Abrió sus ojos después de una larga siesta que se extendió por 12 horas, pero al mirar por la ventana la noche aún reinaba. Su celular marcaba la 1:00 am. Últimamente sus días los vivía de noche y no era por alguna razón trascendente, simplemente era porque sí.
"¿Y ahora en qué gastaría sus horas?" pensó; así que se tomó un par de horas para dibujar. No sabía que podía, siquiera sabía que le gustaba. Por curiosidad siguió varios tutoriales en Youtube y descubrió que se le facilitaba.
Ya cuando su vista se cansó y le dolía, se dedicó a asear su hogar. Lo hacía una vez a la semana pero de manera muy minuciosa. De los tres baños, dos no eran utilizados, aún así él los limpiaba hasta con cepillo dental para que siempre estuvieran perfectos. Las ventanas, las ropas de cama, los muebles, los pisos, todo lo que no era suyo era bien cuidado mas sus pocas pertenencias, las que consideraba suyas, esas las dejaba que se deterioraran al paso implacable del tiempo.
Cuándo el sol naciente le deslumbró la vista supo que eran casi las 6:00am, corrió por su teléfono y videollamó a su amigo Juan. Aquel con todo gusto le recibía la llamada, pues a esa hora le podía dedicar algún tiempo.
—Hey mi hermanito, ¿qué tal la noche amigo?—
—Pues igual, estoy algo aburrido ¿sabes?—
—Di mae, venite unos días, aquí yo te doy una cama. Quizá hasta te gusta y te quedas viviendo acá— por la pantalla del teléfono se veía a un muy cambiado Juan, más maduro, más realizado, más feliz. Se encontraba cargando a su hija, nacida hace poco y de fondo se escuchaban su esposita y su hijo mayor al que ya se le entendían frases más complejas.
—Pero Juan, y yo ¿cómo llego allá? es muy lejos y sabes que yo me pierdo hasta en chepe* centro—
—Vea mi estimado Místico, haga una vara, trate de salir a caminar 100 metros a las vez, para que vuelva a tomar confianza—
—Pero me sentiría mejor si alguien me acompañara—
—¿Por qué no le dices a Soraya que te acompañe? ya son amiguis otra vez ¿o no?—
—Es que ella debe trabajar, pero quedamos en vernos de nuevo para conversar. Debo recordarle a ver cuándo puede ella, cómo sabes, yo puedo siempre—
A Juan le dolía mucho ver en lo que se estaba convirtiendo su amigo. Pasó de ser una persona despreocupada y feliz a una preocupada y perdida en el mundo, temerosa de salir a la calle—Mirá la invitación está hecha y le enviaré whatsapazo a Sora para que vea que soy yo quién la invita. Y así aprovechan esa salida en la que quedaron, ¿vale?—
—Me parece bien que la invites vos personalmente, me hace ver menos patético—
—Vos jamás místico, vos jamás—
Luego de la corta charla con su amigo, Javier decide dedicarle un rato al trabajo duro, entra en Steam y busca un juego algo viejito pero bueno 7days to die. Zombis por doquier, había quedado en una gruta volando pico y pala. Ya llevaba tres agotadoras horas de trabajo forzado y creía que pronto vería la luz.
Mientras era atacado por aquellos Zombis, recordó que aún no desayunaba y ya eran las 11:00am. Rosemary no llegaría hasta después de las 2 de la tarde con su nueva ración de alimentos así que tenia una de dos, o se esperaba o buscaba algo en la alacena, por tanto decidió esperar.
Pasó frente al espejo de cuerpo entero que se encontraba en la sala de estar, pudo notar como su cuerpo, a fuerza de no ir al gym desde que murieron sus padres, había cambiado notablemente. Su masa muscular se fue, siendo remplazada por una blanda barriga fabricada durante las largas sesiones frente al computador.
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Javier Un Carajo Místico
RomanceJavier es un adulto joven con problemas para entablar y formalizar una relación amorosa estable. Realiza el viaje del héroe en busca de crecimiento personal. Lucha contra sus demonios para así liberarse de eso que no le permite amar de verdad. Cart...