"12 vertical, Especie de blusa confeccionada de distintos colores, cuatro letras..."
—Javier, vení—
—¿Qué pasó mi tata?—
—Vos que sos más inteligente que yo, decime que va aquí—
—Una pendejada mi tata—
—María este hijo tuyo está diciendo malas palabras, vení dale un manazo—
Era típico de don Arturo, mandar a doña María a corregir al hijo menor. Recién pensionado no sabía qué hacer con sus días y como los crucigramas le eran tan difíciles se entregaba de lleno a ellos, pero a pesar de su esfuerzo, muy poco avanza en su desempeño.
Javier, aprovechando el inesperado acercamiento, decide tener una charla con su padre.
—Pa, ¿Qué sabes de mujeres?—
—Que me he quedado con la mejor hijo— Y Javier vio a su padre cerrarle un ojo al decir aquella frase. María estaba cerca de la puerta del comedor creyéndose inadvertida, pero ambos podían verla en el reflejo del televisor.
—¿Ah de verdad mi tata?, si eso ya lo sabía ¿pero antes de mamá usted tuvo otras novias o no?
—Ninguna como tu mamá— y a través del reflejo se podía ver a doña María llevar una mano a su boca para ahogar una risa.
—¿Y por qué tanta preguntadera Javier? ya se enamoró. Eso me alivia yo a su edad...— y se da cuenta que estuvo a punto de cometer una imprudencia— bueno, bueno cuente, ¿qué pasó?—
—Bueno es que una de las güilas del Señoritas me gusta y vengo de verla. Me dijo que, en resumen, no le gusto por ser demasiado pollo, que ella busca un tipo de hombre como Eminem—
—Ah pucha y ese ¿quién es?—
—Un Hipopero gringo—
—Aja comprendo...siga— En realidad no comprendía lo que Javier decía, pero dio por agotado el tema ya que sabía que ameritaba muchas palabras extrañas para él.
—Y pues yo quiero ser alguien a quien ella quiera—
—Pero si estás muy chiquillo hijo, mejor estudie, vaya a la universidad y ahí fijo conoce a otra muchacha y ya, no se complique—
—Ahora que lo menciona pa, yo no voy a ir a la universidad—
Don Arturo no podía creer lo que escuchaban sus oídos. Todos sus hijos han pasado por la universidad. Adrián el mayor estudió administración y ahora es Jefe de piso en una fábrica. Francisco el segundo es veterinario y es su propio jefe. Oscar el tercero, a pesar que estudió criminología y sacar sobresalientes calificaciones, terminó trabajando de taxista debido a esos reveses de la vida. Y ahora viene el menor con la grandiosa idea que él no, él no va a seguir los pasos de los mayores. Fue entonces que doña María decide salir tempestivamente de su escondite.
—Explíquese Javier, hágame el favor de decirme el motivo del por qué usted no quiere aprovechar la misma oportunidad que tuvieron los demás—
—Porque mi tata está pensionado Ma, y yo sé que no recibe la misma plata que cuando trabajaba, además yo quiero otro tipo de vida para mí. Mis hermanillos ni tienen tiempo para vivir. Las doñas pasan solas con los chamacos y cuando vienen de visita es cada muerte de obispo. Y ustedes ya están grandes y yo me haré cargo de ustedes— dio por explicación tal discurso.
A ambos se les hizo un nudo en la garganta y consideraban que era injusto que Javier se negara a salir adelante por quedarse con ellos. Por mucho que refutaron ellos no lograron doblegar la determinación del muchacho. Y es que no es algo al azar. Javier ya había observado como sus padres se iban haciendo mayores y a pesar de criar a cuatro hijos, tres de ellos con costos llamaban para saber si aun estaban vivos. Al final del día pusieron abajo y decidieron confiar en él, arrancándole el juramento que no se convertiría en un nini.
La mañana siguiente por ser sábado, Don Arturo no se hallaba en casa y Doña María aprovechó para hablar con Javier sin que su esposo se diera cuenta.
—¿Sabes Javier? los escuche hablar a usted y su papa ayer—
—Ma espérese, nosotros sabíamos que estabas orejeando—
—Yo sabía que me estaban viendo por el reflejo del tele—
—Ah caray Ma, entonces mientras íbamos usted ya regresaba—
—Así es, vea su papá no haya en que pedestal ponerme, pero eso es ahora porque antes, cuando Adriancito estaba pequeño, me dio vuelta—
—No puede ser Ma si mi tata la adora—dice Javier visiblemente afectado por lo que acababa de escuchar de su madre.
—No te cuento esto para que te enojes con él, Javier, te lo cuento por una razón. A pesar que yo lo perdoné hace muchos años me sigue doliendo. Porque su papá fue y será el único para mí. Y el traicionó mi confianza. Y se lo cuento porque ya vi que le están empezando a gustar las chiquillas y piense en una cosa. Su mamá a la que quiere tanto es mujer, y antes de engañar a una mujer como su mamá, mejor no se comprometa si creé que no la ama de verdad.
Javier, tomó muy en serio el concejo materno...muy muy en serio.
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Javier Un Carajo Místico
RomanceJavier es un adulto joven con problemas para entablar y formalizar una relación amorosa estable. Realiza el viaje del héroe en busca de crecimiento personal. Lucha contra sus demonios para así liberarse de eso que no le permite amar de verdad. Cart...