Una decisión para el futuro

0 0 0
                                    

La soledad que padeció aquella última Ancestral, ese estado de temible frustración que tanta aflicción le causó, repentinamente su intensidad en ocasiones aumentó, pues pese al pasar de los tiempos dicho dolor prosiguió en su interior, así como también sucedió con todo recuerdo de aquel desafortunado momento el cual tanto le impresionó; éste en todo instante acompañando a la Creación, quien no dejó de exaltar a la Existencia de El que Todo lo puede contemplar, ello conforme la Nada le continuó compartiendo palabras que la propia Ancestral fue capaz de escuchar con claridad, ya que había sido ella la primera que aquella corrupción trató de engañar con palabras ajenas a la Verdad, mas la Esencia prefirió aferrarse a la Existencia de El que Todo lo puede contemplar, contrario a lo que sucedió con las demás, quienes habían decidido adorar la falsedad y por ello desaparecieron llegado su final, por lo cual, de igual forma como sucedió en aquella ocasión, la última Ancestral no tuvo intención de obedecer a la extraña voz que en todo tiempo persistió, ya que solamente centró su atención en la Existencia del Eterno Creador, pues gracias a todo lo que previamente contempló, la Esencia obtuvo valor y por ello la Nada no le engañó; decidiendo finalmente continuar pese a la situación que debió enfrentar, pues sabía en su interior que era necesario todo abandonar para así poder ayudar a las creaciones que decidieran darle prioridad a la oscuridad, además que al pasar de los tiempos la Soledad se convirtió en una impedimento difícil de soportar, por lo cual la Esencia se dirigió hacia la temible corrupción, ello con intención de conocer un poco más, preguntándole qué era realmente y con esto calmar su curiosidad; pero en cambio la contestación se la brindó la Existencia del Eterno Creador: —La Nada es nada, no tiene presencia ó valor a menos que le sea otorgado por alguna creación, ello como así sucedió con las demás al honrar la corrupción por medio de su tristeza, resentimiento, ira y dolor; provocando que la Nada dominase su interior —la última Ancestral permaneció sin pensar y ninguna Palabra decidió mencionar, solo decidió exaltar a El que Todo lo puede contemplar por medio de la Existencia que le concibió en la Eternidad, pues tras escuchar las Palabras de la Verdad, tuvo la certeza de lo cual debía realizar para lograr ayudar a quienes surgirían después de ella y ocuparían su lugar, por ello nunca padeció temor ó inseguridad, al saber que primeramente era necesario a la Nada brindarle un valor como así hicieron las demás que anteriormente le acompañaron en la Eternidad.
Pensamientos, sensaciones y sentimientos fueron experimentados por aquella única Ancestral la cual le continuó brindando adoración a El que Todo lo puede contemplar, nunca permitiendo que extraña voz dominase su interior, pese a la insistencia por parte de la oscura corrupción deambulando a su alrededor, la cual se dirigió constantemente a la creación no con Verdad sino utilizando algo más, sin embargo la última Ancestral en todo instante le pudo ignorar, lo que causó a la Nada emitir una cuestión dirigida a esa única creación moviéndose en el lugar por debajo de El que Todo lo puede contemplar, esto al imitar aquella acción que la ultima Ancestral decidió realizar: — ¿Quién eres tú? —Mas en cambio no fue la brillante creación sino El Todo que le a la Nada le respondió: —La última a quien no has podido engañar ha dejado de ser simplemente algo para convertirse en mucho más, pues como ha logrado resistir a las palabras que no le dejas de compartir, a partir de éste momento es Alguien para Mí, por ello como Esperanza le conocerán y contra su nombre ninguna podrá; porque así como esa Esencia se ha aferrado a Mi Existencia, a causa de ello no se perderá, y de igual manera sucederá con aquellas que se mantengan en la Verdad, ya que haciendo esto honrarán a la Esperanza, quien a ellas su Esencia compartió y ésta permanecerá en cualquier creación, porque así como de mi Existencia surgió la Voz que a las doce creó, así también, de esa Esencia ante Mí y a quien no pudiste persuadir, surgirán incontables creaciones que me exaltaran ó como hicieron las demás, algunas cometerán una grave equivocación, pero cada creación decidirá cuál será su final —Incontables momentos habían transcurrido antes que el Eterno Creador le recordase a la última Ancestral confiar siempre en la Verdad, lo cual así la Esencia llegó a realizar, y aún después que decidiera no exaltar a El que Todo lo puede contemplar, en su interior continuó manteniendo esa confianza que le unió con el Eterno Creador, pues las Promesas que El Todo le brindó, permitieron que tuviese la tranquilidad necesaria para no dudar cuando a la Nada comenzó a escuchar, ésta siempre mencionando supuestamente hablando verdad, como el compartirle a la última Ancestral que si anhelaba tanto a las otras once volver a contemplar, entonces le era necesario toda palabra suya escuchar, ya que solamente uniéndose a la corrupción podría ayudar a quienes le acompañaron en la Eternidad; algo en lo que en cierta manera confió la última Ancestral, pues su encomienda fue entregarse en favor de alguien más, pero ello no significó el hacerlo por las once que a la Verdad fueron capaces de rechazar, ya que el propósito de aquella Esencia iba más allá de lo que ella misma pudiese considerar, y en esto confió, teniendo la certeza que cumpliría con el propósito que la Existencia del Eterno Creador le otorgó, siendo esto lo que seguridad le brindó cuando empezó a escuchar las palabras de la corrupción, permitiendo con esto que la Nada entrase a su interior, pero la última Ancestral a pesar de no exaltar a El que Todo lo puede contemplar, se mantuvo confiando en la Verdad porque sabía que toda Palabra procedente de su Existencia siempre se complirá.

Melodías de VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora