Deja vú | Pierre Gasly

Treinta y uno

Narra Lando:

El día tan planeado había llegado, aunque creo que ninguno de nosotros había imaginado que se daría bajo estas circunstancias.

El sonido que realizaban las rueditas de todas las maletas rodando por el piso, me hizo dar cuenta que los días de relax habían llegado, por lo que traté de dejar momentáneamente el trabajo de lado, aunque a mi derecha tenía un gran asunto pendiente.

Camille Row

Ella venía caminando a la par mía charlando animadamente con Charles a su lado y por detrás nos seguían Carla, Dave, Charlotte y Carlos.

Y sí, hacía más de un mes habíamos organizado las vacaciones de verano para pasarla juntos, pero como dije anteriormente ninguno de nosotros había imaginado que con Camille íbamos a estar en esta situación.

La relación no había mejorado, ya que en el poco tiempo que tuvimos no pudimos encontrar el momento para entablar una conversación, mientras que yo me sentía avergonzado por mis actos, aunque no iba a negarlo, esos pensamientos no eran la primera vez que se planteaban en mi mente.

Mi paso se hizo un poquito más lento a medida que iba tratando de analizar la situación de cómo íbamos a sobrellevar estos días, pero me detuve bruscamente cuando veo que Camille y Charles se detienen.

Escuché su risa e inconscientemente sonreí, para acto seguido ver como ella se giraba en mi dirección sin borrar su sonrisa, pero notando un destello de nostalgia en sus ojos, haciendo que estos se dirigieran al piso rápidamente.

E inmediatamente la sonrisa se desvaneció haciendo que imaginariamente sintiera un solo sonido sincronizado de nuestros corazones romperse un poquito más.

Luego de hacer el check- in nos subimos al avión en donde no dudé en sentarme con Carlos. El me conocía tan bien que cuando estuvimos algo apartados de los demás me preguntó bajito.

−¿Qué pasa Lando?

Yo le respondí con un seco "Nada" pero sabía que él no iba a darse por vencido así de fácil, por lo que volvió a retrucar.

−Pues, tu cara dice otra cosa, ¿Paso algo con Cam? - agregó dando justo en el clavo.

−No, ¿Por qué lo dices? − respondí tratando de convencerme más a mí que a él.

−Lo digo porque si las cosas estarían bien, ustedes dos se hubieran sentado junto y en consecuencia matado  para ver quien conseguía el asiento de la ventanilla, ¿O me equivoco? - preguntó elevando la ceja en mi dirección al mismo tiempo que sonreía de forma burlesca.

−Digamos que no estamos en nuestro mejor momento - solté con un tono nostálgico en mi voz.

−¿Pero qué ocurrió?

−No quiero hablar de eso, no aún

Hablé para luego largar un suspiro mientras que me acomodaba dándole la espalda para apoyarme contra la ventanilla.

−Bueno, sabes que siempre voy a estar para escucharte, pero tomate tu tiempo. Y lo que sea que haya pasado estoy seguro que se solucionará −agregó dándome una palmada en la espalda.

Un zamarreo provocó que me golpee la cabeza haciendo que me despabile. Sin entender absolutamente nada y tratando de limpiar la baba que tenía al lado de mi boca, me di cuenta de que me había quedado profundamente dormido.

Las horas de viaje se me habían pasado súper rápido por lo que ya nos encontrábamos en suelo croata.

22 de Julio de 2021, Croacia.