Deja vú | Pierre Gasly

Cuarenta

Maratón 2/5

Narra Camille:

Carlos y Charles me saludaron con un beso en la frente cada uno para dejarme sentada en la cama aún más pensativa luego de la conversación que habíamos tenido.

Tomé aire por la nariz y lo largué por la boca provocando que poco a poco mi corazón se llenara de ese oxigeno haciendo que, las grietas que el mismo tenía, empezaran a soldarse poco a poco.

El ruido de la puerta abrirse hizo que mi cabeza girara para encontrarme con el rostro de Carla asomándose por la misma.

Me fue inevitable recordar cuando ella decidió hacerse cargo de mí cuando mi mamá falleció. PRIMER DÈJÁ VÚ

−Hola – susurró bajito con la voz completamente quebrada.

−Hola – respondí de igual forma.

Ella se acercó ante mí como siempre cautelosa y se sentó en la cama quedando ambas manos a mano. Guardé las lágrimas y me armé de valor para enfrentarme a la situación.

−Y bien, esta es la parte en la que se supone que me gritas e insultas −dije para romper el silencio incómodo que se había formado.

− ¿Me perdonas? – preguntó haciendo que yo quedara completamente desconcertada.

−No tengo nada que perdonarte Charis, al contrario, soy yo la que te tiene que pedir perdón– dije sincera.

−Si ese día no hubiera estado Lando, hoy no estarías acá y yo no me lo hubiera perdonado– agregó mientras las lágrimas caían por su rostro.

Yo simplemente la abracé y me uní en su llanto.

−Pero nada pasó, acá estoy y no solo gracias a Lando sino también estoy gracias a vos, porque vos junto con Dave fueron los primeros en estar siempre al pie del cañón

−Si, pero de solo pensarlo...– trató de hablar, pero yo la interrumpí.

−Shh no pienses más y no digas más nada, soy yo la que tiene que hablar – agregué mientras acariciaba su espalda ayudando a que eso cesara su llanto− Así que ahora quiero que te incorpores, me mires a los ojos y me escuches – hablé lo más calmada posible.

Ella acató todas mis órdenes y se quedó quietita delante de mí esperando atenta a que las palabras salieran de mi boca.

− ¿Te acordas de esa vez que tuvimos una discusión por Lando?− pregunté mientras ella asentía en respuesta− Quiero que sepas que ese día no te mentí con lo que te dije. Con él éramos como hermanos y jamás se me había cruzado por la cabeza ninguno de los pensamientos que vos me planteaste ese día

−Lo sé– agregó.

− ¿Cómo lo sabes?

−Porque Lando me contó que cuando mientes arrugas la nariz y ese día simplemente no lo hiciste – completó haciendo que mi corazón se estrujara mientras que ella me miraba con una sonrisa de lado.

− ¿También recordas  las vacaciones en Croacia? − Ella volvió a asentir como respuesta

− La noche que Carlos decidió cocinar fue ahí donde me enteré sobre lo que me había pasado. Hasta ese momento yo no me acordaba de nada y aún no lo recuerdo completamente, simplemente tengo pequeños flashbacks, por lo que jamás supe conscientemente de que Lando me había besado, y muchos menos de sus sentimientos hacia mi