Capitulo 34

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Rose tiene esa actitud seria por la “dichosa” fiesta que mi hermana quiere hacer para mi cumpleaños.

─Fue idea de Melanie, en realidad, no creo que sea algo tan exagerado por eso no le doy importancia. No habíamos podido platicar más que unas cuantas palabras, pero hoy iba a hacerlo.

Su reacción es la misma, seriedad.

─Solo platicamos unas cuantas palabras porque tu solo te la pasas con tu novio y ya ni siquiera tienes tiempo de contar nada.

Soy paciente con sus palabras, y pienso bien que responderle antes que yo diga una barbaridad.

─Que yo sepa, cuando tú te ibas de fiesta sola, tenías novios y hacías planes tontos, no me contabas y mucho menos pasabas tiempo conmigo y yo no decía nada, porque somos amigas y también tenemos vida social fuera de nuestra amistad, creo que muchas veces te lo había dicho y siempre fui clara. Que no te haya visto o platicado no quiere decir que ya no seamos amigas.

Soy directa y veo como rueda los ojos y lo mucho que me molesta ese gesto justo ahorita, ella parece notarlo y se relaja un poco.

─Está bien, tal vez tengas un poco de razón, pero no hay que descuidarnos.

Sé cómo es Rose, conozco su temperamento, pero eso no quiere decir que ciertas cosas me pongan de mal humor a mí también.

─ ¿Por qué no has terminado con Marck, le has contado que extrañas a tu ex novio y que por supuesto, es el número uno y que el destino te lo arrebato para alguien más?

Abre la boca tan sorprendida de que me acuerde de esa conversación que tuvimos en aquel restaurante.

─No sé de qué estás hablando, esa ocasión estaba muy confundida y no tenía idea de lo que decía ken.

─Deberías buscar excusas mejores, porque eso es algo que un estudiante de psicología no te va a creer.

─ ¿Y tú porque no entiendes que NO RECUERDO?

La miro fijamente, pero ella en ningún segundo baja la mirada.

─ ¿Iras conmigo a comprar ropa para el sábado? Necesito algún vestido

─Solo si vamos por unas hamburguesas ─me da una sonrisa que yo no dudo en devolvérsela asintiendo.

Hacemos una que otra broma y no volvemos a mencionar a Marck, cosa que por lo visto ella agradece y que, por supuesto yo no dejo pasar, pero tampoco comento algo más. Seré observadora y estaré pendiente de cualquier detalle que hasta ahora no haya notado.

Pasan unos minutos más que los aprovecho para comprarme algo y desayunar, cuando dejo la basura en los botes veo entrar a Carol, Ricardo y Onur. Los tres vestidos de manera perfecta y con un aire de seguridad que los acompaña. Es imposible no mirar al primero y lo bien que le queda esa camisa color lila tipo polo que le marca muy bien el abdomen plano. Se perfectamente el efecto que tiene en las demás mujeres, de hecho, ahora mismo lo estoy comprobando viendo a todas las chicas que le coquetean sin descaro alguno. A mí no me incomoda porque él ni siquiera las mira.

─Y ese es tu novio haciendo acto de presencia para que después se pongan a regar sus tontas ñoñerías cursis ignorando a todo el que está a su alrededor como sino importara nada más que ustedes.

No puedo creer lo que está diciendo, cada día me sorprende más.

─ ¡Deja de ser tan ignorante y madura de una vez! ─me comienzo a impacientar y ella no dice nada porque su mirada se dirige a los tres chicos que se acercan. Ricardo y Onur se sientan saludándome con una sonrisa. Yo saludo de la misma forma, menos a Carol que se pone detrás de mí.

Destino o CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora