kanojo okarishimasu: El amor de Chizuru (temporada 1)

Capitulo 8.1 ~Un Sentimiento Especial~ (con diálogos)

Mientras el sol se pone y todo se tiñe de rojo, alguien llora mirando al cielo, esperando la aparición de las estrellas que, hace tiempo en una noche como aquella, fueron las más hermosas. Este será el único recuerdo que conservará de ella: ese momento que lo cautivó, ese instante compartido por ambos.

Chizuru caminaba hacia su departamento, con la mirada fija en el estuche que contenía el anillo. La abuela Nagomi le sugirió que lo conservara por más tiempo, y aunque Chizuru no quería admitirlo, sintió un gran alivio al no deshacerse de él. A pesar de la tristeza por lo ocurrido momentos antes en ese lugar, aún así sonreía. El recuerdo de la abuela Nagomi abrazándola sería algo que siempre recordaría. Chizuru también pensó en su propia abuela; después de todo lo ocurrido, deseaba pedirle un consejo que ya no podría darle.

Chizuru cerró los ojos un instante, reviviendo la conversación en la habitación del hospital. La voz serena de su abuela resonaba en su mente recordando el tono preocupado de su voz cuando le decia que pensaba que era una persona muy solitaria.

— Abuela, no soy solitaria, solo disfruto de mi tiempo a solas. — respondió Chizuru, con un en un tono malhumorado

— Entiendo, querida, pero a veces es bueno compartir momentos con alguien más. — la abuela habló con calma, con una pizca de preocupación en sus arrugados ojos. —No te cierres completamente. Los corazones necesitan compañía para florecer. — la abuela sonrió dulcemente, buscando llegar al corazón de su nieta.

¿Era eso cierto? En realidad, como novia de alquiler, Chizuru evitaba relacionarse con otras personas que pudieran reconocerla fuera de la universidad. Se centraba únicamente en su trabajo y en las clases de actuación.

Una sensación de soledad la invadió en ese momento, algo que hacía mucho tiempo no experimentaba. La última vez fue tras el fallecimiento de su abuela, aunque entonces él estuvo allí sin que ella se diera cuenta. Bum. ¿Acaso es por él? Bum Bum. ¿Es su ausencia la causa de mi soledad actual? Reflexionó sobre la ironía de ser acompañante para personas solitarias y encontrarse sintiendo lo mismo en ese instante.

— Es culpa mía. Por mi culpa se siente solo — ese pensamiento le estrujó el corazón. Se culpaba de su soledad y su dolor.

Se detuvo y reconoció el lugar al que había llegado sin darse cuenta: era donde le había dado un regalo a Kazuya. Chizuru recordó la expresión en su rostro al recibir ese regalo de su parte. En ese momento le había parecido infantil y graciosa, pero ahora lo encontraba dulce y tierno. "¿Por qué pienso en él?" Seguía caminando, su abuela le había dicho algo más ese día. "¿Por qué no lo recuerdo?" Se detuvo en el parque y miró hacia la rueda de la fortuna. Recordó a Kazuya tocando accidentalmente su pecho una vez; en ese momento había estado furiosa, pero ahora su rostro se ruborizaba intensamente. Quería verlo. Cuando se dio cuenta, ya estaba en ese lugar, donde le había dicho que ella era su novia perfecta, donde ella había llorado, donde él la había abrazado, y donde, gracias a él, había dejado de sentirse sola.

Se detuvo y reconoció el lugar al que había llegado sin darse cuenta — era donde le había dado un regalo a Kazuya. Chizuru recordó la expresión en su rostro al recibir ese regalo de su parte. En ese momento le había parecido infantil y graciosa, pero ahora lo encontraba dulce y tierno.

— ¿Por qué pienso en él con tanta frecuencia? — Se preguntó, con una mezcla de confusión y nostalgia.

Seguía caminando, reflexionando sobre lo que su abuela 

— ¿Por qué no puedo recordar lo que la abuela  dijo ese día? — Pensó, frustrada por la falta de claridad en sus recuerdos.

le había dicho ese día. Se detuvo en el parque y miró hacia la rueda de la fortuna. Recordó a Kazuya tocando accidentalmente su pecho una vez; en ese momento había estado furiosa, pero ahora su rostro se ruborizaba intensamente.

Quería verlo. Cuando se dio cuenta, ya estaba en ese lugar, donde él le había dicho que ella era su novia perfecta, donde ella había llorado, donde él la había abrazado, y donde, gracias a él, había dejado de sentirse sola.

Chizuru contiene el aliento en un suspiro rápido, abriendo sus ojos de par en par.

— ¿Qué es este sentimiento? — Chizuru no lo reconoce. Jamás se había enamorado.

— ¿Cómo saberlo? ¿Era eso a lo que las personas llamarían sentimiento especial? — Chizuru recuerda las veces que le habían preguntado si se había enamorado de Kazuya.

— ¿En qué momento lo negó? — No recuerda negarlo.

— ¿O sí? — Todo el tiempo evitaba contestar.

— ¿Por qué no se dio cuenta?

Su corazón latía tan rápido que podía escucharlo claramente, pero ya no le dolía. Era diferente; la hacía feliz, era algo único y placentero que finalmente le daba paz y calma a sus pensamientos. Aclaraba sus sentimientos. Quería compartirlo con los demás, pero también deseaba guardarlo como un secreto del que solo ella estaría orgullosa. Quería gritarlo para que todo el mundo lo escuchara, pero al mismo tiempo, hacer un voto de silencio eterno. Sentía que la hacía suspirar como el susurro de las olas del mar, que la impulsaba hacia adelante con una fuerza tan poderosa que casi la derribaba, haciéndola temblar. Era algo por lo que valía la pena sacrificarlo todo, tal como él había sacrificado todo por ella.

Entonces lo recordó. Chizuru escuchó su voz penetrar en su mente y acelerar su corazón. No quedaban dudas sobre sus sentimientos; no había más que pensar ni decir. No había lugar para esconderse; ya no podía ni quería escapar o dar marcha atrás. Ya no podía negarlo; finalmente se rindió ante ello.

Su abuela le había dicho: 

—Hay un momento en que el amor nos encamina; es cuando, al hablar de una persona, nos llenamos de risas y alegría.—

Lágrimas se deslizaban suavemente por sus mejillas, cayendo en silencio y desvaneciéndose en la arena.

Chizuru Mizuhara se había enamorado.