Mami estaba en su cama, el móvil en sus manos. La pantalla mostraba una serie de mensajes que había recibido a lo largo del día, pero ella no podía dejar de pensar en la decepción que sentía con respecto a los hombres.
—Los hombres son basura— pensó con amargura. —Todos son tan superficiales— se dijo a sí misma que todo el tiempo era igual. —Nadie de ellos me tomó en serio— Dejó de escribir y dejó el móvil a un lado. —Tratándome como un trofeo, siempre presumiéndome, siempre alabándome, siempre diciendo lo bonita que soy una y otra vez. Nadie se fijó en mí por ser yo— Se sintió harta de todo, incluso su padre y su hermano no eran diferentes.
Durante las veces que lo había intentado, no había un solo hombre que no hiciera lo que ella quería. Podía tratarlos como mascotas e incluso humillarlos, y a ellos no les importaba. Mami estaba profundamente decepcionada del amor.
Deseaba conocer a alguien que la hiciera sentir especial, pero solo era tratada como un objeto. Estaba cansada de creer en el amor; para ella, eso no tenía sentido. En cada cita, recibiendo halagos por su belleza, nadie se interesaba realmente en conocerla. Nadie se interesaba en lo que sentía.
Entonces lo conoció. De apariencia común, no tenía nada realmente interesante. No pensó siquiera que fuera atractivo. Él también la halagó, como todos los demás, pero mostró un genuino interés por ella y le pidió salir.
Por un momento, Mami pensó que no había conocido a alguien tan honesto. No era la clase de persona con quien ella solía salir, pero esa honestidad, esa sinceridad en sus palabras, había llamado su atención. Decidió arriesgarlo todo.
Pero una vez más, Mami estaba decepcionada. Él no era diferente a los demás. Sin miedo a equivocarse, pensó que tal vez fuera la peor relación que había tenido: inmaduro, infantil, poco confiable, y sobre todo, alguien que a Mami le pareció solo un niño precoz, emocionado por salir con ella, presumiendo todo el tiempo, haciendo justamente lo que tanto odiaba de los hombres.
Terminó con él en tan solo un mes. Posiblemente había sido la relación más corta que había tenido, pero era otro fracaso más. Sin embargo, había algo de él que no podía olvidar: esa honestidad tan pura que le había hecho decir que sí. —NO, solo es otro fracasado— pensó con decepción.
Tiempo después, cuando lo volvió a ver, le agradó verlo una vez más. Se lo había dicho. No era una mentira. Recordó su reacción; fue muy inocente, tan sincera. —¿Qué me sucede?— Se preguntó. Era mejor seguir adelante.
Cuando lo vio en un restaurante con otra mujer, de belleza inigualable, se preguntó si de verdad él la había olvidado tan rápido. —¿Realmente alguien como ella es su novia? ¿En tan poco tiempo se olvidó de mí?— No podía perdonárselo. Lo humilló frente a esa mujer. —Con esto será suficiente; no querrá involucrarse con alguien como él—
—¿Por qué lo defiende? Ni él pudo hacerlo. ¿Por qué no se aleja de él asustada? ¿Acaso vio algo en él que yo no? ¿Sería posible que sea diferente ahora?— Tenía que comprobarlo.
Él estaba ebrio. Mami lo invitó a su casa, intentó persuadirlo y hasta habló mal de su novia. Él se molestó y se fue. —¿Por qué no fue así conmigo?—
En ese viaje a la playa, aún quería comprobar ese algo. Pensó en acercarse a él. Esa novia suya apareció. Tenía que reconocerlo, no podía competir contra ella. Ahora tampoco la perdonaría a ella. Tenía que separarlos. A solas lo besó, intentando recordarle que había sido feliz a su lado. Parecía que funcionó. Él dijo ante todos que terminaría con su novia. —Ese Kibe, ¿por qué tenía que entrometerse?— No importó de todas formas.
Quería comprobar si había funcionado. Lo llamó, dijo que iría, pero no llegó. Se enteró que casi pierde la vida intentando proteger a su novia. —¿Qué es esta sensación de cólera? ¿Son celos?— No, más que eso, era envidia. Envidiaba a esa mujer. Él estaba cambiando por ella, no era el tipo de antes. —¿Qué hizo ella que te cambió? ¿Por qué no me amaste de la misma manera? ¿Es esa mujer mejor que yo? ¿Por qué no puedo ser feliz de la misma manera?—
Estaba cansada, harta y celosa de escuchar todo el tiempo que él y ella eran la pareja perfecta. Odiaba escuchar que ella fue lo mejor que le ocurrió. —Debí ser yo. ¿Acaso lo amo o siento algo por él? Tal vez sí, tal vez no. Lo que sí tengo claro es que no soporto verlos felices—
Cuando se enteró del asunto de las novias de renta, se puso furiosa. —No son una pareja real— y aún así él se estaba convirtiendo en una mejor persona, dando todo por ella. Esa mujer no merecía sus atenciones ni ser amada de esa manera. Ahora era claro lo que tenía que hacer: lo separaría como fuera.
—Y ahora había alguien más, al parecer genuinamente interesada en él.— Las odiaba de verdad. —¿Qué descubrieron que ella no? ¿Por qué mujeres como ellas estarían interesadas en ese perdedor?. —¿O es que ella se equivocaba?
Aun pensando en Kazuya, recordó la ayuda que le había pedido Ruka. Había prometido ayudarle, pero Mami había ocultado sus intenciones. Ruka no se dio cuenta. Ahora sería ella quien movería sus piezas, planeando su siguiente movimiento. Pensaba que sería definitivamente ella quien ganaría al final. Ellos pensaban que la habían engañado con su teatro de pareja disgustada. Se habían equivocado.
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kanojo okarishimasu: El amor de Chizuru (temporada 1)
Fiksi PenggemarLo escrito a continuación toma lugar a partir del capitulo 190 del manga de Kanojo Okarishimasu, esto es solo es tomado como una versión alterna. Chizuru Mizuhara aun no entiende sus sentimientos por Kazuya lo que la lleva a decir mentiras y a heri...