Luego de aquel martes casi eterno, dónde Javier conoció una faceta insospechada de su querida amiga Rosemary, llegó un miércoles relativamente tranquilo en su trabajo en la Librería. Esa librería era una tradición en la Avenida Central, y siempre pedía estar en el departamento de juguetería. Luego vino otro jueves de niñero...
Llegó mentalizado a que sería como cualquier otro día, rogaba a Dios que nada hubiese cambiado en aquella casa. No sentía culpa, en su conciencia él no hizo nada incorrecto. Pero le preocupaba que la tranquilidad de aquella casa fuese interrumpida por aquel martes de cátedra.
Al llegar notó que el taxi de su hermano se encontraba parqueado frente a la casa. Eran la una de la tarde y el nunca estaba a esa hora allí. Dándose ánimos se decidió a tocar el timbre.
Su hermano Oscar le abre la puerta— Hola Javiercín, pasa pasa—dijo con gran alegría. Javier no comprendía, no imaginaba el porqué Oscar se encontraba a esas horas allí y de tan buen humor.
Cruzó aquella puerta y vio a Rosemary muy distinta. La encontró vestida y maquillada para salir, a Joaquín algo ansioso y a Oscar también vestido para salir.
—Pero bueno, ¿van a salir?, me hubieran avisado para no venir—
—Javier, mira, queremos pedirte un favor. Rosemary y yo tenemos que salir. Hay una charla a la que queremos ir y nos sería de muchísima ayuda si te quedas con Joaquincito—Explicó Oscar.
Javier volvió a ver a su amiga, con ojos expectantes, quería respuestas, pero no de Oscar. Quería respuestas de Rosemary, así que ella tomó la palabra.
—Si Javi, es que vieras que logré convencer a Oscar que fuera conmigo. Y pues ya sabes que a Joaquín no le gusta ir a esas charlas con profesionales. Él se aburre mucho. Así te probamos, y tal vez nos lo puedas cuidar algún fin de semana para que nosotros podamos salir. Hace mucho no lo hacemos—Rosemary hablaba rápido, tropezándose con su lengua al hablar.
Cruzado de brazos, y con la mirada al suelo, Javier trataba de entender aquello. ¿Aquel cambio de actitud tendía que ver con lo de aquel martes? Él no lo sabía en ese momento, se enteró después, cuando su amiga le explicó que al estar con él, extrañó a su esposo y quiso acercarlo de nuevo a ella. Y que su hermano, oliendo el peligro sin saberlo, decidió marcar el territorio.
—Bueno, pero nunca he estado solo con él ¿y si te extraña y le da una crisis?—
—Vos sabés manejarlo, di pa' que echó tanto músculo, no creo que el niño te revuelque otra vez— dijo Rosemary en son de molestarlo.
—¿Entonces por eso vas al Gym Javier, para jugar luchas con mi niño?— Oscar se puso serio al decir aquello.
—¿Eh? n-no no como se te ocurre Osc...—
—Solo bromeo, serán solo un par de horas. Anda, ya nos vamos. Se portan bien y les traigo pollo—
—Ya no soy un niño Oscar—
—¡Pollo! ¡Pollo!— Gritó alegremente Joaquín.
—¿Ves? todo resuelto, a que se te porta bien esperando el pollo frito—
—Ok Oscar, está bien. Pero no se queden tonteando y no apague el celular, si se van a otro lado me pierden—
—Javi tranquilo, eso jamás. Tenemos planes para ti—
—Pero yo no hago extras, los Sábados y los Domingos son para mí aunque puedo hacer una excepción muy de vez en cuando, pero ya tengo un compromiso el sábado—
—Listo, entonces el Domingo. Serán unas horas y ya de noche, cuando Joaquín esté dormido, anda por fis. Además no serán todas las semanas, solo de vez en cuando— suplicó Rosemary.
Javier aceptó, cobrando a tiempo y medio las horas que tomaran el domingo. Y se fueron aquellos, después de muchos años de no salir ni a visitar la casa de Doña María y Don Arturo.
Y ahí estaban, solo ellos dos. Joaquín lo miraba con ojillos de picardía y él se repetía mentalmente que el niño no debía oler el miedo en él. Así que tomo al toro por los cuernos y decidió empezar su rutina como si en la casa estuviese Rosemary. Al poco tiempo después recibe un sms de su amigo Juan.
"Mae todo listo, La Mae va a estar el sábado en Pepper, no le mencioné que irías, para que no llegue con los tacos de frente"
—Listo, ya no hay vuelta de hoja. A encarar a mi némesis wahahaha— Rió escandalosamente Javier.
"Perfecto mae, le debo un águila"
— Joaquín, es hora de la hamaca, yo voy con vos, me siento ansioso—

ESTÁS LEYENDO
Javier Un Carajo Místico
RomansaJavier es un adulto joven con problemas para entablar y formalizar una relación amorosa estable. Realiza el viaje del héroe en busca de crecimiento personal. Lucha contra sus demonios para así liberarse de eso que no le permite amar de verdad. Cart...