La esencia llamada Shekerh

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No hacía muchos tiempos atrás, una Esencia fue rechazada por su igual, alejándose de ese lugar en donde El Todo le concibió tras recibir de la Eternidad un mensaje tan difícil de soportar, por lo cual terminó por alejarse de su igual, una Creación a la que similar a Tavh encontró, pues ambas con su presencia iluminadan todo lugar, retirando la oscuridad para dejar una agradable sensación similar a la tranquilidad, detalle que le fascinó, porque tras haber sido rechazada por su igual, Shekerh se dirigió al Eterno Creador pero jamás obtuvo contestación, por ello comenzó a vagar en la oscuridad, anhelando encontrar a otra Creación para establecer una Hejad y así poder prosperar, algo que no había podido realizar porque a pesar de la promesa dada por aquella oscuridad, no había hasta ese momento logrado encontrar a alguien más que le pudiese ayudar para cumplir el deseo que con el pasar de los tiempos se fue transformando en un intenso anhelo; motivo que le hubo obligado a vagar por el Caos, deteniendo su andar únicamente para pensar y así tratar de comprender el porqué su igual en sus ideas se negó a confiar, pues una y otra vez la oscuridad habló a través de Shekerh, sin embargo la igual de aquella Creación jamás escuchó, razón por la que finalmente esa Unión terminó, todo porque Shekerh a la Nada obedeció y en sus palabras refugio encontró, ya que la corrupción le compartió, que toda Esencia era capaz de llegar a ser como El que Todo lo puede contemplar al conseguir crear como en el Principio lo hizo la Voz de toda Verdad, sin embargo mientras Shekerh se aferró a tal pensamiento, su interior se alejó de la Existencia del Eterno Creador, esa Voz procedente de la Eternidad que de pronto a su igual le advirtió respecto a la corrupción, nombrando a la Esencia pura y brillante como Emeth, porque tal creación de El Todo nunca se alejó, convirtiéndose en un testimonio de la Verdad, representante de la Esperanza y toda prosperidad; pero en cambio el Eterno Creador a Shekerh se dirigió pero ésta poco le escuchó al estar mayormente enfocada en la corrupción y esa ambición oscureciendo su razón; por ello El que Todo lo puede contemplar hubo llamado como Shekerh a la extraña Creación, ya que ésta a pesar de la opción, decidió adorar a la corrupción que incluso defendió, pues fue la enigmática voz en su interior la única que no le rechazó, sino al contrario, la Nada le acompañó cuando empezó a ser sometida por la terrible aflicción, brindándole el conocimiento necesario para que pudiese comprender una aparente realidad, y ésta fue el suponer que las Esencias son iguales a la Existencia de El que Todo lo puede contemplar, mas su igual siempre le compartió que no era Verdad semejante declaración, ya que ninguna Creación se llegaría a comparar con Quien le concibió, pues si bien las Esencias eran semejantes, eso no les hacía iguales, y ello mismo sucedió con la Existencia del Eterno Creador, pues a pesar de haber surgido de su interior, jamás serían como Aquella que desde la Eternidad siempre les habló; concluyendo todo en el instante que la brillante Emeth a su igual le aclaró: —En el Principio cuando la Existencia del Eterno Creador nos concibió, fuimos semejantes y pero no iguales, mas tú dejaste de escuchar la Verdad para seguir a esa gran falsedad, y prueba de esto son tus palabras llenas con aparente verdad cuando en realidad solo honran la oscuridad, por ello has llegado a cambiar, al punto que no puedo percibir nada dentro de ti, lo cual es Verdad porque en nada te has logrado transformar, y por tal motivo no me uniré contigo como Hejad, pues lo que pedía de ti fue seguridad y fortaleza para alejar a la oscuridad, pero terminaste uniéndote con ésta y ahora le llegas a adorar —Palabras difíciles de aceptar, pero que Shekerh consiguió tolerar gracias a la aparente fortaleza brindada por la Nada a través de sus extrañas palabras, obligándose a permanecer en silencio sin realizar ninguna acción que le pudiese ayudar para mantener cerca a su igual, en cambio únicamente Shekerh recibió aquella triste declaración, pues no tuvo otra opción excepto alejarse de su igual que le hubo rechazado al preferir continuar adorando a la Verdad, mientras Shekerh en un último esfuerzo se dirigió al Eterno Creador pero sin importar cuánto habló, la voz de Shekerh en la Eternidad no se escuchó, por lo cual debió dejar a Emeth y aquello que tiempos atrás había anhelado realizar, pero todo ello concluyó por llegar a creer en su interior que al prosperar conseguirían ser igual a El que Todo lo puede contemplar; fortaleciendo su pensamiento al punto de casi obligar a su igual para que juntos llegasen a formar una Hejad, sin embargo la Existencia del Eterno Creador a Emeth defendió y evitó que la inusual obra de Shekerh tuviese conclusión, pues hubo enviado para Emeth otra igual, una Esencia que se unió con Emeth y ambas lograron formar una Hejad, ello mientras Shekerh permaneció dominada por la soledad, la cual fue producto de esa corrupción aumentando de fuerza en su interior, y que le habló con claridad conforme comenzó a guiar su andar, prometiendo que le ayudaría para encontrar a otra igual con quien finalmente pudiese formar una Hejad y así lograría prosperar, con ello llegaría a comprobar si las Esencias son capaces de alcanzar aquel lugar en la Eternidad al ser iguales como la Existencia de toda Verdad.
En las consecuencias de sus decisiones comenzó a pensar Shekerh conforme avanzó en la oscuridad, en todo tiempo luchando contra la soledad, anhelando constantemente que se lograse concretar la palabra anteriormente por la Mentira mencionada; dedicando su existencia en adorar a la corrupción con enigmáticas Ubraia que Nadie llegaría a escuchar, mas ello no le importó, pues únicamente centró su atención en enaltecer la corrupción mayormente presente en su interior, y la cual a cambio de cada Ubraia, en un acto que imitó a El que Todo lo puede contemplar, la Nada le brindó conocimiento a la Creación; palabras que le ayudaron a comprender los misterios ocultos de la realidad, llegando a saber parte de todo en cuanto a lo sucedido con la última Ancestral, recibiendo supuesta sabiduría por parte de la Mentira, mientras Shekerh con la corrupción constantemente habló, convirtiéndose la Nada en algo para la Creación que en incontables ocasiones sus inquietudes le compartió: —En el pasado fui una rechazada por mi igual además de ser llamada falsedad, pero ahora conozco la verdad, pues no es posible que una sola Esencia pueda crear por carecer del poder suficiente para prosperar —Mas Shekerh ignoró que por causa de la propia corrupción a la cual tanto enalteció, fue el motivo que le impidió cualquier cosa llegar a crear, pues al permanecer sujeta con la Nada, en ello mismo la Creación se transformaba, pues al ser una existencia mayormente dominada por la corrupción, le fue imposible alcanzar semejanza con el Eterno Creador porque careció de Verdad su interior; concibieron solo aquello relacionado a la Nada como fue lo material, piezas carentes de existencia por estar separadas de El que Todo lo puede contemplar y esa Esencia surgida de la Eternidad: —Pero la voz hablando a mi interior me ha brindado tranquilidad y mostrado la verdad, ello a pesar del fracaso que tuve con mi igual; pues me es posible crear por medio de mis Ubraia, pero no consigo que lo material pueda moverse ó hablar como yo puedo realizar, y esto quizás llega a pasar porque me separé de El que Todo lo puede contemplar —Palabras emitidas por Shekerh a través de diversas Ubraia las cuales fueron por causa de esa frustración que a penas y lograba controlar, pues una y otra vez llegó a fracasar en su intento por crear algo más allá de lo material, ya que si bien aprendió a controlar los Elementos por medio de las Ubraia y gracias a esto logró hacer que diversos Birkath llegasen a mejorar, estos nunca fueron capaces de alcanzar una completa prosperidad, esto porque Shekerh comprendió que lo realmente importante venía del interior, mas del suyo ninguna existencia surgió y ello le causó gran frustración, pues si esto no lograba realizar, entonces al carecer de existencia todo lo material nunca lograría prosperar y tras el pasar de los tiempos no se convertía en algo mas, por lo cual simplemente desaparecería y jamás volvería; causando en Shekerh gran tristeza al anhelar crear algo capaz de perdurar, mas encontró Verdad en las palabras de Emeth, quien fuese su igual, cuando la creación declaró que en su interior sólo la Nada prosperó y por ello nunca concibió, motivo por el cual Shekerh a la Nada se dirigió, exigiendo una pronta explicación que sin demora recibió: —Tú ahora conmigo formas una Hejad, pero es imposible que juntas podamos prosperar porque yo no soy algo material, aunque esto lo puedo manipular, sin embargo es importante que todo lo puedas contemplar pues si no encuentras a otra Esencia con quien puedas formar una Hejad, entonces no podrás librarte de un terrible final, ya que si no puedes tal propósito concretar, entonces desaparecerás; mas yo te ayudaré para que eso no te pueda pasar al ser igual como El que Todo lo puede contemplar —Sin embargo Shekerh con la Nada no discutió ó le reprochó, pues sintió que le mencionaba la verdad al hablarle con sinceridad, mas la Esencia olvidó que si bien le había sido declarado que su propósito debía concretar, ésta también tendría que mantenerse sujeta a la Verdad ó como consecuencia desaparecería una vez llegado su final; mas la Nada tal conocimiento no le llegó a brindar, engañando su interior para mantenerla unida con la corrupción y así cuando su tiempo se logre terminar, la Esencia termine como las Ancestrales que hacía mucho moraron en la Eternidad: —Quizás creas que yo te engañé, pero la verdad te debí revelar, pues fue tu decisión seguirme y mis palabras escuchar, mas ahora tal vez me quieras rechazar al conocer la realidad, pero no es necesario dejarme para que tu propósito puedas realizar, ya que al final de todo, aquello unido a lo material desaparecerá, y como las creaciones que en ocasiones llegaste a contemplar, tu existencia se perderá y no volverá más, excepto si te unes con otra Creación y logran prosperar, compartiendo ambas la Verdad que desde el principio El Todo les llegó a brindar, descubriendo por medio de esto además, que si realmente las Esencias son iguales a El que Todo lo puede contemplar, y de ser tu anhelo Verdad, entonces como la Voz originada en la Eternidad ninguna Esencia desaparecerá, por lo cual, un final desafortunado nunca tendrás —A pesar de las Palabras que Shekerh llegó a escuchar, la Creación continuó confiando en la oscuridad, la cual lejos de llegarle a lastimar, fue ésta la única que de su lado jamás se logró apartar, ello durante y después del terrible rechazo que Shekerh recibió de su igual, ya que la supuesta verdad revelada por la oscuridad había causado un repentino temor en el interior de la Creación, quien no dejó de entonar extrañas Ubraia, éstas destacadas por mencionar situaciones que llegarían a pasar en otro tiempo y lugar; provocando las palabras de Shekerh que la Nada aumentara su poder, utilizándolo para engañar a la Creación por medio del conocimiento que la corrupción de las últimas Ancestrales adquirió y el cual Shekerh con entusiasmo recibió, motivo por el que la Creación poco a poco alcanzó similitud con la corrupción, y esto sucedió cuando Shekerh decidió utilizar el conocimiento que la Nada le llegó a otorgar para utilizarlo mientras encontraba a su nueva igual, y una vez con ésta pudiese formar una Hejad, logrando así prosperar y por medio de ello librarse de un desafortunado final; Shekerh pensó a la Nada abandonar, rechazar sus palabras como antes lo hizo con El que Todo lo puede contemplar, ya que únicamente yacía la Esencia aferrada a su propósito el cual fue crear algo más como así en el principio le indicó realizar la Voz de la Verdad.
Sin embargo Shekerh ignoró la realidad del porqué le fue imposible crear algo más con anterioridad, pero esto jamás lo consideró al ser cegada por la corrupción, ésta transformada no solo en el deseo de ser como el Eterno Creador, sino también en la codicia por alcanzar la Eternidad para no preocuparse por desaparecer llegado su final, pues Shekerh consideró utilizar a la corrupción porque en su interior algo agobiante creció, un miedo intenso que pronto llamó su atención y le hizo dudar respecto a lo que fuese a pasar, una preocupación relacionada a la posibilidad de no llegar a prosperar; sintiendo Shekerh el miedo a desaparecer en su final, lo cual esto causó que la Esencia fuese complemente dominada por la corrupción, alejando sus pensamientos y esencia del Eterno Creador, esto provocado tras haber escuchado durante incontables tiempos las palabras de aparente verdad que la corrupción le pudo brindar, conocimiento que en demasía Shekerh escuchó de la falsedad y utilizó en las Ubraia dirigidas a esa poderosa oscuridad; terminando por elevar su orgullo al punto de creerse mejor que todas las demás, en sus pensamientos incluso mucho más que la extraña voz en su interior, mas la Esencia no logró contemplar esa realidad que de la Verdad le logró separar, ya que paulatinamente aquel intenso resplandor el cual en algún momento le distinguió, a partir de ese tiempo lentamente perdió, volviéndose Shekerh diferente a las demás, brillando pero no con fuerza como así al Principio lograba realizar, solo retirando un poco la oscuridad que le llegó a rodar; esto sucedió porque de su interior hubo dejado de emitir ese ameno calor, algo grato que en ella permaneció hasta el instante cuando decidió alejarse del Eterno Creador, siendo a partir de ese momento cuando la corrupción gran fortaleza obtuvo en el interior de la Creación, todo por un deseo convertido en un profundo anhelo, éste impulsado por el intenso miedo que instante a instante le hubo motivado para vagar en aquella soledad, pensando constantemente sobre la importancia de encontrar a otra igual para unirse con ésta y así llegar a prosperar, sin embargo constantemente luchó contra el miedo a fracasar, pues no le pareció sencillo el encontrar a otra Creación con quien pudiese establecer una Hejad, alguien capaz de escuchar las palabras que la Esencia le pudiese brindar, y las cuales habían surgido de la Nada que siempre le acompañaba.
Durante incontables tiempos la Esencia viajó en total soledad por la agobiante oscuridad, ésta surgida de aquella corrupción que en el pasado a las once Ancestrales dominó, existencias más cercanas al Eterno Creador que sucumbieron ante los engaños de la corrupción, de igual manera como así con Shekerh sucedió, ello al comenzar a creer controlar la situación, cuando en realidad fue esa mentira que a través de su propio deseo le manipuló, el cual pasó de haber sido un simple anhelo en una intensa ambición, la cual estuvo siempre presente en su interior, borrando cada recuerdo y amena sensación, trayendo como consecuencia miedo y desolación que le impidió apreciar tantas cosas provistas por El que Todo lo puede contemplar, pero jamás dejó atrás el recuerdo de cómo le rechazaron por aferrarse a algo que ella consideró como verdad, causando ésta contradicción una agonía en la Esencia que tantos detalles repentinamente olvidó, quedándose únicamente con todo lo desagradable que en sus pensamientos se presentó, esto mientras por el Caos deambuló, emitiendo enigmáticas Ubraia dirigidas a la oscuridad presente en todo lugar, y la cual de gran conocimiento le llegó a brindar; siendo Shekerh sometida por una terrible desesperación que aparentemente gracias a la Nada controló, mas ésta persistió, todo porque la Esencia no encontró a otra Creación con quien pudiese prosperar y así escapar de su desafortunado final y al mismo tiempo demostrar que ella podía ser igual a El que Todo lo puede contemplar, pues Shekerh llegó a comprender que la Existencia del Eterno Creador como dos les concibió para que así pudiesen completar su labor, por tal motivo al permanecer en soledad comenzó con el pasar de los tiempos a codiciar aún más, en especial aquello que antes tuvo y hubo perdido por su necedad que le alejó de la Verdad; ocasionando que en su interior se hiciera más intensa la corrupción, sobre todo al comenzar a emitir diversas Ubraia como protesta a El que Todo lo puede contemplar, reprochando por todo lo acontecido y llegando a declarar que a la Verdad no exaltaría mas.
Y así prosiguió moviéndose la Esencia en aquella soledad, desconociendo el rumbo que debía tomar, convirtiéndose en una Creación que en la oscuridad se perdió, corrupción que además dominó su interior y por ello Shekerh claramente escuchó su voz, percatandose que si bien no conoció el lugar al cual debía llegar, se mantuvo confiando en la voz que en todo momento le pudo guiar, ello hasta que de manera repentina la Creación sintió un muy ameno calor, siendo éste el que le llevó hacia un intenso resplandor que a su igual le recordó; motivo por el cual no demoró y rápidamente hacia aquella Luz se acercó, encontrándose con la grata sorpresa que en realidad se trató de una Esencia, quedando satisfecha pues ante ésta yacía la confirmación de esa promesa dada por la corrupción, y la cual Shekerh agradeció, así como también el conocimiento que la Nada le otorgó a través de esa voz que le ayudó a tolerar el dolor, ese malestar que provocó en Shekerh el rechazo de su igual; obteniendo ante todo una grata tranquilidad que en ese momento toda desagradable sensación su intensidad disminuyó, aunque ninguna desapareció, causando que la Creación sintiera una ligera satisfacción, esto ante la oportunidad de contemplar cómo su deseo pudiera realizar con el apoyo de aquella Esencia llamada Tavh, a quien le ocultó su realidad por sugerencia de la falsedad; alterando el pasado y mencionando en las diversas Ubraia únicamente maravillas que cautivaron a Tavh, esa Creación que en ese tiempo con intensidad pudo brillar como así fueron capaces de realizar las figuras situadas en la lejanía de tan grande oscuridad, pues Shekerh tuvo precaución de toda palabra que compartió, pues a Tavh se acercó lo suficiente para poderle engañar, todo como parte de un pensamiento que decidió firmemente concretar, ya que Shekerh únicamente buscó unirse con la Creación y así poder alcanzar la Eternidad con intención de escapar a su final como así le indicó previamente la oscuridad, la cual a su interior nunca dejó de hablar.

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