Una Esperanza para los Birkath

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Los tiempos transcurrieron y aún Tikvah se lamentó por la pérdida de aquel Birkath que ahora yacía como un trozo de roca inerte en la oscuridad, únicamente materia casi carente de esencia, incapaz de albergar alguna creación como así el resto de los Birkath realizó pese a ser estos invadidos por la corrupción, y tan grande fue el lamento que Tikvah expresó, que algo maravilloso sucedió, no por materia sino a causa de la esencia y porque el Eterno Creador así lo decidió, ya que al haber escuchado a la corrupción mencionar que en el interior de Tikvah su poder logró aumentar, ello debido a la tristeza padecida por la Esencia, quien sintió culpabilidad debido a lo cual llegó a contemplar, mencionando a Iaverah que de haber encontrado a una como su igual y así formado una Hejad ello no hubiese llegado a pasar, agregando que finalmente todo comprendió, pues le sería imposible convencer a otra Creación para unirse y así cumplir con el propósito que El Todo le brindó, ya que su interior yacía unido con su igual, lo que provocó, ambas Esencias permanecieran como Una sola Creación a pesar de la distancia que les separó, mas esto a Tikvah no le tranquilizó, ya que una indescriptible sensación lentamente le dominó, ésta causada por el fracaso que para Tikvah había supuesto el admirar al Birkath consumido por la oscuridad; una prueba de lo cual llegaría a pasar después con toda creación que no dejó de contemplar conforme emitió constantes Ubraia dirigidas a El que Todo lo puede contemplar, pues solamente anheló poder ser de utilidad para las creaciones que le ayudaron a rememorar los buenos tiempos cuando yacía al lado de Tavh, sin embargo pronto interrumpió toda Ubraia y le confesó a Iaverah que la única intención de haberle propuesto con anterioridad el considerarle como igual, fue porque creyó, a través de tal acción pudiese ser capaz de compartir con los Birkath la poca Verdad que en su interior aún logró conservar, porque así como aquella figura resplandeciente en oscuridad se transformó y por ello Malak-Afelah le llamó, de igual manera eso también a ella le llegaría a pasar y de esto tuvo gran seguridad, porque finalmente fue capaz de comprender que se había alejado demasiado de la Verdad; situación que a Iaverah le fue sencillo captar al no poder ser engañada por la corrupción debido a toda aquella sabiduría que por la Existencia del Eterno Creador recibió cuando le brindó adoración, ese real conocimiento que le indicó, podían ser capaces de salvar a los Birkath, pero esto sucedería si dos Esencias Unidas les diesen de su propia Verdad, la única que El Todo desde el Principio les otorgó, pero también comprendió que por causa de la corrupción aún presente en Tikvah le era imposible considerarle como igual, por tal motivo comenzó a exaltar a El que Todo lo puede contemplar, pidiendo una pronta solución en cada maravillosa Ubraia que emitió, ya que gran tristeza y dolor le causaría la próxima pérdida de cualquier creación, obteniendo de manera repentina la respuesta y solución por parte del Eterno Creador que su Palabra cumplió cuando mencionó que Iaverah sería testigo de cosas maravillosas por contemplar, pues mientras Tikvah continuó lamentándose por la pérdida del Birkath, la Existencia de El que Todo lo puede contemplar instruyó a Iaverah respecto a los Elementos presentes en todo lugar, otorgándole sabiduría para que fuese capaz de actuar por medio de su esencia con responsabilidad, siempre honrando la Verdad y respetando hasta la mínima porción que a la Última Ancestral conformó; siendo capaz Iaverah de crear nuevas cosas a partir de lo material, mas todas éstas carecieron de Verdad, resultando ser solo cuerpos esféricos hechos de un extraño material procedente de los propios Birkath y que Iaverah nombró como Mishkanh, porque dichas creaciones serían el lugar en donde habitará la esperanza para los Birkath según así le enseñó a Iaverah El que Todo lo puede contemplar, indicándole además el no compartir tal conocimiento ó Palabras con Tikvah; instrucción que la brillante Creación obedeció, ocultando las creaciones y sabiduría de la Esencia llamada Tikvah, lamentándose en todo momento al ser poseedora de la Verdad, sintiéndose sometida por el arrepentimiento recién padecido gracias a ello, mientras la angustia hecha tristeza se apoderó de su interior hasta convertirse en una desesperación mas allá de toda aflicción, lo cual provocó en Iaverah gran dolor, mas ello la brillante Creación soportó porque confió en el Eterno Creador que le había mostrado una solución, y tal prueba yacía en las esferas creadas por su esencia tras haber empleado el conocimiento en la materia, utilizando los Elementos para formar un pequeño lugar en donde algo pronto iba a morar.

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