━━ 𝟢𝟢𝟤: 𝚃𝚁𝙰𝚃𝙾

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𝓜ai se pregunta muchas cosas, entre ellas, el porqué estaba siguiendo a un chico hasta su casa para comer peyoung yakisoba

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𝓜ai se pregunta muchas cosas, entre ellas, el porqué estaba siguiendo a un chico hasta su casa para comer peyoung yakisoba. Además, no era un chico cualquiera; sino que era el mismísimo Baji Keisuke, aquel que decían que había estado en arresto domiciliario y que, además, le había confundido a ella misma con una vagabunda al estar bajo la lluvia sentada como una estatua porque no sabía que hacer con aquel gatito.

Quiere decir que se va a casa, pero las palabras no salen de su garganta a causa de la vergüenza que estaba sintiendo en aquel momento. A pesar de tener frío porque estaba calada de arriba a abajo por la tormenta, sus mejillas están teñidas de un color rojo cereza que contrastaba demasiado con su pálida piel; pero Baji parecía no percatarse de eso. Mai piensa que también puede fingir que la llaman, o enviarle un mensaje a Hina de auxilio. Pero, cuando quiso darse cuenta, ya estaba entrando a la casa de aquel chico.

Rememoró lo que su padre le había enseñado de defensa, pero su mente se quedó completamente en blanco y solo le vino el recuerdo de las palabras de su madre: «tú métele el dedo en el ojo y corre muy rápido». Así que, Mai ya se estaba preparando para defenderse si aquel chico quería hacerle algo malo a ella o al gato que seguía en su mochila tranquilamente sin mojarse ni un poco.

—¿Me lo dejas ver?— Cuestionó Baji cuando cerró la puerta detrás de la chica.

—¿E-Eh?— preguntó Mai. —¿El q-qué?

—El gato.— sonrió él de nuevo. —Lo puedes dejar suelto por aquí.

La rubia se sintió tonta en aquel momento. Se quitó la mochila de los hombros, se agachó dejándola en el suelo y abrió la cremallera para ver al animal. Lo agarró suavemente y cuando tuvo el impulso de dejarlo en el suelo, Baji se adelantó y se lo arrebató de las manos con delicadeza de no despertarle demasiado o de hacer daño a Mai sin querer.

Con las mejillas aún encendidas, Mai vislumbró la mirada de Baji al mirar al gatito, quien comenzó a ronronear y a abrir poco a poco sus ojitos azules. De nuevo, no le parecía tan peligroso como decían aunque se hubiera quitado la máscara de chico estudioso con gafas.

—Ese de ahí es el baño, en el mueble hay toallas para que te seques un poco.— comenzó diciendo él señalando con la cabeza una habitación. —Y ese de ahí es mi cuarto, encima de la cama hay una sudadera. Póntela, seguro que tienes frío.

Mai sin poder hablar todavía, asintió una sola vez y desapareció metiéndose en el baño para respirar tranquila por una vez. Se escurrió el pelo en el lavamanos para que el sumidero se llevara el agua que no dejaba de gotear de su melena y rescató una toalla de donde Baji le había dicho. Se miró al espejo y de nuevo, se preguntó qué demonios estaba haciendo.

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora