El tiempo seguía su curso y Javier se graduó del colegio. Le sacó algunas copias a su diploma para sus hojas de vida y lo enmarcó para que le quedara de recuerdo a sus padres.
Solo estaba esperando a cumplir la mayoría de edad para dar inicio a sus planes. Como es costumbre en la familia Martínez Castro, se les organiza una pequeña celebración a cada uno de sus hijos cuando cumplen sus 18 años.
Un mes antes de dicha celebración Javier pensaba que debía dar el paso y perder su virginidad. No le apetecía pagar por el servicio así que como siempre, le pidió consejo a su gran amigo.
—Mirá Javier, vos lo que ocupas es una chica que caiga fácil—
—Si yo sé, pero no conozco a ninguna—
—Pero si vos le gustas a varias Bro—
—¡Cómo así! y ¿cómo sabes?— Pregunta Javier sorprendido
—Es que vos te encaprichaste con Soraya, pero hay otras que me han preguntado por vos, pero a todas les he dicho que ya tu corazoncito tenía dueña—
—Sí, entiendo. Hablando de Sora, la he visto seguido y hablamos bien. Me molesta mucho eso sí. Creo que no me respeta—
—Ella es rara. Supe que los tatas tienen platilla y se va para los Estados a estudiar—
—Si ella me dijo, y que cada diciembre se va a regresar para pasar navidad con la familia y bueno Juan, ¿entonces qué hago?—
—Ah sí, creo que entre todas tus admiradoras las que te queda fácil es La Mae—
La Mae, si La Mae cuyos padres bautizaron con el nombre cristiano de Sofía. Cinco años mayor que Javier y vecina del barrio. En su documento de identidad en la parte inferior donde dice C.C. (Conocido Como) ella halló muy simpático poner "La Mae". Y es que ella usaba aquella palabra infinidad de veces durante el día a día. A Javier no le parecía la mejor opción para ser su primera vez. Esa idea tonta de que obligadamente debía perder su virginidad antes de los 18 lo tenía cegado. Pero lo pensó un poco mejor y creyó que Sofía no era tan mala idea después de todo. No tenía entre sus planes enamorarse de nuevo. Así que decidió probar y ver que tanto iba a sacar de aquel asunto.
Juan arregló la cita y se quedaron de ver en el parque Morazán. Javier llegó tempranito y caminó por el lugar. Veía como las parejas iban saliendo de entre los arbustos con forme él iba pasando. Le parecía divertido ver aquellas escenas a tan tempranas horas, no pasaban de las 6:30 pm.
Sofía llegó algo tarde y con cara de real pena por hacerlo esperar más de 40 minutos. El la esperó solo porque había intereses más profundos en aquella cita.
Nada más llegando y regalando un beso y abrazo más que confianzudo a los que Javier no estaba acostumbrado. Vestía algo rebelde a su parecer pero no mucho. Tampoco parecía una delincuente. Pero ya al abrir su boca para hablar derrochaba su dichosa palabra.
"Mae, sorry por llegar tarde mae. Seas tonto mae, rajado que corrí montones pero el mae de bus no me hizo parada mae. Lo mande a la P*$&=♀ y todos los de su familia mae. Pero bueno mae, aquí estoy. Agasájese con la pinta mae, que me puse guapa solo para usted mae..."
Y así seguía y seguía, que aunque dicha palabra es parte del vocablo tico aquello ya era un abuso y su sonido cacofónico. Y era una lástima ya que Sofía era un muchacha bonita y en el fondo agradable, pero se bajaba puntos de aquella manera. Eso pensaba Javier mientras la escuchaba hablar y reír de manera escandalosa.
No sabe cómo pero una cosa llevo a otra y terminaron pagando un cuarto en el motel, de esos que les llaman pulgueros, cobran por hora y no necesitas entrar con automóvil.
Aunque Sofía tenia experiencia vasta en esos terrenos no se podían acomodar el uno al otro. Javier no lograba concretar el acto, primero por la compañía, segundo por el lugar y tercero porque en nada se parecía a las porno que Juan le pasaba desde hacía un año.
—¡Mae! que fiasco el suyo. No me digás que era la primera vez mae. Plata perdida, de haber sabido lo hago pagar solo a usted y no ir a medias mae. Ahora me da para el taxi mae, que oso en serio—
—Sofía, espérese, una más a ver si ahora si—
Y Sofía le hizo una seña con su dedo medio luego de reírse y tomar dos mil colones de la billetera de Javier para el taxi.
Al final no logró su cometido ganándose una humillante noche. Una noche que lo marcaría de por vida. Llegó contando a Juan una verdad a medias que se regó como pólvora entre su grupo de amigos. No supo quien le fue con el chisme al chino del minisúper, pero hasta él tuvo su oportunidad de gastarle bromas a Javier. Cuando Sofía se entero del rumor, la cosa se puso color de hormiga. Pero todo deja una huella en el ser de cada uno. Y Javier tomaba apuntes y juraba que nunca más algo así le pasaría de nuevo.
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Javier Un Carajo Místico
RomanceJavier es un adulto joven con problemas para entablar y formalizar una relación amorosa estable. Realiza el viaje del héroe en busca de crecimiento personal. Lucha contra sus demonios para así liberarse de eso que no le permite amar de verdad. Cart...