𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾

━━ 𝟢𝟢𝟥: 𝚂𝙴𝚂𝙸𝙾́𝙽 𝙳𝙴 𝙴𝚂𝚃𝚄𝙳𝙸𝙾𝚂

𝓜ai toma el tren que la llevaría hasta las cercanías de su escuela con los nervios a flor de piel. El fin de semana se había pasado más rápido de lo que la joven rubia pensó, y cuando quiso darse cuenta, ya era lunes. Luego de haber dejado a Akkun y Hanagaki el viernes por la tarde, las dos amigas pasaron la noche juntas y la propia Mai ayudó a Hina a ensayar lo que le iba a decir a Hanagaki en su declaración de amor; pues se había propuesto que después de clases aquel mismo día, ella diría lo que llevaba sintiendo por él tanto tiempo.

Pero, no estaba nerviosa solamente por la declaración de su amiga; porque quería que saliera todo como ella quería. Sino también porque la vuelta a clases significaba que se iba a volver a encontrar con Baji Keisuke y no sabía muy bien como reaccionaría. Le volvería a ver con aquella fachada de chico estudioso que escondía sus ojos maliciosos pero a la vez hermosos tras unas gruesas gafas de pasta negra; que se ataba su pelo negro ondulado y que no sonreía demasiado. Ese Baji no parecía el mismo que le había propuesto a Mai el criar juntos al gato a cambio de unas clases particulares.

La rubia le deseó mucha suerte a su amiga cuando tuvieron que separarse, y le exigió que la llamara o que le escribiera algún mensaje contándola que había dicho Hanagaki a su confesión. Mai era una chica muy tímida, y no se atrevería a hacer daño ni a una mosca; pero sabía a ciencia cierta que si alguien se atrevía a dañar el corazón tan puro de Tachibana Hinata, Mai sacaría de dentro suya la valentía que tenía muy escondida y le proporcionaría un golpe para que no se olvidara en su vida de lo que había hecho y de la oportunidad que había dejado pasar.

Aunque, Mai también estaba algo alegre porque sus padres le habían dado la noticia de que durante el periodo de la Golden Week, tanto él como su mujer se marcharían de vacaciones a Kioto. Aunque habían ofrecido a su hija marchar con ellos ya que esos días eran festivos para todos los japoneses, ella negó porque quería que sus padres pasaran unos días a solas, porque a veces las parejas lo necesitaban, mientras que ella disfrutaba de su casa a solas. Seguramente ella y Hina se pasarían las noches viendo alguna película de miedo y luego se abrazarían hasta quedarse dormidas porque estaban aterrorizadas.

A la entrada de su escuela, Mai comenzó a atarse el pelo en una coleta para que no le molestara a la hora de estudiar. Desenredó la goma elástica que se había colocado en la muñeca y comenzó a peinarse mientras caminaba; pero la goma saltó de sus dedos cuando fue a atarse el cabello y terminó en el suelo.

—Toma.— la joven se tensó cuando vio quien había recogido su goma del pelo y ahora se la tendía. —Se te ha caído.

Mai tragó saliva cuando vio la sonrisa de ese chico.

—¡Gra-Gracias, Matsuno!

La chica se ató el pelo rápidamente volviendo a caminar lejos de Chifuyu para entrar de una vez a la escuela y refugiarse en su clase. Quizás no todos los delincuentes eran tan malos como su padre le había dicho que eran; de momento, Mai pensaba que Baji al menos no era tan sanguinario ni cruel como decían las malas lenguas. Puede que Matsuno Chifuyu tampoco fuera así; pero de momento, Mai no podía obviar sus instintos de salir corriendo cada vez que un delincuente se le acercaba.