Deja vú | Pierre Gasly

Veintitrés

Narra Lando:

Me encontraba charlando animadamente con Charles mientras ingresábamos al lobby del hotel, cuando veo que Camille pasa corriendo rápidamente por al lado nuestro y a una fracción de segundos siento que alguien choca con nosotros dejando ver a Carlos y a Carla.

−¿Qué pasa que van todos corriendo?− pregunté desconcertado.

−Es que Camille acaba de tirarnos una bomba− responde Carla al instante.

−Ya suéltalo

En ese momento ella me contó brevemente provocando que mis ojos se abrieran como platos, y la bronca comenzara a sugirme poco a poco en mi, mientras que Charles estaba sin expresión alguna.

−Y vos ¿Porque estas tan tranquilo?−  pregunté en su dirección.

−Porque ya lo sabía, es más, creo haber sido el culpable de eso

Todos lo miramos sorprendidos, y sin pensarlo nos dirigimos hasta el ascensor para ir a la habitación de Camille.

Una vez que llegamos a su puerta comencé a golpearla con el puño cerrado al mismo tiempo que gritaba.

−CAMILLE ABRI YA MISMO, PORQUE TE JURO QUE TIRO LA PUERTA ABAJO − grité para no obtener respuesta del otro lado hasta que tanto y tanto golpear ella se digna a abrir.

−Que vas a romper vos si no podes matar ni una mosca

Habló con una sonrisa burlona provocando que el enojo inexplicable que sentia aumentara, por lo que se me ocurrió tomarla por las piernas y cargarla sobre mis hombros, para luego arrojarla a la cama.

−¿Qué te pasa cabron?− dijo perpleja.

− Es que le conté lo que hiciste, nos debes una explicación a todos, ¿No crees?

−Si es mejor que empieces a hablar Camille

Narra Camille:

Y cuando Lando me llamó Camille, supe que la había cagado en grande.

Cuatro pares de ojos me miraban muy atenta por lo que no me quedaba escapatoria, si bien sabían por arriba lo que había pasado no con lujo de detalles.

−Bueno está bien, pónganse cómodos. Lo que pasó fue que ...

Flashback Camille

Verlo de esa forma me recordaba a mis ataques de pánico, a lo mal que la pasaba por lo que no podía dejarlo así.

No sé porque se me había ocurrido cantar la canción umbrella, pero ya me encontraba cantándola y no me iba a detener, porque sabía que, lo que a él lo calmaba era escucharme cantar, así que no le di más vueltas al asunto y continúe haciéndolo.

La respiración que antes era pesada poco a poco iba recuperando su ritmo normal, y las lagrimas que recorrían su rostro iban cesando. Nuestros ojos estaban conectados, haciendo que mi mente y alma se las devorara ese azul en el que tantas veces me había perdido.

Ambos estábamos sentados frente a frente mientras que el se acercaba de forma cautelosa, como si estuviera a punto de tocar el cristal más preciado.

Y si, yo había sido por un momento ese cristal que el mismo había roto en mil pedazos y que ahora con un simple contacto de su frente contra la mía generaba que esquirla tras esquirla se empezaran a unir.

Mi cuerpo no reaccionaba mas allá de mis cuerdas vocales que continuaban cantando la parte final de la canción, mientras que letra junto con la situación hizo que las lagrimas empezaran a correr por alrededor de mi rostro.