a la Existencia de El que Todo lo puede contemplar.

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