Después de haber comido entre risas, chistes malos y sin sentido salimos del lugar agarrados de la mano.Antes de llegar al coche lo detengo poniéndome frente a el.
—Ya te dije que el dueño de este lugar en un chico guapísimo, que hace que mi cuerpo tenga descargas eléctricas cada que lo veo.
Sonríe abrazándome, su perfume inunda mis fosas nasales y ahí es cuando me doy cuenta.
—Ámame y te mostraré la luna y las estrellas, quiéreme y te enseñaré la intensidad con la que brilla el Sol, ¿Cómo? Con el gran amor que siento por ti.
Mis palabras hacen que yo sonrisa en su pecho.
—Hago las dos cosas y con eso es suficiente para que el universo sea solo nuestro -me besa el cabello, la frente y después toma mi cuello para darme un beso que me corta hasta el aire.
¿Ambos nos queremos?, Si, ¿Nos amamos?, también, pero ninguno de los dos está preparado para decirnos lo segundo.
—Nunca tendré palabras para explicar cuánto te adoro —me alzó un poco para besarle las mejillas y el hoyuelo.
A pesar de las altas zapatillas faltan unos centímetros para que estemos a la misma altura.
—Anda vamos al antro que te había comentado.
Pongo unas canciones de Twenty Øne Pilots en su auto, cosa que el me permite porque incluso canta algunas conmigo mientras conduce.
El volumen es bueno para escuchar lo que ambos decimos.
—¿Te gusto la comida?
—¡Era una maravilla! ¡Jamás había probado ni mucho menos imaginado algún sabor así! ¡Estaba delicioso! —chillo de emoción con solo recordar la comida.
—Pude notar lo mucho que te encantó, mi madre prepara buenos platillos.
—Si, tú madre prepa... ¿Qué?
Lo miro a la cara, pero él no hace lo mismo porque va mirando por dónde conduce.
—Mi madre fue quien preparo la comida.
Estoy sorprendida, ¿en qué momento y por qué no me dijo nada?
—Tú mamá es contadora, ¿Verdad?
Asiente.
—Pero tomo un curso de cocina, esa receta es suya al igual que distintos postres, en la pizzería los hacen, pero le pedí el favor para que está vez lo cocinará ella misma, no pude presentártela porque tenía que irse rápido.
—No te preocupes ya habrá alguna ocasión, aún no puedo creer que en tu casa habita ese ser vivo que cocina esa delicia —digo lentamente mientras asimiló todo.
—Así es, y déjame decirte que tiene platillos mejores, de los cuales preparara cuando te lleve a conocerla.
—! ¿Es que acaso me estás diciendo que tú mamá cocina para ti siempre que se te pega la maldita gana?! —me imagino a Carol disgustando toda esa comida y me dan celos.
—Es correcto.
—Ya quiero conocer a tu mamá.
Se carcajea, pero asiente.
—Así será.
Momentos después se estaciona frente a un lugar donde hay una larga fila de personas esperando a que el guardia los deje pasar.
Carol y yo caminamos agarrados de la mano mientras me conduce para que nos acerquemos al joven guardia.
No entiendo porque no nos formamos igual que las demás personas.
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Destino o Casualidad
RomanceKendall Ryan, una chica directa que siempre dice lo que piensa sin importar como afecte a los demás, es su forma de mostrar la realidad y su realidad es ser todo menos la chica tímida que se queda callada viendo como todos le dicen con palabras disf...