Finalmente la brillante Creación comenzó a sentir mayor tranquilidad ante la situación en aquel extraño lugar, en donde con el transcurrir de los tiempos comenzaron a cambiar los diferentes Elementos, estos uniéndose y alterando su estructura para formar no únicamente a todo Iam, también teniendo presencia diversos Nahar, los cuales recorrieron la superficie de los Birkath, algunos descendiendo desde los inmensos Har, formaciones que se elevaron desde la superficie hasta la inmensidad, algunos destacándose por la presencia de cristalinos Iama, grandes ó pequeñas extensiones de líquido material situados en cualquier lugar, ya sea al pie de los Har ó en zonas abiertas dónde llegarían a otorgar de lo indispensable a la Verdad que recién se comenzaba a manifestar, pues de la superficie de los Birkath empezaron a brotar plantas y flores en gran cantidad, invadiendo por doquier; siempre respetando un orden establecido por el Eterno Creador que a través de Tikvah les habló, pues ante la carencia de conciencia por parte del Ma-Or, la Existencia de El Todo se comunicó con toda creación empleando a Tikvah que sobre ese lugar todo lo pudo apreciar con claridad, sucesos que logró expresar a través de cada Ubraia, siendo su presencia de gran valor debido a que ésta en Unión con la esencia que en los Mishkanh se encontró, le brindó constante Verdad a toda creación que con atención escuchó, siempre percibiendo en su interior las Palabras del Eterno Creador que le indicó su respectivo propósito a toda porción, empleando a la Esencia como su Voz para guiarles en todo momento y lugar como un constante apoyo para que no dejasen la Verdad, sino se mantuvieran dando frutos como así en otros Birkath lo realizaron las antiguas Etzah que Tikvah nunca llegó a olvidar, teniendo presente su recuerdo conforme contempló cómo la diversa vegetación realizó lo cual el Eterno Creador le encomendó, y esto sucedió porque toda planta, flor y enigmática vegetación compartieron con el propio Birkath de esa Verdad que en su principio se le llegó a otorgar, ello por medio de las semillas que al suelo devolvió, contenidas en los frutos que durante sus tiempos designados concibió, sin embargo las Palabras del Eterno Creador no únicamente en esto resultaron ser realidad, sino en el instante que de los Iama tras ser afectados por la Luz procedente de los Mishkanh, ocultos en los propios Birkath, ayudaron para que la Verdad comenzara a prosperar, pues la porción procedente de la Hejad brindada por Tikvah se unió con lo material, causando que aquellos Elementos empezaran a cambiar hasta dar origen a diminutas creaciones que Tikvah comenzó a valorar tan pronto les llegó a apreciar, mencionando cada aspecto en las diferentes Ubraia que dirigió a la Eternidad, en donde agradeció por la presencia de toda creación, las cuales prosiguieron avanzando en su transformación hasta alcanzar un grado de complejidad comparado con el principio de las Etzah, mas éstas creaciones se te destacaron por surgir en las profundidades de los diferentes Iama, adquiriendo gracias a esto por parte de Tikvah, el nombre que les conocería como Iam-Iayim, creaciones fortalecidas con el pasar de los tiempos gracias a la Verdad que Tikvah les fue capaz de brindar, y esto permitió que los Elementos cambiasen en algo mejor, pues adquirieron cualidades que del resto les distinguió, ello tras haber pasado de ser algo simple a complejas formas basadas en lo material, las cuales paulatinamente adquirieron consciencia en consecuencia a la Verdad que cada una recibió por parte de Tikvah, quien habló a su interior al haber sido la Esencia elegida como la Voz del Eterno Creador, mas esto únicamente sucedió por determinados tiempos, después El Todo ninguna Palabra emitió; indicando a la Esencia que de momento se limitase a cuidar a los Birkath, brindando así la libertad a toda creación presente en el lugar para que pudiesen elegir si honrar la Verdad u optar escuchar a la falsedad, ésta siempre presente en toda materia de la inmensidad, por ello afectó a las profundidades de los Iam, destacándose los Iama en donde todo Iam-Iayim comenzó a morar hasta que de manera repentina algunos cambios acontecidos en los Birkath les obligaron a nuevamente cambiar, adaptándose a la superficie con el pasar de los tiempos, en donde tras haber emigrado de su lugar, aprendieron a convivir con toda vegetación hasta originar una sociedad que más tarde sería conocida como Olamh, un conjunto de Amh (Pueblos) pertenecientes a diferentes especies capaces de habitar en tranquilidad sin llegar a perturbar su propia estabilidad; causando todo esto gran fascinación en Tikvah que no dejó de emitir maravillosas Ubraia, pero a pesar de la grata sensación que la brillante Creación en ese sitio percibió, no todo fue tranquilidad, pues el surgimiento de las Iam-Iayim tan solo resultó el principio de su final, porque en aquel oscuro lugar, Tikvah tantas cosas lograría contemplar, las cuales algunas llegarían a olvidar, pero todas quedarán escritas y selladas para quienes adoren la Verdad que les fue encomendada por siempre adorar, esto es, compartirla con alguien más, pues en ese lugar una creación surgirá y Ella volverá las Palabras de El Todo en realidad.
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Melodías de Verdad
FantasyFragmentos de un pasado acontecido en una realidad totalmente diferente a la nuestra. Lo que yace entre las siguientes letras puede resultar insulso ó incongruente, sin embargo aquello que puede ser fantasía para nosotros, es realidad para otros.