<NARRACION EN TERCERA PERSONA>
Jungkook no podía respirar.
No era capaz desde que dejó a Soojung. Estaba roto en minúsculos fragmentos que parecía ser imposible volver a unirlos jamás.
A veces, se apoyaba en el lavabo después de lavarse las manos, por un minuto o dos, incapaz de funcionar. Caían lágrimas de sus ojos de la aflicción. Soojung era, de hecho, todo lo que tenía. Era su mundo, el último y único motivo para vivir un poco más.
Jungkook se secó las lágrimas y puso una tapa a su corazón, cerrándolo firmemente en un espacio limitado dentro de él al que nunca podrá llegar. Tenía que disipar toda emoción que le quedara porque...
Era hora de conocer a su prometida.
Llegó al restaurante con traje y corbata, un poco más desarreglado de lo normal, ya que no le importaba verse bien. Sus ojos dieron con su madre, sentada junto a otro hombre de mediana edad y su hija.
—Este es Jungkook, mi hijo. ¡Rezaré para que los dos tengáis una vida maravillosa! —exclamó su madre felizmente, queriendo lo mejor de lo mejor para su hijo. Pero lo que ella no sabía era que su hijo se estaba desmoronando por dentro de tristeza, incapaz de procesar nada de lo que decía ella.
—Encantada de conocerte, Jungkook... —saludó la señorita de origen chino que tenía en frente, pero con una cierta frialdad en los ojos. Su expresión casi iba a juego con la de Jungkook, y él podía afirmar que ella también estaba siendo forzada a esto.
Cuanto más conversaban las dos familias, más lejos se iba la cabeza de Jungkook. Miraba a la mesa sin hacer el menor ruido, sin comer, sin beber nada.
—Mi hijo es perfecto. Hacía tanto que quería que se casara con ella, pero no podía encontrar una razón para forzarle, hasta que hace poco puntuó en una posición extraña a su habitual número 1. ¡Imagina lo contenta e impactada que estaba! —explicó su madre al presidente de la compañía Hwang, soltando una risita disimulada.
—Si me disculpan, voy al servicio —dijo la señorita antes de levantarse para irse.
La chica de nacionalidad china sacó su móvil del bolsillo, marcando un número mientras se escondía en una esquina del baño.
—Nayeon. Soy yo, tu prima. ¿Sabes el chico que se llama Jungkook que va a tu instituto? Bueno, está aquí. Tú tienes la culpa de arruinarme la vida, ¿por qué tuviste que quedar primera? —se quejó por teléfono, andando en círculos en el baño.
—Cálmate, Tzuyan. Nadie sabía que pasaría esto. Hazme caso y sigue adelante, pensaré en algo por ti.
—No puedo quedarme tranquila. Amo a ZhengTing. Quiero casarme con él, no con... Jungkook. Estoy segura de que es un buen chico y todo eso, pero mi corazón está con ZhengTing —la voz de Tzuyan estaba llena de preocupación.
—No te preocupes, prima —Nayeon le garantizó.
—Tengo un plan.
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Al día siguiente:
—Disculpa, ¿está la vicepresidenta? —Nayeon asomó la cabeza en la clase. Tan pronto como lo hizo, Soojung levantó la cabeza.
Nayeon explicó la situación a Soojung lentamente, apartadas en una esquina del instituto.
—Tengo una oferta para ti —Nayeon sonrió un poco, sacando algo que parecía ser un billete de avión y entregándoselo.
—Quiero que vayas a Londres.
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RIVALS || jjk. (Traducción)
Fanfiction❝¿Acabas de dibujarme una polla en la cara?❞ ♡ Completada. ♡ Obra original de @jiminfication. ♡ Tengo el permiso para traducir la historia.