𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾

━━ 𝟢𝟤𝟥: 𝚅𝙸𝙴𝙹𝙾 𝙰𝙼𝙸𝙶𝙾

𝓔l verano poco a poco daba por finalizado, y con éste, venía la horrenda vuelta a clase. Mai no tenía ni una pizca de ganas de volver a madrugar, estresarse por los exámenes mientras estudiaba y mucho menos aprender cosas que no le servirían en el día de mañana. O al menos, así pensaba ella, porque no veía dónde podía aplicar el teorema de Pitágoras a no ser que se dedicara a algo relacionado con el mundo de las matemáticas; cosa que para nada ella haría porque estaba loca, pero no tanto.

El curso anterior había sido su preferido sin duda alguna, y al menos, esperaba que aquel fuera igual de especial que el otro. El anterior había comenzado siendo igual de monótono que cualquier otro, pero a mediados de éste, la simple llegada de un felino puso todo patas arriba. A veces, Mai agradecía ser tan cabezota y tener un gran amor por los gatos, porque aquello había cambiado su vida y era justo lo que necesitaba. Porque ahora tenía a alguien aparte de Hina: una pareja, un mejor amigo, y un plan de futuro que implicaba a todas y cada una de las personas que había conocido en aquel periodo de tiempo.

Aquel día, el primero del curso, por suerte no tenían que acudir a primera hora. Sino que a las once tendrían que acudir al centro para una especie de presentación; donde conocerías a tus compañeros de clase y futuros profesores también. Así que, al menos, Mai no tuvo que madrugar tanto como pensó en un principio y tuvo tiempo por la mañana para intentar mentalizarse de que debía de volver a la rutina que tanto detestaba de clase.

—Mai, cielo.— saludó su padre cuando la nombrada salió de su cuarto aquella mañana. —¿Quieres que te lleve a clase hoy? No tengo que ir al trabajo hasta las doce.

—Buenos días, papá. Y, no, no hace falta que me lleves.— contestó la rubia con una pequeña sonrisa, mientras iba hasta el frigorífico y agarrar así un cartón de su tan querida leche de fresa. —Keisuke y Chifuyu dijeron que vendrían a buscarme para ir los tres juntos.— miró a su alrededor. —¿Y mamá?

—Se ha ido con la señora Baji ha desayunar juntas a una cafetería.— contestó Hiro, para después beber un trago de su té. —Y, cómo quieras.— largó un suspiro. —Me olvidaba de que mi pequeña Mai se ha hecho mayor y que ya no necesita que su viejo padre le lleve a la escuela; porque ya tiene a un novio con moto que la lleve.

—Papá, no te hagas la víctima.— pidió la joven rubia con una risa, para después beber un gran trago de su bebida favorita y proseguir. —Y, aunque tenga cincuenta años, sé que seguiré siendo tu pequeña. Así que, no hace falta que te pongas triste.

—Ahí te tengo que dar la razón.— rio su padre. —Bueno... Esto... ¿Qué tal te va con Keisuke?— Inquirió lentamente, como si le diera apuro preguntar sobre la vida amorosa de su hija.

Con un pequeño sonrojo en las mejillas, Mai contestó torpemente:

—Bi-Bien.— dijo la chica, tirando ahora el cartón de leche vacío a la basura. —Vamos a pasar juntos la tarde y eso. Pero, ¡no te preocupes!— dijo rápidamente. —Chifuyu estará con nosotros, así que, no me des charlas innecesarias.