━━ 𝟢𝟣𝟫: 𝙼𝙾𝙴𝙱𝙸𝚄𝚂

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𝓜ai, en compañía de Hina, ayudan a Seina a hacer sus maletas mientras charlaban sobre que tal les iba el verano con la madre de la rubia

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𝓜ai, en compañía de Hina, ayudan a Seina a hacer sus maletas mientras charlaban sobre que tal les iba el verano con la madre de la rubia. Como todos los años, cuando Hiro tenía vacaciones de verano en la comisaría, tanto él como su esposa se marchaban de vacaciones dejando a Mai a cargo de la casa ahora que era mayor y que sabría cuidarse por sí misma. El verano estaba en su pleno apogeo, pues cuando Mai quiso darse cuenta, ya era finales de julio y estaban a punto de entrar en agosto; entonces, se dio cuenta de que el tiempo pasaba realmente rápido y que aquel verano, prometía ser muy diferente de los que ella había tenido hasta el momento.

Hina se quedaría a dormir aquella noche y tendrían una velada de amigas, de esas que tenían desde que eran bien pequeñas y se quedaban hasta las tantas de la madrugada viendo alguna película mientras comían una tarrina de helado; algo típico que habían adoptado de las miles de películas adolescentes americanas que se habían tragado durante esas reuniones. Después de ver una película, se quedaban hablando hasta que no podían mantenerse más despiertas y se despertaban dándose cuenta de que habían sido unas marmotas y que sus bocas seguían manchadas del chocolate de los helados que se habían comido.

Pero Mai adoraba todo aquello. Le encantaba esas noches junto a su mejor amiga, disfrutando de cada momento como si fuera el primero. Aún podía recordar a la perfección la primera noche que habían dormido juntas, y el como se abrazaron la una a la otra porque estaban asustadas ya que habían visto una película de miedo y después llamaban a gritos a Seina porque creían que había un demonio detrás de la cortina. Mai repetiría esos momentos miles y miles de veces, o congelaría el tiempo para ser feliz para siempre.

Mai no se había dado cuenta hasta hacía poco, pero había muy pocas cosas que le podían hacer realmente feliz. Antes solamente eran sus padres y Hina, quien jamás se desprendió de su lado y siempre mantuvieron esa bonita amistad que esperaba que durara hasta el día de sus muertes. Pero, aparte de eso, no había nada más que hiciera feliz a Mai o que le hiciera dejar aquella personalidad tímida de lado para poder ser la Mai que de verdad era.

Claro hasta que apareció Meowy en forma de regalo del destino. Porque el haberle encontrado en una carretera y el casi ser atropellada por salvarle, había ocasionado que conociera a Keisuke y más tarde a Chifuyu. También a Emma y a Draken, a Mikey, Mitsuya y demás miembros de la Tokyo Manji que podría considerar a día de hoy sus amigos también.

—¿Me puedo fiar de ti durante estas dos semanas que vamos a estar fuera para que no me quemes la casa por intentar cocinar?— Preguntó Seina a su hija mientras que ésta y su mejor amiga doblaban su propia ropa y la ayudaban a meterla en su maleta de color rosa.

—Incendiar no la voy a incendiar, mamá.— contestó Mai. —No sé ni siquiera cocinar un huevo, así que no me voy a atrever a hacer cosas más complicadas. En eso, puedes estar tranquila. Me alimentaré a base de peyoung yakisoba y leche de fresa.

—No te preocupes, Seina, estaré yo por si acaso le sale la vena culinaria e intenta hacer algo.— rio Hinata. —Además, mis padres me han dicho que Mai puede venir a comer a mi casa cuando quiera. No molesta nunca.

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora