Capitulo 13

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Después de llegar en mi auto corro a clases porque ya voy tarde, hoy me dormí y mi hermana fue quien me despertó.

Llegó al salón, pero por suerte la profesora no ya llegado.

Busco un lugar donde sentarme, agradezco mucho que hoy sea viernes, como bien le dije ayer a Alex tengo suficientes tareas para este fin de semana.

—Kendall —me llama Daría— supe que estás con Carol.

— ¿Qué es lo que en realidad quieres?

—Quiero que le des un mensaje a
de parte mía.

—Yo no soy mensajera de nadie y mucho menos tuya.

Se para de su silla y se acerca a la mía.

—Le dices que si no te hizo venir es porque eres tú la del problema, no el.

La ignoro.

—Eres tu la del problema porque yo sí tuve un excelente orgasmo —se ríe como si le causará gracia— bueno uno no, muchos.

—A mí me importa poco si tú asquerosidad se deslizó por el pene de el, total, yo no lo conocía, solo espero que no lo hayas infectado de nada.

—Eres tan descarada para estar estudiando psicología.

—Lo mismo te digo.

Le sonrió con burla, después llega la maestra y ella se va a su silla.

Daría Narváez es una de las tontas porristas, no nos llevamos desde que se porto grosera con Rose burlándose de ella por ser violada.
Decía que solo a las putas le sucedían esas cosas a lo que yo respondí con una cachetada, después de eso nunca volvió a dirigirnos la palabra

Así pasa la mañana.

Voy a la cafetería, ahorita que recuerdo no he ido a la cancha a ver a las porristas, tal vez la siguiente semana vaya.

Rose ya vino hoy, no la he visto porque estábamos en clases, así que quedamos que nos veríamos en el desayuno.

Busco una mesa donde sentarme después de tener una ensalada de pollo y un jugo.

Me siento en una mesa para cuatro personas con la esperanza de que Carol o Rose lleguen.

Y Carol es el primero en llegar.

Lo miró a lo lejos, viste un pantalón azul claro con una camisa blanca y negro. Se que no soy la única que lo desea, pero ahorita yo soy su novia y lo voy a disfrutar.

Esta con sus amigos, buscan algo, hasta que Onur me mira sonriendo, codea a Carol diciéndole algo. Después las mirada de los cuatro están sobre mí.

Que vergüenza ser el centro de atención.

Me concentro en comer mi desayuno, hasta que alguien se aclara la garganta.

—Hola mi amor —me dice Carol.

Me paro para abrazarlo.

— ¿Mi amor? Es en serio que no puedes ser más original —le dice uno de los chicos.

El lo ignora y me abraza besando mi mejilla.

—Te voy a presentar a mis amigos.

Todos sonríen y yo asiento.

—El es Ricardo —me señala al de estatura medía, cabello castaño, piel clara y una hermosa sonrisa.

—Mucho gustó, soy Kendall —le tiendo la mano y el me abraza.

—Eres preciosa Keni —sin duda son unos chicos muy coquetos.

Le sonrió mientras veo que Onur le aplasta el pie.

Destino o CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora