La persistencia del deseo

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Tan insistente resultó ser la curiosidad que finalmente en deseo se logró transformar, una incomodidad que Tavh simplemente no fue capaz de soportar, motivo por el cual se dirigió a El que Todo lo puede contemplar para preguntar a través de gratas Ubraia respecto a qué había mas allá en la oscuridad, ésta no solamente presente en el Caos sino también dentro de Tavh, pues desde el Principio fue así, pero a causa de la curiosidad por conocer más, resultó ser Tavh que poder le brindó a la corrupción que poco a poco le fue alejando del Eterno Creador, pero esto ocurrió porque la Esencia así lo permitió, situación que motivó a la Existencia de El que Todo lo puede contemplar para hablar y así a las Esencias brindarles una oportunidad: —Tú que desde el Principio has representado el final, bien haces en tu actuar, mas Yo Soy el que hablará y dirá cómo todo se debe realizar; pues el conocimiento siempre será buscado y obtenido por toda creación, pero la sabiduría y discernimiento únicamente Yo lo doy —la Voz del Eterno Creador a Tavh repentinamente se dirigió aunque su acompañante también escuchó y silencio guardó, ello mientras se mantuvo atento a su alrededor, observando cada cambio acontecido en los Birkath, tratando de comprender el porqué Tavh había tanto llegado a cambiar, sin embargo sus intentos no le brindaron la respuesta que esperó encontrar, esto al no habérsele concedido la oportunidad de contemplar más allá como así Tavh deseó tanto realizar, razón por la cual El que Todo lo puede contemplar había decidido hablar desde la Eternidad, enfocándose en Tavh que con atención le llegó a escuchar: —Constantemente te preguntas qué habrá más allá, pero ahora te digo que Nada encontrarás, pues no está dispuesto para ti el conocer más, ya que eso te podría ocasionar que llegases a olvidar la Verdad —y esto fue lo único que El Todo mencionó, sin embargo ello a Tavh no le tranquilizó pero por un tiempo su curiosidad controló, evitando en lo posible contemplar alrededor, luchando en su interior con ese deseo que frecuentemente le insistió, e incluso tal incomodidad tanto le agobió que en ocasiones ignoró las Palabras del Eterno Creador, pues simplemente para Tavh le fue difícil esa intensa curiosidad por sí misma controlar; situación que la Nada aprovechó y por ello la Esencia fue cegada a causa de la corrupción, evitando así que ésta no fuese capaz de discernir, olvidándose lentamente del propósito brindado por el Eterno Creador, llegando incluso a crear uno nuevo al cual se aferró, y esto sucedió por su firme obstinación, la cual aún más fortaleció cuando a su igual se dirigió, esto para convencerle de juntas hablar con El que Todo lo puede contemplar y así obtener su permiso para avanzar en la oscuridad; sin embargo Alefh le respondió que en todo sitio había corrupción y ello sería peligroso para el propósito que se les otorgó, causando éste rechazo que Tavh se alejase cada vez más, comenzando a suponer que Alefh nunca le llegaría a comprender, pues sus pensamientos parecieron tan distantes como las Esencias de aquellos lejanos lugares, provocando con tal decisión que Alefh comenzara a sentir soledad en su interior, ya que pese a no estar sola en verdad, la Esencia no percibió el calor brindado por la compañía de su igual, lo cual provocó que Alefh pensara en una solución, y ésta fue el pedir de El Todo su aprobación con intención de viajar hacia donde Tavh quisiera visitar y al final regresar, uniéndose como les fue dicho para establecer una maravillosa Hejad como así les fue encomendado realizar, ello sin llegar a comprender que en dicho plan existió algo difícil de contemplar, no obstante, Alefh se acercó a Tavh para aceptar su propuesta y compartirle aquello que había logrado pensar, quedando ambas satisfechas al comenzar a adorar a la Existencia de El que Todo lo puede contemplar, siempre mencionando en las Ubraia el tema relacionado a la propuesta de Alefh y el deseo de Tavh.

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