━━ 𝟢𝟤𝟪: 𝙷𝙴𝚁𝙸𝙳𝙰𝚂 𝙸𝙽𝙲𝚄𝚁𝙰𝙱𝙻𝙴𝚂

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CAPÍTULO FINAL

𝓜ai abrió los ojos, y sintió una punzada de dolor en su cabeza

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𝓜ai abrió los ojos, y sintió una punzada de dolor en su cabeza. Se removió en la cama, angustiada de alguna manera, mientras tanteaba el colchón en busca de su teléfono móvil; el cual lo abrió y revisó sus mensajes en busca de alguna novedad con la cual podría distraerse. Porque, a pesar de que había comenzado el día, Mai ya necesitaba algo con lo que distraer su mente y dejar de una vez de pensar en cosas que la podían hacer daño.

«Buenos días, Mai. Hoy es el día de la pelea, no te preocupes por mí; estaré bien y haré que Baji vuelva a dónde pertenece. Cuídate, te quiero mucho» —Fuyu.

Pero, siempre había algo que le recordaba lo que estaba a punto de suceder. Chifuyu le había contado a su mejor amiga los siguientes movimientos de la Toman, y aquel día, Halloween, era el marcado como la pelea entre aquella pandilla y Valhalla; dónde Baji ahora pertenecía, en un desguace. Lo que quería decir que aquel chico, se iba a enfrentar a los que eran sus amigos de la infancia por algo que nadie salvo él entendía.

—Mai, buenos días, cielo —sonrió Seina abriendo la puerta del cuarto de su hija para despertarla, pero dándose cuenta de que ya lo estaba—. ¿Tienes algo planeado para hoy?

—Esto... No —contestó la muchacha, quitándose las sábanas de encima y poniendo los pies sobre su suelo de madera—. No me apetecía quedar con Hina o con Emma, así que, estoy libre.

—¿Y Chifuyu? —inquirió la mujer.

—Tampoco —suspiró ella—. Estará ocupado todo el día, así que no le quiero molestar.

—Entonces, ¿me acompañas al restaurante? —propuso Seina— Quiero intentar hacer unos nuevos platos, y no me vendría mal que me dijeras que tal están. Al fin y al cabo, tienes buen gusto.

Mai se vistió aquel día mirando por la ventana, dándose cuenta de que a la lejanía habían unas pequeñas nubes grises que por alguna razón, le causaron escalofríos de tan solo pensar en que se podría formar una tormenta.

Si bien a Mai le encantaban las tormentas, ahora las tenía pánico porque había conocido al amor de su vida bajo una, pero también, le habían roto el corazón bajo otra. La lluvia en sí le traía buenos y malos recuerdos; algo tan agridulce que la dejaba por los suelos.

Le era imposible no pensar sobre Keisuke y sobre todos los planes que habían hecho en algún punto de su amorío. Las veces que él la llamaba "capitana" de forma cariñosa, diciendo que siempre la protegería. Todos los besos, abrazos, palabras bonitas que se dedicaron. La simple presencia de Keisuke a su lado. Sufrir su falta era demasiado espantoso. Sabía que aquello era la condena de un corazón enamorado además de roto; porque aunque Baji Keisuke lo hubiera roto, seguía siendo su dueño. Y siempre lo sería.

Y como siempre, Mai se puso a recordar aunque no quisiera realmente:

«—Mai, ¿me estás escuchando? —preguntó Keisuke— ¿O es que los gatos son más importantes que yo, eh? —molestó, picando a su novia en las costillas de forma juguetona, haciéndola reír también.

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora