Después de unas horas en tren, Chizuru y Yaemori llegaron a la ciudad de Iiyama. A mitad del atardecer, el frío aumentaba. Después de abrigarse, salieron de la estación. Yaemori le preguntó a Chizuru si tenía alguna idea de dónde empezar a buscar. Chizuru mencionó el hotel en el que se hospedaron la última vez, que podría ser su mejor pista. Comenzó a caminar, mientras Yaemori la observaba desde atrás, luciendo preocupada.
Yaemori había ocultado información deliberadamente a Chizuru, lo que la inquietaba. Debía ganar tiempo hasta confirmar sus sospechas. Con el pretexto de tener hambre, sugirió a Chizuru que se detuvieran primero a comer. Habían estado viajando carias horas y Chizuru que quería empezar a buscar a Kazuya sin perder más tiempo, no parecía del todo convencida. Finalmente, accedió, y Yaemori, al parecer más tranquila, comenzó a caminar por delante de Chizuru.
En otro lugar. Kazuya y Sumi caminaban por las calles de Iiyama. Sumi finalmente lo había convencido de abandonar aquella colina. Ella estaba apenada pero feliz. Imagino que era una cita entre dos amantes fuera de toda regla. Observaba el brazo de Kazuya deseando tomarlo y mientras reunía el valor necesario. El frío de esa tarde era un buen pretexto para estar cerca. Estaba a punto de tomarlo cuando Kazuya volteó, observó a Sumi, quien estaba rígida como si hubiera recibido una descarga eléctrica, y preguntó si tenía algún lugar en mente para comer. Sumi negó con la cabeza, escribió en su móvil y le pidió que escogiera el lugar. Kazuya lo pensó un momento y se dirigieron a comer ramen.
Chizuru y Yaemori seguían su camino. Al no saber a dónde ir, no se habían subido a un taxi. Yaemori le preguntó a Chizuru si tenía alguna preferencia. A pesar de tener a Kazuya en mente, Chizuru se preguntaba qué comería él. Recordó las veces que entró a su apartamento y vio restos de sopas instantáneas, que a él le gustaban mucho. Con las mejillas levemente sonrojadas, un suspiro se escapó de sus labios: Chizuru deseaba ramen.
Kazuya y Sumi estaban en el restaurante, sentados uno frente al otro. Kazuya observaba el lugar mientras Sumi, muy nerviosa y avergonzada, miraba el mantel de la mesa. Decidió mirar a Kazuya, y sus nervios se disiparon rápidamente. Sus ojos no podían desviar la mirada del hombre frente a ella, que parecía feliz mientras revisaba el decorado tradicional. Kazuya, mucho más relajado, sonreía de una manera encantadora, y después de tres días de estar deprimido, su sonrisa cautivaba a Sumi.
Sumi tenía miedo de preguntar, pero quería saber si su tristeza era por ella. Escribió en su móvil, lo mostró a Kazuya y preguntó si Chizuru era la razón de su tristeza. Kazuya bajó la mirada sin negarlo. Preguntó a Sumi cómo se dio cuenta, y ella explicó que había notado el esfuerzo y la determinación que mostró para ayudar a Chizuru, a pesar de las dificultades. Pensó que era Chizuru a quien Kazuya admiraba tanto.
Kazuya parecía nuevamente triste. Sumi escribió rápidamente que no era su intención, y Kazuya le dijo que estaba bien gracias a ella. Por un momento, Sumi pensó que podía morir sin arrepentimientos. Kazuya habló: fue más que amor, no era mentira. Chizuru le había ayudado tanto que su sueño se había convertido en el de él. Su sueño era hacer realidad el de ella y verla triunfar. Jamás se arrepentiría de eso ni podría odiarla o olvidarla. Él fue quien cometió el error de enamorarse; Chizuru no tenía la culpa. Sumi quería llorar. A pesar de haberlo herido por hacer que hablara de sus tristezas, seguía pensando en el. No sentía tristeza, sino admiración por el hombre que había sufrido y aún así se había levantado. Lo amaba sin dudarlo, incluso si no era correspondida. Quería estar con él, sostener su mano, disfrutaba estar con él realmente. Por un momento, deseó que todo se detuviera para poder estar más tiempo junto a él.
Después de pagar, se dirigieron a la salida. Sumi había olvidado algo y estaba en pánico. Kazuya le preguntó el motivo. Sumi no podía hablar y señaló su mano. Kazuya entendió que había olvidado su móvil y le dijo a Sumi que esperara fuera mientras él regresaba a buscarlo. Sumi asintió y salió, mientras Kazuya regresaba al restaurante.
Yaemori caminaba tras Chizuru, aún nerviosa por lo que podría ocurrir en el viaje. Esperaba la confirmación de su información y se preguntaba qué haría si era cierto. Quizá era mejor hablarlo con Chizuru, pero no quería preocuparla. Se preguntaba si no había motivo para preocuparse y continuó caminando absorta en sus pensamientos. Chocó con alguien y, al mirar al frente, vio que Chizuru se había detenido. Yaemori observó a Chizuru, quien estaba frente a alguien sorprendido de verla.
Segundos atrás. Sumi había salido del restaurante, sintiendo un poco de frío a pesar de llevar su abrigo. Pensaba en Kazuya y quizás esta vez podría tomarlo del brazo. Inmediatamente dejó de sentir frío, apenada por sus propios pensamientos. Escuchó unos pasos, se sorprendió y observó a la persona que se había detenido frente a ella.
ESTÁS LEYENDO
kanojo okarishimasu: El amor de Chizuru (temporada 1)
FanficLo escrito a continuación toma lugar a partir del capitulo 190 del manga de Kanojo Okarishimasu, esto es solo es tomado como una versión alterna. Chizuru Mizuhara aun no entiende sus sentimientos por Kazuya lo que la lleva a decir mentiras y a heri...