Deja vú | Pierre Gasly

Dieciseis

Narra Camille

Una vez que respondí la foto de Carlos decidí dejar las cosas por la paz apoyando mi celular sobre el borde del lavamanos, para posteriormente dejar caer cada una de las prendas que traía puestas ingresando a la ducha, no sin antes abrir el grifo dejando correr el agua.

Cuando la misma estaba templada ingresé para que mi cuerpo comenzara a sentir cada una de las gotas de lluvia recorriéndolo por cada parte sin olvidarse de ninguna.

Comencé aseando mi cabello para posteriormente empezar a enjabonarme sintiendo el tacto de mi mano sobre mi piel desnuda.

Ante el primer contacto mis ojos se cerraron y por mi mente apareció la imagen de Pierre, pero no por mucho tiempo ya que la misma fue "reemplazada" en parte por la de Daniel. Y digo en parte porque si amigos estaba pensando en los dos al mismo tiempo.

Ambas manos recorrían mi cuerpo con un contacto ínfimo haciéndome desear yendo desde mis piernas, pasando por la cresta iliaca que tanto se me marcaba para terminar el recorrido en la gran S que formaba mi cintura. Así se repetía el movimiento varias veces hasta que una de mis manos fue hacia mi pecho y la otra a mi zona íntima.

Empecé a masajear ambas partes con movimientos lentos haciendo que mi pezón se pusiera duro y mi zona intima empezara a latir pidiéndome más, por lo que no tardo en cumplir lo que mi cuerpo o más bien lo que mi mente deseaba. Ingresé uno de mis dedos largando un pequeño gemido para acto seguido tapar mi boca con la otra mano abandonando su lugar.

Continué el movimiento sin perder el ritmo pegando mi espalda contra el mármol frío, haciendo que mi cuerpo se tensara aumentando más el deseo ingresando otro dedo.

Estaba perdiendo no solo el control de mi cuerpo sino también la noción del tiempo a medida que las embestidas aumentaban hasta llegar al tan anhelado orgasmo, para simultáneamente largar un gran gemido apoyando posteriormente la cabeza contra la pared.

A medida que intentaba controlar mi respiración siento como Carla habla desde el otro lado de la puerta.

− Cam estas bien? Escuche un ruido − dijo con voz preocupada, por lo que yo solté una pequeña risita.

¿Que se supone que debían contestar?

Todo tranquilo simplemente se me acaba de manifestar una fantasía llevándome al puto infierno. Pensé mientras sonreía mordiéndome el labio inferior.

Sacudí mi cabeza para luego aclarar mi garanta y acto seguido contestarle.

−Todo bien! Simplemente estaba vocalizando − Y si me iba a crecer la nariz como a pinocho.

− Debería hacerlo más seguido en la ducha −completé riéndome.

−Bueno no tardes, yo voy a la habitación a cambiarme, te espero abajo − respondió gritando por si no escuchaba con el ruido de la lluvia.

Una vez que terminé de quitar el resto de jabón que traía, salí de la ducha secándome rápidamente y envolviéndome con la toalla para salir hacia la habitación en busca de mi ropa, pero sorprendentemente me encuentro con Dave quien estaba sentado en la cama con una caja de chocolates tapándole la cara.

−Joder que susto me has hecho pegar− dije tratando de hacer que mi corazón se calmara.

−Lo siento....por todo− completó para acto seguido agachar la mirada.

−Espero que sean de mis favoritos− dije sonriendo para quitarle la caja de chocolates que tenía en la mano.

−Los de siempre− completó parándose quedando frente a mi, para luego abrazarme fuerte− Sabes que te quiero, y quiero verte siempre bien − continuó tomándome el rostro con ambas manos desarmando el abrazo.