Página cuatro

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Narra Carlos:

El bullicio que provenía del garaje de McLaren me hizo traer vagos recuerdos del pasado, por lo que me acerqué para ver como mi mejor amigo celebraba, sintiendo esa victoria como propia.

El ruido cesó para que la voz de Lando fuera la única que se escuchara, acompañado de la emoción y de los pequeños sonidos que hacía el resto del equipo ante la escena que estábamos presenciando.

Lando y Camille estaban frente a frente, mientras que Daniel contemplaba la escena en un costado con una sonrisa como siempre, pero en el fondo, el, yo y todos sabíamos que esa mueca no era genuina. Observé como su mirada cayó al suelo cuando escuchamos las palabras que salieron de la boca de mi antiguo compañero de equipo.

"¿Queres ser mi novia?"

Desde kilómetros se podía escuchar el corazón de Daniel partiéndose, pero a decir verdad no fue el único. Todos los ojos estaban expectantes esperando la respuesta de Camille, pero lo próximo que se escuchó fue el grito desgarrador de Lando, mientras que la sujetaba fuertemente con sus dos brazos.

Esa sonrisa se desvaneció al igual que su cuerpo, mientras que todos quedamos petrificados en el lugar sin reacción alguna.

Con Daniel ayudamos a Lando a trasladar a Camille hacia la zona de emergencias, en donde inmediatamente los médicos la recibieron dejándonos a todos fuera.

La puerta se cerró y la espera se volvió inaguantable.

Pierre, Charles y Max fueron los próximos que se sumaron sentándose en el piso de aquel pasillo frío en el que Lando, Carla y Daniel estábamos sentados hacía más de media hora.

Mi mano se posó encima de la pierna de Lando para detener el movimiento que esta realizaba producto de los nervios que se le estaban manifestando.

Ella va a estar bien, tran...

Y no pude alcanzar a terminar la frase cuando el doctor salió de aquella habitación e inmediatamente todos lo atacaron.

Por favor chicos, si hacen silencio y me dejan hablar – dijo un tanto cabreado.

Todos nos apartamos y le dimos el espacio que necesitaba, para luego de tomar una bocanada de aire comenzar a explicarnos.

Ella está bien, ahora está dormida porque le dimos un sedante para calmarla

–¿Pero porque se descompensó doctor? ¿Está enferma?

Preguntó Carla muy preocupada casi al borde del llanto, demostrándome que al parecer yo no había sido el único al que se le ocurrió la loca idea de que Camille estaba empezando a repetir la misma historia que su mamá.

No está enferma quédense tranquilos, pero esto es un tema que tengo que hablar primero con ella cuando despierte

Finalizó haciendo que los demás suspiraran un poco más aliviados, pero a mi sus palabras no me dejaron tranquilo.

Di un pequeño trote dejando el grupo atrás y coloqué mi mano sobre el hombro del doctor, haciendo que le fuera inevitable detener su caminata.

¿Doctor no me miente? – pregunté con un nudo en la garganta.

Carlos, ¿Por qué te mentiría?

Perdón es que ha pasado por tanto que no quisiera que le ocurra lo mismo que su mamá –solté sin más.

Conozco la historia de Camille y entiendo tu preocupación. Al tener un familiar con cáncer las posibilidades de que ella lo tenga aumentan, pero si te deja tranquilo, me voy a tomar el atrevimiento de realizarle todo tipo de estudios. Aunque su descompensación no tiene nada que ver con eso, al contrario.....

Deja vú | Pierre GaslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora