PROHIBIDO /Jenlisa

Capitulo 30

Lisa Pov

—Si, son malteadas de mierda- dice Jungkook a mí lado en un cafetería pequeña de Weibull

Jennie ríe sentada frente a mi tomando un poco de la suya, es tan linda.

—¿Bambam ya viene?—me dirijo a Jungkook

—Tranquila nena, cuando llegue te deshaces de mí—él me sonrie.

Cuando Jennie y yo llegamos a la cafetería me encontré con Jungkook y Bambam haciendo negocios o lo que sea, mi hermano me pidió que me esperara mientras recogía unos encargos, algo muy raro que tuve que aceptar para que no sospechara de mis desesperadas intenciones de estar sola con Jennie Kim.

—Por mi podrías quedarte con nosotras, me agradas Jungkook—comenta Jennie con una tierna sonrisa, mi amigo parece alagado.

—Que niña tan linda—dice embobado.

—¿Es cosa tuya o los niños pijos ser tan aparentemente agraciados?—pregunto y volteo hacia la castaña.

—¿Aparentemente?—contrapone ella.

—Egocentrica—pongo los ojos en blanco y ella ríe mirándome intensamente.

—¿Quieres que sea agraciada contigo?—da un sorbo a la malteada sin dejar de mirarme, paso en seco

—Ya no es necesario—Me muerdo el labio.

Jungkook se aclara la garganta.

—En otras noticias, llago Bambam, ya podré irme y dejar que se coman tranquilas—me atragantó con mi malteada—¡Bueno chico muestrame ese vehículo!

Le grita a mí hermano que se sienta con nosotros a lado de Jennie.

—Es una belleza de alto cilindraje, pero está en casa—dice con suficiencia y pasa el brazo por la parte de atrás del mueble como si quisiera abrazar a Jennie, algo se mueve en mi interior al saber que yo no puedo hacer eso—Les invitaré comida, hoy me siento generoso.

Si las cosas siguen así, esta noche no me libraré de estos dos.

—¿Jennie me acompañas al baño?—es algo que las chicas hacen naturalmente.

Ella asiente un poco extrañada y Bambam se ríe, eso me descoloca.

—¿Por qué las chicas siempre van así?¿Cual es la gracia de ir juntas?—parece su gran duda existencial.

—Bueno, algunas chicas tienen buenas razones para ir al baño juntas—Suelta Jungkook.

Me dan ganas de darle una patada por imprudente pero Bambam no parece notarlo en lo absoluto.

Llegamos al baño con aires de inseguridad, ella se acerca al lavamanos y me mira por el espejo.

—Te he dicho lo hermosa que te ves hoy— comenta, me ruborizó.

—Que simpática—pongo una de mis manos en su cintura.

—¿Que va a pasar con nosotras?—Pregunta la castaña.

—¿En que sentido?

Me guía hasta el interior de un cubículo que cierra y me abraza con fuerza.

—No volveré a besar a Kai si me lo pides...Pero—susurra—No se si pueda terminarle.

Le doy un beso suave en los labios.

—No necesito nada más que esto—le doy un beso sonoro—Y esto...—paso mi mano por su abdomen y comienzo a bajar ella se contrae sensualmente.