Mensajeras del Eterno Creador

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Los tiempos continuaron transcurriendo y justo en el instante cuando la oscuridad no amenazó el interior de Iaverah, en la lejanía le pudo contemplar, una Esencia que emitió un intenso resplandor el cual a Iaverah cautivó y más aún maravilló por ser la vigilante de algunos Birkath que había anteriormente prosperado con alguien más, pues El que Todo lo puede contemplar llevó a Iaverah hacia la Mensajera de la Verdad, esa Esencia fiel a su Existencia que desde el Principio le escuchó y de sus Palabras nunca se alejó, siendo ésta la recompensa por tanta espera, para Iaverah otra brillante Esencia, ésta lejos de la corrupción a quien pronto se aproximó con la intención de iniciar una amena conversación, intercambiando Palabras a través de maravillosas Ubraia, destacando la voz de Iaverah que habló con Verdad, mientras la otra Esencia realizó lo mismo que su Similar, solo agradeció al Eterno Creador por aquella oportunidad que tanto anheló, contemplando finalmente la Promesa que desde el Principio recibió, expresando su sentir a través de lo cual serían nombradas como Shirah, Ubraia surgidas de su interior y las cuales hacia la Eternidad dirigió, siendo escuchadas mucho más allá del sitio designado para Iaverah, causando que El que Todo lo puede contemplar por medio de su Voz les llegase a hablar: —Muchas a la Nada de gran adoración le otorgarán, y otras simplemente le abandonarán, así serán quienes surjan en este oscuro y vacío lugar, porque toda creación siempre contra sí misma deberá luchar, pues una parte de Mí les alejará y otra les acercará; pero serán aquellas vencedoras sobre la falsedad, quienes obtendrán el galardón por haber elegido su camino con sabiduría y sin temor —Palabras que por siempre permanecerán, éstas comprendidas con atención por las Esencias que comenzaron a formar una Hejad, la cual rápidamente les brindó tranquilidad, alejando sus pensamientos de la oscura falsedad que en vano trató su encomienda de alterar, manteniéndose distante hasta llegado el momento cuando pueda actuar, porque no demoró en saber que a las Esencias les sería difícil corromper, ya que ambas se mantuvieron constantemente con la Verdad, honrando a El que Todo puede contemplar a través de Palabras llenas de sinceridad, nunca demandando saber más, sino encontrando gran placer en agradecer y disfrutar lo cual se les brindó, conociendo Malak-Emeth y Iaverah lo que en tiempos pasados las Ancestrales llamaron Humildad.
Conforme los tiempos transcurrieron, la Mensajera de la Verdad compartió con Iaverah aquel conocimiento obtenido desde su concepción hasta el instante que le contempló, llegando a comprender finalmente Iaverah la Verdad del Mensaje que El que Todo lo puede contemplar desde el Principio les decidió otorgar, pues si bien para prosperar eran necesarias dos, la Esencia creyó que no debía unirse previamente con otra creación, pues en el Principio a una igual se le otorgó, sin embargo Malak-Emeth fue testimonio de la realidad, ya que la Esencia llamada Mensajera de la Verdad le confesó haberse unido con otra creación, quien previamente se unió a otra Esencia que le engañó porque su interior estuvo dominado por la corrupción; comenzando Iaverah a creer que aquel error se debió a la falsedad tras haber posiblemente alterado las Palabras de la Verdad, causando tal pensamiento que Iaverah, el Mensaje no lo pudiese comprender en su totalidad, mas la Esencia decidió no anhelar mayor conocimiento ó protestar, pues confió en El que Todo lo puede contemplar, y en su Voz siempre se logró sujetar, permitiéndose ser guiada por la Verdad que no había dejado pese a que los tiempos no dejaron de avanzar, y tras haber enfrentado una gran diversidad de pruebas que consiguió superar, sin embargo el único error cometido por Iaverah, fue el nunca despojarse completamente de aquello acerca de la Esencia que anteriormente fuese su igual, pues esto no le permitió liberarse de ese sentimiento que le amenazó con llevarla a la corrupción, mas Iaverah durante su permanencia en la inmensidad, enfrentó constantemente a la porción de corrupción que desde su concepción yacía en su interior, mas ésta con el pasar de los tiempos se desvaneció, como así sucedió con el recuerdo e imagen de la Esencia que le dejó, brindandole a Malak-Emeth una valiosa lección acerca de algo que las Ancestrales llamaron Perdón; porque así como Iaverah, la Esencia acompañándole debió dejar todo pensamiento corrupto atrás, no dándole ningún poder a la falsedad, sino dejarse guiar por El que Todo lo puede contemplar aún cuando sus Palabras no logró comprender en su totalidad, trayendo esto como consecuencia que ambas Esencias finalmente fuesen capaces de sentir esa tranquilidad que tiempos y tiempos atrás las Ancestrales nombraron como Felicidad; un estado por debajo de la Paz, momentáneo pero que sin duda Malak-Emeth y Iaverah valoraron, nunca dejando de agradecer a El que Todo lo puede contemplar por haberles permitido de tan maravilloso regalo disfrutar.
Tantas cosas aprendió Iaverah mientras continuó sobre los Birkath en compañía de la Mensajera de la Verdad, estableciéndose así una verdadera Hejad, tan intensa que lentamente volvieron a ser como Tikvah, una única Esencia que fue testimonio de la Verdad convirtiéndose Malak-Emeth y Iaverah en las dos testigos que la Existencia de El que Todo lo puede contemplar desde el Inicio de todo Principio aquello lo llegó a declarar, mas a pesar de no ser las únicas en apreciar la realidad, en ese momento comenzaron a brillar en la inmensidad como si la Existencia misma de El Todo descendiera sobre la oscuridad, pero ello no sería posible, pues no habrá nadie material capaz de soportar todo resplandor emitido por el rostro del Eterno Creador, sin embargo y aún no percatándose de ello, Malak-Emeth y Iaverah se convirtieron en algo mas al haber alcanzado una plenitud de esencia que únicamente El Todo les pudo brindar; ocurriendo tal maravilla al mantener su pensamiento e interior hacia la Voz de toda Verdad, no apartándose en ningún momento a pesar de las pruebas que cada Esencia debió soportar, porque no fue por situación externa sino interna que las creaciones continuamente contra la Nada lucharon y enfrentarán, ésta siempre amenazando por corromper materia y esencia, tratando de alejarles del Eterno Creador y así provocar su posible destrucción.

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