━━ 𝟢𝟣𝟤: 𝙲𝙾𝙼𝙾 𝚂𝙸 𝙽𝙰𝙳𝙰

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𝓜ai siente sus piernas temblar

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𝓜ai siente sus piernas temblar. El camino de vuelta a casa después de lo sucedido con Baji estaba borroso, solamente se recuerda a ella misma caminando bajo la lluvia, con el corazón latiendo a un ritmo frenético y con el agua de la lluvia impactando en su piel. Sus manos temblaron al meter la llave de la cerradura en la puerta de su hogar, y pasó dentro de casa aún con el recuerdo fresco de como había sido aquel beso. No, aquellos besos. Se habían besado más de una vez en un mismo momento.

—¡Hola, cielo!— saludó Seina a su hija desde la cocina, asomando su cabeza por la puerta de la misma. —¿Qué te apetece cenar?— sin embargo, la joven rubia no contestó y siguió caminando hacia alguna parte. —¿Mai? ¿Te ha comido la lengua el gato?

Mai paró su caminata. Había sentido la lengua de Keisuke con la suya propia. Había sido un roce mínimo, algo que le daba vergüenza hacer pero que había ocasionado que sintiera sus piernas temblar como nunca antes y que los colores subieran a su rostro de una manera jamás vista. Aún podía sentir los labios de Keisuke encima de los suyos, o la punta de su lengua explorando con timidez en busca de la de Mai. También podía recordar le leve jadeo que había emitido Baji después de aquel primer beso, sediento de más por parte de ella.

—¡¿Lengua?! ¡¿Qué hablas de lengua?!— exclamó Mai tan nerviosa que a su madre no le costó absolutamente nada notarlo. —¡Yo no sé nada sobre una lengua!

La joven salió corriendo y se encerró en su cuarto para ahora apoyarse en la puerta y colocar dos de sus dedos en su cuello, palpando así su pulso y dándose cuenta de que seguía tan acelerada como cuando se habían separado. Mientras se besaban no había estado nerviosa, había sido como si apagaran las emociones negativas de Mai y tan solo pudiera disfrutar de aquel beso. Lo había disfrutado. Lo había disfrutado tanto que quería más.

No le dio importancia a que estaba totalmente calada por culpa de la tormenta que aún seguía presente en el exterior, Mai se tiró a su cama, enterró su cara en la almohada y gritó ahogando así su voz. Se sentía nerviosa, pero también, se sentía en una nube de felicidad. No estaba loca, había comprobado que a Keisuke también le gustaba. Entonces, Mai supo que ella no era la única que se sentía extraña en compañía del otro.

Pero ahora, ¿cómo se suponía que iba a avanzar la cosa? ¿Cómo actuarían al día siguiente? ¿Irían a casa de Keisuke como de costumbre para pasar tiempo con Meowy y quizás se volverían a besar? Mai no lo admitiría en voz alta porque le daría muchísima vergüenza, pero deseaba que aquello se cumpliera. La joven tanteó su colchón aún con la cara enterrada en la almohada y, cuando encontró su teléfono, marcó el número de una persona para hablar con ella.

—¡Hola, hola!— exclamó Hina al otro lado de la línea aceptando rápidamente la llamada. —¿Qué pasa, Mai? Es raro que me llames a estas horas y no por la noche para llorar con la serie que estamos viendo.— la rubia no contestó y eso preocupó a su mejor amiga. —¿Mai? ¿Estás bien? ¿Pasa algo?— ahogó un gritito de miedo. —¡¿Te están secuestrando?! ¡¿Acosando?! ¡¿Dónde estás?! ¡Iré a buscarte ahora mismo!

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora