Cinco

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Narra Carlos:

 Landooooooo 

 Carloooooooos 

Gritó de igual forma de la segunda planta, en tanto yo lo esperaba un tanto irritado en la primera.

 Vamooos, que no tengo todo el día y llegaremos tarde

Hablé un tanto cabreado, pero al instante comencé a sentir como resonaban sus pasos me relajé, y en cuestión de segundos lo observé como intentaba  bajar la escalera al mismo tiempo que terminaba de vestirse, pero algo en sus manos se lo impedía.

 ¿Y eso?  pregunté mientras lo miraba con una enorme sonrisa.

 ¿Quedó muy feo? 

 Si no sale corriendo es porque le gustó  − agregué conteniendo la risa.

Ya está hecho, al menos me debiste agradecer porque diré que lo hicimos los dos y tu simplemente te ríes

Ya ya, te estoy peleando, le va a encantar, ahora vamos que se nos hace tarde

Narra Camille:

Miré la hora en el reloj de pared, el cual indicaba que en veinte minutos tendríamos que estar en el aeropuerto para salir rumbo a la ciudad de Mónaco.

Realicé un chequeo mental para saber si me estaba olvidando algo, mientras que Dave se encontraba fuera cargando las valijas en el auto.

Tomé mi celular, miré los papeles de los pasajes para saber si estaba todo en orden, y al pasar por el espejo de la sala decidí sacarme una foto y compartirla en mis historias de Instagram.

Me quedé embobada observando la pantalla al ver que Lando había respondido, pero ante el llamado de Dave diciendo que estaba todo listo, no me quedó más que salir rápidamente de la casa, no sin antes darle una mirada a todo el lugar a modo de despedida.

Luego de unos minutos ya nos encontrábamos en el aeropuerto, el abordaje había sido bastante rápido ya que debido al covid era menos la cantidad de gente que viajaba.

Noté que hacia un buen rato Dave no paraba de teclear en su celular, por lo que cuando nos acomodamos en nuestros asientos me decidí a hablarle.

¿Está intensa la charla no?

¿Eh? ¿Me hablaste?

¿Paso algo? Hace un buen rato que estas con eso

Pregunté con preocupación mientras que mi vista se dirigía en dirección hacia su teléfono.

Nada de que preocuparte, vamos a apagar esto y disfrutemos respondió al mismo tiempo que guarda en el celular en su bolsillo.

El vuelo había sido corto y se nos había hecho aun más llevadero porque nos habíamos pasado todo el rato charlando y organizando que era lo primero que íbamos a hacer cuando llegáramos.

Luego de haber esperado varios minutos en una sala para que nos dieran el resultado del test de covid negativo que necesitábamos para pasar, nos dirigimos a buscar las maletas y salir del aeropuerto en busca de un taxi, pero en el camino hacia la salida terminé llevándome la mejor de las sorpresas

A lo lejos podía ver a dos chicos encapuchados con anteojos más el barbijo, los cuales sostenían un cartel muy colorido que decía "Bienvenida peque", y si bien no podía ver un milímetro de sus rostros, los conocía a la legua.

Deja vú | Pierre GaslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora