Reencarne como un león negro.

Capítulo 44: Las memorias de Atler.

Punto de vista de Atler.

Las cosas seguían igual mientras el tiempo pasaba luego de que Zenit me trajera las pociones, al mismo Atlas se mantenía retorciéndose de vez en cuando, lo único que podía hacer era seguir dándole pociones esperando a que la mañana llegará y Zenit regresara con el artículo que necesito.

La muy despistada olvidó traerlo al mismo tiempo que las pociones, quiso traerlo al ver ese detalle pero preferí que lo hiciera hasta temprano en la mañana, en caso de que hubiera otro de esos monstruos, aunque es poco probable, no me sentiría bien si fuera emboscada en la oscuridad de la noche.

Las horas pasaban lentamente y Atlas empezaba a temblar así que con algo de duda.... envolví mi bufanda en su cuello a la vez que lo cubría con una cobija, eso pareció calmarlo un poco.

Sin embargo no me sentía del todo bien dejarle mi bufanda, les parecerá algo tonto pero para mí esa bufanda es el recuerdo de quienes alguna vez pude llamar mi familia, para mi es el tesoro más importante que llegaré a tener....

Atler: sabes cachorro.... por alguna razón me siento molesto al decirlo pero.... creo que te pareces un poco a mi hijo-suspire mientras algunos recuerdos inundaban mi mente una vez más.... unos recuerdos que cortaban más fuerte que un cuchillo mi alma.

Flashback
Punto de vista de Atler

Cuando vine a este mundo yo no tuve la suerte de crecer junto a una familia, fui abandonado frente a las puertas de un templo dedicado a las tres marciales.

No discutiré que fui cuidado bien al menos los primeros 5 años de mi vida pero.... luego comenzó el verdadero infierno.

Anciano: bueno Atler has llegado a la edad adecuada para comenzar con tu preparación para ser uno de nuestros discípulos-dijo seriamente-como alguien acogido bajo nuestro protección es lo mínimo que puedes hacer para pagarnos por el cuidado que te dimos, ahora tu destino estará sellado en seguir el camino de las artes del combate mano a mano y como tal entrenaras rigurosamente sin objetar.

A esa edad no tenía ni la más mínima idea del dolor al que sería sometido y como desde que recuerdo había sido inculcado no tenia derecho a decir nada en contra de quienes me cuidaron, el entrenamiento era duro, días en los que debía entrenar el cuerpo hasta que no me quedara ni una gota de energía en mi, momentos de meditación bajo el crudo sol, fría noche, lluvia, nieve o cualquier cambio climático que se presentará.

También había momentos en que debía combatir contra quienes eran capaces de romperme los huesos sin dudarlo y en ocasión debía luchar con las manos desnudas contra monstruos.

Era un infierno del que no podía escapar, quejarme, lo único que podía hacer era odiar el tener que prevalecer en ese lugar..... un lugar al que me vi obligado a habitar desde que tenía memoria.

Poco era lo que sabía de haber más haya del templo, conocía el valor del dinero, pero eso me era inútil en un lugar donde no siquiera necesitaba usarlo, conocía la geografía del reino, pero me era inútil si no tenía la oportunidad de alejarme aunque quisiera.

Habiendo cumplido apenas los 12 años ya había alcanzado el nivel 43 pero para mí eso no tenía importancia, la fortaleza era algo a lo que debía aspirar siempre al ser mi deber.... mi deber, siempre lleno de odio me preguntaba si en mi existencia no había más que esto.

Pero sin recibir respuesta a mi sufrimiento continúe con mi entrenamiento hasta que cumplí 15 años donde ya tenía el nivel 76, según mi maestro algo bastante bueno incluso entre los demas dicipulos, fue en esos momento que mis plegarias fueron respondidas....

???: rápido salgan todos de aquí !!-dijo lleno de terror uno de los discípulos luego de abrir estrepitosamente la puerta del cuarto donde dormía junto a 8 estudiantes más.

Sin saber mucho de la situación decidimos hacer caso a lo que decía y apenas salimos al exterior.

?????: !! AHHHHH !!! !!! AHHHH !!-gritos de dolor era lo que podía oír por todo el lugar mientras se podían ver grandes columnas de fuego.

No entendía nada de lo que sucedía pero fue ahí cuando mis ojos se fijaron en un enorme dragón negro con algunos patrones rojizos en su cuerpo atacando con sus llamas.

Solo había leído una vez sobre estas criaturas pero... con solo verlo me di cuenta que era un dragón de alto rango, uno de los mas fuertes que puede llegar a encontrarse alguien.

Entre la confusión termine golpeandome la cabeza cayendo en uno de los canales de agua que recorrían el templo.

Al despertar me di cuenta que seguía en el mismo lugar pero.... la mayoría del templo estaba en ruinas y podía decir que todos mis compañeros estaban muertos, muchos quemados, otros aplastados por escombros y varios de ellos yacían inerteres junto al cadáver del dragón.

Me acerqué a este y pude comprobar que efectivamente estaba muerto, también fue ahí que me di cuenta que mi maestro seguí apenas vivo a unos metros de el.

Seguramente sí lo ayudaba podría salvarlo, pero fue ahí cuando una pregunta vino a mi mente.... ¿porque debo ayudar a quien me arrebato la libertad de elegí?

Con esta pregunta en mente me acerqué lentamente hasta el y...... con toda la ira que había acumulado durante años arremeti contra el, cada golpe se sentía mejor que el anterior y no me detuve de hacerlo por horas sin importarme que ya siquiera respirara.

Cuando por fin me detuve miré al cielo con una gran sonrisa en mi rostro, por fin era libre.... por fin.

Pase días después de eso cremando cada uno de los cuerpos que pude encontrar y luego cree una tumba para todos, quisiera decir que guardaré sus memorias pero... prefería dejar atrás cualquier recuerdo de este maldito lugar, solo me decise de sus cuerpos para que no vuelvan como muertos vivientes.

Tome todos los recursos que pude del lugar y por fin pude emprender marcha hacia el mundo exterior.

Fueron diez años los que pude disfrutar de los placeres de la vida luego de volverme aventurero, hasta ese que la conocí....

Ese día acaba de llegar al gremio cuando pude verla cruzar la puerta llena de confianza, con una mirada fiera y una belleza que jamás pude ver en otra bestial lobo.

Chica: oye tarado si te quedas viendo a una chica al menos disimula la baba !!-dijo en tono agresivo cuando paso a unos centímetros míos.

Atler: eh?-me limpie la baba que no me había dado cuenta que salía de mi hocico-y tu enserio crees que babearia por ti-me encogí de hombros mientras ella se detenía y ambos nos miramos de nuevo una mirada agresiva.

???: Ja y entonces a qué se debe tu baba mirándome?-pregunto con obviedad.

Atler: yo babeaba solo por el plato de comida que llevaba la chica que paso junto a ti-dije cruzándome de brazos-enserio crees que solo por ser una belleza salvaje me quedaría embobado contigo.

???: vaya tu si tienes una gran boca-se me acerco a lo que yo me levanté y luego nos acercamos ambos con una mirada amenazante haciendo que sin darnos cuenta varios se alejarán de nuestro alrededor.

Grande fue su sorpresa que en vez de comenzar una pelea como parecía nos comenzamos a besar muy apasionadamente, lo cual ocasiono que todos nos vieran con la boca abierta y otros con sudor escurriendo de su nuca.

Atler: como te llamas cariño?-pregunte juntando mi frente con la suya mientras mutuamente nos veíamos a los ojos.

???: yo soy Camil idiota-puso su mano debajo de mi hocico-cual es tu nombre?

Atler: yo soy Atler y sin duda agradezco haber tardado más de lo normal en venir hoy aquí-dije al momento en que una vez más nos besamos agresivamente otra vez.

Continuará.....

Espero les gustará el capitulo de hoy, si ven algún error no duden en decirme.

Sin más nos leemos en otra ocasión.