Siete

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Narra Pierre

Luego de más de un año la volví a ver, y se veía aún más linda de lo que recordaba.

Nuestras miradas se conectaron por un momento, esos segundos en donde mi corazón simplemente se detuvo y mi cuerpo pedía a gritos salir corriendo a abrazarla.

Era increíble como en un lugar lleno de personas, nadie podía descifrar lo que ocurría adentro nuestro. Aunque a juzgar por mi mirada ya hubieran descubierto todo.

Mis ojos recorrieron toda su figura la cual estaba cubierta por ese vestido hermoso cuyo color hacía resaltar su piel, su cuello en el que tantas veces dejé un camino de besos se encontraba libre y terminaba en un escote marcado que dejaba algunas cosas a la imaginación.

Tragué una gran cantidad de saliva al mismo tiempo que largaba un suspiro como si eso pudiera calmar mi ser.

Mis ojos siguieron cada uno de sus movimientos, pudiendo notar como uno a uno de los chicos se le acercaba, dejando de manifiesto las palabras que Charles me había dicho esta mañana.

"Todos la extrañamos mucho"

Y como no extrañarla, si Camille siempre fue de esas personas que quieres al instante, y la pureza, la autenticidad y lo impredecible la caracterizaban.

Por un instante aparté mi vista de esa situación, porque no me podía perdonar el simple hecho de haberle arrebatado a mis amigos tanta felicidad.

La velada transcurría increíble, entre bebidas, deliciosa comida y por sobre todo buena música. Aunque, esta noche me quería deleitar solamente con una sola cosa

Su voz

Aquella que me despertaba todas las mañanas.

Que me decía "amor ya volví" durante el día.

La que gritaba mi nombre cerca de mi oído por las noches.

Narra Camille

Esta noche estaba resultando de maravilla, me encontraba tan a gusto rodeada de gente que había extrañado tanto.

¿Como pude haberlos alejado así de mi vida?

Nuestra mesa se encontraba en el centro de la sala al frente del escenario, siendo esa la mejor ubicación de todas.

Mi vista continuó su camino hacia mi derecha, encontrándome con la mesa de Pierre y para mi sorpresa en esa misma se encontraba Daniel, quien me miraba fijamente vaya a saber desde cuándo, hasta que el mismo decide romper dicha conexión con una sonrisa.

Por mi parte respondí tímida devolviéndole una sonrisa, lo que provocó que la suya se ampliara aún más, y en consecuencia me fuer inevitable que mis mejillas se encendieran, y mi pulso se acelerara por un microsegundo.

¿Qué está pasando Camille?

Mi debate mental fue interrumpido gracias a dios por una asistente de la organización diciendo que la hora había llegado. Me despedí de todos en la mesa a lo que ellos me respondieron con muchas palabras de ánimos.

Sin dudas tenia a los mejores amigos que alguien podía pedir.

Nos retiramos por un costado lo más discretas posibles, y nos adentramos al camerino en donde dos personas me estaban esperando para ayudar a cambiarme.

Allí me encontré con un perchero el cual tenía varios conjuntos pero hubo uno en particular que llamó mi atención, y para mi sorpresa cuando me lo probé me quedó a la perfección.

Los segundos pasaban, el reloj avanzaba cada vez más al mismo tiempo que mi pulso aumentaba.

Había hecho muy pocas presentaciones en algún que otro programa ya que, debido al covid aún no había tenido la oportunidad de estar en un concierto en vivo frente a una gran cantidad de personas.

Deja vú | Pierre GaslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora