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From: eriza_beth14@lincoln.com
To: kris_puas82@lincoln.com

He vuelto a la escuela.

Han pasado dos días que volví a clases y a excepción de que estoy cansada y de que mi madre me ha obligado a usar una bufanda, estoy bien.

Han pasado dos días y no te he visto.

¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Paso algo? ¿Por qué no vienes a la escuela?

Anda, quiero que vengas y te rías de mi bufanda rosa, quiero que jales mi cabello y grites mi nombre, quiero que me hagas enfadar y quiero caminar contigo (eso es irónico, porque puedo contar con mis dos manos las veces que hemos caminado juntos, pero así de desesperada estoy).

38. Anillo del humor.

Hace unos años en la televisión vendían el mejor invento del siglo. Según el comercial, patentado por científicos noruegos y con reconocimientos en más de cien instituciones, era una sustancia que cambiaba de color según tu humor, pusieron esto en un anillo y lo vendían por el módico precio de cientos de miles.

Quería uno.

Mis padres dijeron que no. Era una estafa y que si quería algo así que fuera al centro de la ciudad y comprara algo parecido.

Con el tiempo olvidé ese deseo, pero aun cuando mi humor cambia bruscamente me pregunto que color tendría mi anillo.

Cuando estoy contigo mi humor cambia de feliz a enamorada, de enamorada a celosa, de celosa a emocionada.

Cuando no te puedo ver mi humor parece un péndulo: enojada, triste, decepcionada, curiosa, preocupada, indiferente, nerviosa.

Es algo normal cuando te enamoras, pero no me gusta. Porque, por ejemplo cuando ya es tarde y aún no llegas a la escuela mi corazón se preocupa y si en la primera hora nos toca clase juntos  pasaré todo el tiempo mirando la puerta, esperando que tú entres y cada vez que la puerta se abra sentiré ilusión, y cada vez que no seas tú estaré decepcionada. Pero si llegas... sonreire y parecerá que es el mejor día de mi vida.

Si ese día faltas estaré malhumorada.

Llevo dos días enojada.

Otro más y comenzaré a morder a la gente.

Por favor, vuelve pronto

Erizabeth Z.

Del porqué no me voy a declararDonde viven las historias. Descúbrelo ahora